"Parece una broma entre nosotros: ya ni creo yo", dijo molesto en su participación en el Foro Económico Mundial.
Por la noche, durante una cena con varios mandatarios -en la que participó el Gobernador del Estado de México, el priista Enrique peña Nieto- Calderón advirtió que a pesar de los avances democráticos en diversas zonas de la región latinoamericana, "es muy importante no abandonar la defensa de los principios democráticos, ya que han existido experiencias que permiten observar los riesgos persistentes".
El Mandatario mexicano partió plaza al lado de los presidentes de España, Sudáfrica y Corea del Sur, y del Primer Ministro de Vietnam, en un panel sobre gobernabilidad global.
"En cada Cumbre decimos que es urgente que se concluya con la Ronda de Doha (sobre temas de comercio multilateral) y el mes siguiente, en pocos días, nos vemos de nuevo en una Cumbre y todo es exactamente lo mismo", se quejó.
Recordó que en 2008, en la reunión del G-20 en Washington "todos los países nos dijeron que estaban en contra del proteccionismo, y no obstante, en los seis siguientes meses, 14 de los 20 países establecieron alguna u otra medida proteccionista; algunos, incluso, aumentaron sus aranceles".
Incisivo, dijo que México redujo los aranceles 10 por ciento en promedio, y que la meta es llegar a 4 por ciento al final de su gestión.
"La respuesta es que hay que ser responsables con la gente y con el futuro. Hay que pensar un poco más en las nuevas generaciones que en las siguientes elecciones. Esa es la clave para que el mundo avance y progrese", planteó Calderón.
Con todo, no dejó de señalar que esa responsabilidad "implica pagar los costos internos", costos de carácter político y económico, una de las decisiones más difíciles para cualquier líder, gobernante o Presidente".
El problema, apuntó el Mandatario, es cómo combinar los intereses nacionales con los intereses globales.
"Es muy fácil para nosotros decirle a los mexicanos que mientras podamos seguir siendo un país con libre comercio, podemos ser más competitivos y podemos crear más empleos, para así crecer más rápidamente".
Felipe Calderón reconoció, sin embargo, que hay "muchos intereses locales y sectoriales que se oponen a cualquier reducción arancelaria".
Stephen Harper, Primer Ministro de Canadá, señaló en su turno que "la prueba de fuego" del G-20 es que adopte una "responsabilidad compartida" para con la economía.
"Los mercados han tenido enorme poder de generar riqueza, pero ha quedado claro que los mercados necesitan orientación y gobierno", dijo.
El canadiense se mostró conciliador con la idea que ha enarbolado el Presidente Barack Obama para regular y contener a los grandes bancos, aunque consideró que la regulación "no debe ser arbitraria".
José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España, resaltó que ha habido algunos avances en el seno de la Unión Europea en favor de la regulación bancaria.
Mayolo López enviado, Reforma, 28 de enero.
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