En su homilía, el arzobispo de Yucatán recordó a los sacerdotes bajo su jerarquía, quienes se encuentran comisionados en Quintana Roo, que si bien su misión es orientar a la comunidad “no es misión de la Iglesia dar respuestas concretas a los problemas sociales de cada momento o de cada lugar, pues esta es misión del Estado”.
Indicó que el mensaje del CEM también aplica para todas las 14 entidades restantes en las que habrá comicios este domingo.
“La sociedad justa no puede ser obra de la Iglesia, sino de la política. La Iglesia puede ayudar a la consecución de los objetivos de justicia social a través de orientaciones morales, de la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia o de la sensibilización de las conciencias en los graves problemas de la sociedad. Pero no debe emprender por cuenta propia la empresa política de realizar la sociedad más justa posible”, recordó.
Dijo que es importante recordar a los sacerdotes su papel en este proceso electoral y en general en la vida pública: “Los sacerdotes somos testigos de las realidades terrenas, no podemos permanecer ajenos a los aconteceres humanos. Se tiene por ello una específica obligación de no conformarse con este mundo… como persona consagrada a Cristo y llamado a identificarse de una manera especial al Señor, se tiene como una función especial de llevar la luz del Evangelio entre sus hermanos los hombres… por su especial dedicación a la cosas divinas, deben ser especialmente sensibles a las injusticias de este mundo y a la pobreza y demás lacras sociales”, reiteró.
Mérida. Daniel Barquet, Milenio, 4 de julio.
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