SINALOA.— Detractor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por no encontrar condiciones para postularse y controvertido candidato de la alianza PAN, PRD y Convergencia, Mario López Valdez, Malova, hoy sólo acepta el epíteto de “gobernador”.
Ya está en posibilidad de resumir la contienda en la que sin tregua, se enfrentó a Jesús Vizcarra Calderón, postulado por la coalición PRI-PVEM y Nueva Alianza. Fue una feria de acusaciones. “Y aquí parece que corazón mató a billete”, suelta López Valdez en el momento en que 60% de los votos computados lo favorece.
Y es que su acrónimo —conocida marca de las ferreterías que posee en el estado— llevó un corazón en el punto central hasta la mitad de la campaña. El Tribunal Estatal Electoral, por una impugnación del equipo vizcarrista, lo obligó a modificarlo.
No fue la única afrenta. Pagó una multa de mil 250 salarios mínimos, casi 68 mil pesos, por adelantar proselitismo cuando se registró ante el PAN.
A unas horas de consumarse su triunfo como gobernador, Malova asegura que la estrategia para rearmar el devastado mapa sinaloense debe ser dinámica. Reconoce a su opositor como un guerrero que jamás se dobló. Luego sostiene que dejará caer una espada en contra de los impunes. A su gobierno quiere llamar a “todos”, incluso a Andrés Manuel López Obrador, si lo encuentra útil para Sinaloa.
En cuanto a Beatriz Paredes, líder del PRI, no volverá a escribirle.
¿Es triunfador de un proceso justo?
Fui electo en un proceso con una gran participación, donde tuve el mayor número de votos. Si ponemos en el terreno que es justo un proceso que lo gana el que tiene el mayor número de votos, podemos decir que sí fue justo.
En el debate, usted le dijo a su contrincante: “Tú y yo no somos iguales”, y el contexto que eran los supuestos vínculos de ambos con el narco. Si lo pensamos como personaje, ¿quién era su contendiente?
Competí contra un hombre que habría que reconocerle su espíritu combativo. Habría que reconocerle que fue un guerrero que no se daba por vencido, que luchó hasta el final. Cualquier otro en su lugar, con lo que vivió, se hubiese doblado y él no se dobló.
¿Se lo reconoce?
Se lo tengo que reconocer yo y cualquiera. Es hombre de lucha, un luchón. Bueno, pero nos topamos dos guerreros y uno tenía que perder.
¿Lo llamaría usted al gabinete en su afán de inclusión?
Estoy llamando a todos los sinaloenses. Aquí caben todos.
Durante la campaña, ¿usted sólo contendió contra Jesús Vizcarra Calderón? ¿O se enfrentaba también al poderío del dinero?
El abstencionismo fue un rival. El voto nulo que ellos impulsaron fue rival. Pero esas cosas palidecieron ante la alta participación de los ciudadanos.
¿Y el poder del dinero?
Aquí, corazón mató a billete.
Ha dicho usted que hay deseo de sangre, ¿la sangre de quién?
Ya no más sangre en Sinaloa. Eso es un lema. Hay muchos que quieren que se ajusten tuercas y que se obligue a rendir cuentas a aquellos que pudiesen haber violentado la ley.
¿Y ello está vinculado al proceso electoral o a la inseguridad?
Al proceso electoral. Pero yo les he dicho que no vengo en una campaña de cacería de brujas o de revanchismo, pero tampoco vengo a ser tapadera de nadie. No cubriré impunemente a aquellos que pudiesen haber hecho algo. He expresado que dejaré caer la espada de la justicia y si está alguien abajo, no es problema de la espada, es problema del que está abajo.
En su nueva circunstancia, ¿le volvería a escribir a Beatriz Paredes, presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional?
La carta que le escribí fue de renuncia. Ya no tengo que escribir otra. Le mandé una de renuncia al proceso interno. Yo veía que no estaba en condiciones de parcialidad. Para la renuncia al PRI ni siquiera carta mandé.
¿Y Andrés Manuel López Obrador le merece una carta?
Yo no le mando una carta ni a Eufemia. López Obrador, cuando vino a Sinaloa, dijo que no me apoyaba y yo tengo que respetar a todos. A los que me apoyan y a los que no me apoyan. No le interesó. Creo que no es necesario. Si López Obrador le fuera útil a Sinaloa yo iría en busca de él.
En cuanto al crimen en el territorio que está usted por gobernar, tantas organizaciones de seguridad detrás del mismo objetivo, ¿contribuyeron con el caos?
La lucha nadie puede decir que no es importante. Todo mundo tendría que estar avalando esa lucha. El que pretenda descalificarla, como que no está consciente que es la mayor demanda de los ciudadanos. Aquí lo que cabría es analizar si la estrategia que se está utilizando es la correcta.
¿La analizará para cambiarla?
Se tiene que estar analizando porque los que andan en ese mundo están muy actualizados. Y no nos debe dar miedo el cambio como no les dio a los sinaloenses este cambio de 2010.
¿Por dónde debe ir la inteligencia?
Por varios frentes. Estoy por la policía única. Hay que traer a Sinaloa la modificación que se hizo al sistema de la justicia penal donde se tiene que poner y aterrizar la modificación que abre los juicios orales. Hay que revisar cómo están funcionando los sistemas penitenciarios, que ni readaptan ni detienen ni tampoco garantizan la vida. Hay que revisar la forma en que trabajan los jueces, los ministerios públicos y los magistrados. Ellos tienen mucho que ver con que haya una gran impunidad. Eso provoca que resulte seguro y rentable ser delincuente.
