Los envíos de remesas tuvieron en 2009 una caída sin precedente desde que el Banco de México (BdeM) lleva estadísticas del ingreso de divisas por esta vía, descenso que estuvo relacionado con el retroceso de la industria de la construcción en Estados Unidos, el sector que emplea a más mexicanos en aquel país.
El banco central informó que durante 2009 las remesas cayeron a 21 mil 181.17 millones de dólares, cantidad inferior en 15.74 por ciento a las de 2008, cuando sumaron 25 mil 137 millones de dólares. Se trata del mayor descenso anual desde que en 1995 el instituto empezó a llevar información sobre este flujo de capitales.
Aunque el monto de dólares que ingresó fue menor en 2009, la devaluación del peso frente al dólar, en torno a 25 por ciento respecto de los niveles de septiembre de 2008, compensó en parte el ingreso en pesos de las familias que recibieron remesas.
Sólo en diciembre las remesas fueron de mil 560 millones de dólares, 12 por ciento menos que en el mismo periodo de 2008.
El gobernador del BdeM, Agustín Carstens, comentó ayer que en diciembre las remesas fueron ligeramente mayores a las de noviembre anterior, cuando totalizaron mil 495 millones de dólares.“Es una sola cifra pero puede indicar que hay una estabilización en la caída del ingreso por remesas, que es congruente con el comportamiento de la economía de Estados Unidos”, comentó Carstens.
El ingreso de divisas por remesas ha mostrado un comportamiento negativo desde septiembre de 2007. La mayor caída anual ocurrió en octubre pasado, con una contracción de 35 por ciento en comparación con el mismo mes de 2008.
La disminución en el ingreso de remesas ha afectado la capacidad de gasto en el conjunto de la economía, de manera comparable a la reducción en la oferta de crédito.
El Banco de México dijo ayer que la evolución más reciente de algunos determinantes relevantes del gasto doméstico continúa siendo desfavorable, lo cual ha contribuido a la debilidad en la recuperación de la demanda interna. En primer lugar, mencionó, tanto la masa salarial como los niveles de confianza del consumidor continúan ubicándose en niveles especialmente reducidos. Asimismo, los ingresos por remesas familiares siguen mostrando una tendencia negativa. Otro factor que ha contribuido de manera importante al menor dinamismo del gasto doméstico es la evolución del crédito de la banca comercial al consumo, que en octubre-noviembre de 2009 se contrajo 20.7 por ciento real.
El banco central informó que durante 2009 las remesas cayeron a 21 mil 181.17 millones de dólares, cantidad inferior en 15.74 por ciento a las de 2008, cuando sumaron 25 mil 137 millones de dólares. Se trata del mayor descenso anual desde que en 1995 el instituto empezó a llevar información sobre este flujo de capitales.
Aunque el monto de dólares que ingresó fue menor en 2009, la devaluación del peso frente al dólar, en torno a 25 por ciento respecto de los niveles de septiembre de 2008, compensó en parte el ingreso en pesos de las familias que recibieron remesas.
Sólo en diciembre las remesas fueron de mil 560 millones de dólares, 12 por ciento menos que en el mismo periodo de 2008.
El gobernador del BdeM, Agustín Carstens, comentó ayer que en diciembre las remesas fueron ligeramente mayores a las de noviembre anterior, cuando totalizaron mil 495 millones de dólares.“Es una sola cifra pero puede indicar que hay una estabilización en la caída del ingreso por remesas, que es congruente con el comportamiento de la economía de Estados Unidos”, comentó Carstens.
El ingreso de divisas por remesas ha mostrado un comportamiento negativo desde septiembre de 2007. La mayor caída anual ocurrió en octubre pasado, con una contracción de 35 por ciento en comparación con el mismo mes de 2008.
La disminución en el ingreso de remesas ha afectado la capacidad de gasto en el conjunto de la economía, de manera comparable a la reducción en la oferta de crédito.
El Banco de México dijo ayer que la evolución más reciente de algunos determinantes relevantes del gasto doméstico continúa siendo desfavorable, lo cual ha contribuido a la debilidad en la recuperación de la demanda interna. En primer lugar, mencionó, tanto la masa salarial como los niveles de confianza del consumidor continúan ubicándose en niveles especialmente reducidos. Asimismo, los ingresos por remesas familiares siguen mostrando una tendencia negativa. Otro factor que ha contribuido de manera importante al menor dinamismo del gasto doméstico es la evolución del crédito de la banca comercial al consumo, que en octubre-noviembre de 2009 se contrajo 20.7 por ciento real.
Roberto González Amador, La Jornada, 28 de enero.
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