El ex jefe de la plaza de Guanajuato del cártel de los Beltrán Leyva y ahora testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR), Lucero reveló que funcionarios corruptos de la Policía Federal recibieron parte de 80 millones de dólares por dejar escapar al narcotraficante colombiano, Mauricio Harold Poveda Ortega, El Conejo, a quien identificó como el enlace de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con el cártel mexicano.
Con la captura de Gerardo Vázquez Álvarez, identificado como El Indio o El Chayanne, la PGR obtuvo las evidencias fiscales que demuestran la alianza entre las FARC y los Beltrán Leyva. El testigo protegido Lucero dijo a los investigadores que Poveda Ortega era el contacto con el grupo armado colombiano para el envió de cocaína al cártel de los Beltrán Leyva en México.
El ahora informante de la PGR detalló en marzo pasado cómo funcionaros corruptos de la Policía Federal dejaron en libertad a El Conejo el 22 de octubre de 2008 en el operativo efectuado en una residencia ubicada en la zona del Desierto de Leones en la ciudad de México.
En aquella ocasión, el colombiano celebraba una fiesta cuando elementos de la Policía Federal (PF) irrumpieron en el lugar y lograron la captura de todos los que participaban en el festejo, aunque oficialmente nunca se informó de la detención de Mauricio Harold Poveda Ortega.
Sin embargo, ahora el testigo protegido de la PGR, Lucero, quien trabajó para los Beltrán Leyva hasta hace unos meses, reveló que El Indio reunió 80 millones de dólares para la compra de droga, pero una parte del dinero sirvió para entregársela a funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF).
Hasta ahora los funcionarios que están detenidos de esa corporación por esos hechos son Gerardo Garay Cadena y Jorge Cruz Méndez, quienes de acuerdo con la versión oficial están acusados de robar medio millón de dólares, y uno de ellos, por el abuso de mujeres.
No obstante, el testigo protegido habla de que funcionarios de la SSPF recibieron una parte de ese dinero —quienes conocen de la investigación señalan que fueron 20 millones de dólares— en efectivo a cambio de dejar escapar a El Conejo.
Posteriormente El Conejo, añadió el testigo, le entregó a mi jefe, Gerardo Álvarez Vázquez, unos ranchos en Honduras y otros más en Colombia para justificar el dinero.
El Indio, según Lucero, era el segundo en el mando del cártel de los Beltrán Leyva, incluso por encima de Édgar Valdez Villarreal, (a) La Barbie. Él era quien tenía los contactos en sudamérica, principalmente con los miembros de las FARC y otros cárteles colombianos para la importación de cocaína a México.
Las empresas de transporte
El mismo testigo informó a la PGR que la organización de los Beltrán Leyva posee empresas transportadoras, cuyos vehículos son utilizados para traficar cargamentos de drogas hacia la ciudad de México, en específico a la Central de Abastos.
“Desconozco si algunas de las empresas tienen oficinas en la Central de Abasto pero los trailers que transportan cocaína están acondicionados con frigórificos y compartimientos ocultos. Vienen cargados de plátano de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y entre la fruta viene la droga o el dinero”.
Una de las empresas tranportistas que estaban al servicio de la organización, la manejaba Carlos Montemayor, El Compadre, quien es suegro de Édgar Valdez Villarreal, (a) La Barbie. Según el testimonio del informante de la PGR, la empresa tiene oficinas en el estado de México.
Otra de las empresas de transporte era manjeada supuestamente por el hermano de La Barbie y por José Jorge Balderas Garza, El JJ o El Batman, quien fue el que le disparó en la discoteca Bar Bar, ubicada al sur del Distrito Federal, al futbolista Salvador Cabañas. Ambas se encontrarían en Estados Unidos, según la versión del testigo protegido.
Con la captura de Gerardo Vázquez Álvarez, identificado como El Indio o El Chayanne, la PGR obtuvo las evidencias fiscales que demuestran la alianza entre las FARC y los Beltrán Leyva. El testigo protegido Lucero dijo a los investigadores que Poveda Ortega era el contacto con el grupo armado colombiano para el envió de cocaína al cártel de los Beltrán Leyva en México.
El ahora informante de la PGR detalló en marzo pasado cómo funcionaros corruptos de la Policía Federal dejaron en libertad a El Conejo el 22 de octubre de 2008 en el operativo efectuado en una residencia ubicada en la zona del Desierto de Leones en la ciudad de México.
En aquella ocasión, el colombiano celebraba una fiesta cuando elementos de la Policía Federal (PF) irrumpieron en el lugar y lograron la captura de todos los que participaban en el festejo, aunque oficialmente nunca se informó de la detención de Mauricio Harold Poveda Ortega.
Sin embargo, ahora el testigo protegido de la PGR, Lucero, quien trabajó para los Beltrán Leyva hasta hace unos meses, reveló que El Indio reunió 80 millones de dólares para la compra de droga, pero una parte del dinero sirvió para entregársela a funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF).
Hasta ahora los funcionarios que están detenidos de esa corporación por esos hechos son Gerardo Garay Cadena y Jorge Cruz Méndez, quienes de acuerdo con la versión oficial están acusados de robar medio millón de dólares, y uno de ellos, por el abuso de mujeres.
No obstante, el testigo protegido habla de que funcionarios de la SSPF recibieron una parte de ese dinero —quienes conocen de la investigación señalan que fueron 20 millones de dólares— en efectivo a cambio de dejar escapar a El Conejo.
Posteriormente El Conejo, añadió el testigo, le entregó a mi jefe, Gerardo Álvarez Vázquez, unos ranchos en Honduras y otros más en Colombia para justificar el dinero.
El Indio, según Lucero, era el segundo en el mando del cártel de los Beltrán Leyva, incluso por encima de Édgar Valdez Villarreal, (a) La Barbie. Él era quien tenía los contactos en sudamérica, principalmente con los miembros de las FARC y otros cárteles colombianos para la importación de cocaína a México.
Las empresas de transporte
El mismo testigo informó a la PGR que la organización de los Beltrán Leyva posee empresas transportadoras, cuyos vehículos son utilizados para traficar cargamentos de drogas hacia la ciudad de México, en específico a la Central de Abastos.
“Desconozco si algunas de las empresas tienen oficinas en la Central de Abasto pero los trailers que transportan cocaína están acondicionados con frigórificos y compartimientos ocultos. Vienen cargados de plátano de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y entre la fruta viene la droga o el dinero”.
Una de las empresas tranportistas que estaban al servicio de la organización, la manejaba Carlos Montemayor, El Compadre, quien es suegro de Édgar Valdez Villarreal, (a) La Barbie. Según el testimonio del informante de la PGR, la empresa tiene oficinas en el estado de México.
Otra de las empresas de transporte era manjeada supuestamente por el hermano de La Barbie y por José Jorge Balderas Garza, El JJ o El Batman, quien fue el que le disparó en la discoteca Bar Bar, ubicada al sur del Distrito Federal, al futbolista Salvador Cabañas. Ambas se encontrarían en Estados Unidos, según la versión del testigo protegido.
Francisco Gómez, EL Universal, 9 de julio.
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