Los restos del Libertador Simón Bolívar fueron exhumados la madrugada del viernes en Caracas para “certificar científicamente” su autenticidad a través de un examen de ADN, anunció el presidente de Venezuela Hugo Chávez, que participó en la operación.
“¡Qué momentos tan impresionantes hemos vivido esta noche! —declaró casi sin aliento Chávez—. Hemos visto los restos del gran Bolívar. Confieso que hemos llorado, hemos jurado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso”.
En estado casi de éxtasis, Chávez escribió Chávez en la red social Twitter: “¡Dios mío, Dios mío; Cristo mío, Cristo nuestro, mientras oraba en silencio viendo aquellos huesos, pensé en ti! Y cómo hubiese querido y cuánto quise que llegaras y ordenaras como a Lázaro: levántate, Simón, que no es tiempo de morir. ¡De inmediato recordé que Bolívar vive!”.
Y concluyó con esta exclamación que reúne la fuerza de la emoción que sintió: “¡¡Bolívar vive, carajo!! ¡¡Somos su llamarada!!”.
Horas después, en un acto oficial, Chávez mostró imágenes de la operación, realizada por “científicos de España y de Venezuela” en el Panteón Nacional, en la que se tomaron “muestras para los exámenes de ADN, para certificar científicamente que esos son los restos de nuestro padre Bolívar”.
El presidente venezolano quiere comprobar también su hipótesis de que no murió de tuberculosis, como afirma la versión oficial, sino envenado. (En la imagen, foto de archivo de Chávez y su amigo Evo Morales contemplando el altar donde se guardan presuntamente los restos del libertador).
“¡Qué momentos tan impresionantes hemos vivido esta noche! —declaró casi sin aliento Chávez—. Hemos visto los restos del gran Bolívar. Confieso que hemos llorado, hemos jurado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso”.
En estado casi de éxtasis, Chávez escribió Chávez en la red social Twitter: “¡Dios mío, Dios mío; Cristo mío, Cristo nuestro, mientras oraba en silencio viendo aquellos huesos, pensé en ti! Y cómo hubiese querido y cuánto quise que llegaras y ordenaras como a Lázaro: levántate, Simón, que no es tiempo de morir. ¡De inmediato recordé que Bolívar vive!”.
Y concluyó con esta exclamación que reúne la fuerza de la emoción que sintió: “¡¡Bolívar vive, carajo!! ¡¡Somos su llamarada!!”.
Horas después, en un acto oficial, Chávez mostró imágenes de la operación, realizada por “científicos de España y de Venezuela” en el Panteón Nacional, en la que se tomaron “muestras para los exámenes de ADN, para certificar científicamente que esos son los restos de nuestro padre Bolívar”.
El presidente venezolano quiere comprobar también su hipótesis de que no murió de tuberculosis, como afirma la versión oficial, sino envenado. (En la imagen, foto de archivo de Chávez y su amigo Evo Morales contemplando el altar donde se guardan presuntamente los restos del libertador).
La Crónica, 17 de julio.
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