Como senador, presentó la iniciativa de Ley de Alto Riesgo para proteger a comunicadores, ¿el periodista sinaloense es de alto riesgo?
Sí, porque el alto riesgo es cuando tocas a los políticos, al crimen organizado, cuando tocas los intereses económicos. Los periodistas de aquí, de manera natural corren un riesgo.
¿Podría entonces ser Sinaloa el microcosmos para empezar con una legislación protectora de los periodistas en coberturas de riesgo?
Claro que sí. Puede ser. Es una ley que se tiene que aprobar a nivel federal y que también puede estar legislada en los estados. Esa ley la dejamos allá. No ha transitado. Valoraremos en la localidad si es procedente
Ya está en posibilidad de resumir la contienda en la que sin tregua, se enfrentó a Jesús Vizcarra Calderón, postulado por la coalición PRI-PVEM y Nueva Alianza. Fue una feria de acusaciones. “Y aquí parece que corazón mató a billete”, suelta López Valdez en el momento en que 60% de los votos computados lo favorece.
Y es que su acrónimo —conocida marca de las ferreterías que posee en el estado— llevó un corazón en el punto central hasta la mitad de la campaña. El Tribunal Estatal Electoral, por una impugnación del equipo vizcarrista, lo obligó a modificarlo.
No fue la única afrenta. Pagó una multa de mil 250 salarios mínimos, casi 68 mil pesos, por adelantar proselitismo cuando se registró ante el PAN.
A unas horas de consumarse su triunfo como gobernador, Malova asegura que la estrategia para rearmar el devastado mapa sinaloense debe ser dinámica. Reconoce a su opositor como un guerrero que jamás se dobló. Luego sostiene que dejará caer una espada en contra de los impunes. A su gobierno quiere llamar a “todos”, incluso a Andrés Manuel López Obrador, si lo encuentra útil para Sinaloa.
En cuanto a Beatriz Paredes, líder del PRI, no volverá a escribirle.
¿Es triunfador de un proceso justo?
Fui electo en un proceso con una gran participación, donde tuve el mayor número de votos. Si ponemos en el terreno que es justo un proceso que lo gana el que tiene el mayor número de votos, podemos decir que sí fue justo.
En el debate, usted le dijo a su contrincante: “Tú y yo no somos iguales”, y el contexto que eran los supuestos vínculos de ambos con el narco. Si lo pensamos como personaje, ¿quién era su contendiente?
Competí contra un hombre que habría que reconocerle su espíritu combativo. Habría que reconocerle que fue un guerrero que no se daba por vencido, que luchó hasta el final. Cualquier otro en su lugar, con lo que vivió, se hubiese doblado y él no se dobló.
¿Se lo reconoce?
Se lo tengo que reconocer yo y cualquiera. Es hombre de lucha, un luchón. Bueno, pero nos topamos dos guerreros y uno tenía que perder.
¿Lo llamaría usted al gabinete en su afán de inclusión?
Estoy llamando a todos los sinaloenses. Aquí caben todos.
Durante la campaña, ¿usted sólo contendió contra Jesús Vizcarra Calderón? ¿O se enfrentaba también al poderío del dinero?
El abstencionismo fue un rival. El voto nulo que ellos impulsaron fue rival. Pero esas cosas palidecieron ante la alta participación de los ciudadanos.
¿Y el poder del dinero?
Aquí, corazón mató a billete.
Ha dicho usted que hay deseo de sangre, ¿la sangre de quién?
Ya no más sangre en Sinaloa. Eso es un lema. Hay muchos que quieren que se ajusten tuercas y que se obligue a rendir cuentas a aquellos que pudiesen haber violentado la ley.
¿Y ello está vinculado al proceso electoral o a la inseguridad?
Al proceso electoral. Pero yo les he dicho que no vengo en una campaña de cacería de brujas o de revanchismo, pero tampoco vengo a ser tapadera de nadie. No cubriré impunemente a aquellos que pudiesen haber hecho algo. He expresado que dejaré caer la espada de la justicia y si está alguien abajo, no es problema de la espada, es problema del que está abajo.
En su nueva circunstancia, ¿le volvería a escribir a Beatriz Paredes, presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional?
La carta que le escribí fue de renuncia. Ya no tengo que escribir otra. Le mandé una de renuncia al proceso interno. Yo veía que no estaba en condiciones de parcialidad. Para la renuncia al PRI ni siquiera carta mandé.
¿Y Andrés Manuel López Obrador le merece una carta?
Yo no le mando una carta ni a Eufemia. López Obrador, cuando vino a Sinaloa, dijo que no me apoyaba y yo tengo que respetar a todos. A los que me apoyan y a los que no me apoyan. No le interesó. Creo que no es necesario. Si López Obrador le fuera útil a Sinaloa yo iría en busca de él.
En cuanto al crimen en el territorio que está usted por gobernar, tantas organizaciones de seguridad detrás del mismo objetivo, ¿contribuyeron con el caos?
La lucha nadie puede decir que no es importante. Todo mundo tendría que estar avalando esa lucha. El que pretenda descalificarla, como que no está consciente que es la mayor demanda de los ciudadanos. Aquí lo que cabría es analizar si la estrategia que se está utilizando es la correcta.
¿La analizará para cambiarla?
Se tiene que estar analizando porque los que andan en ese mundo están muy actualizados. Y no nos debe dar miedo el cambio como no les dio a los sinaloenses este cambio de 2010.
¿Por dónde debe ir la inteligencia?
Por varios frentes. Estoy por la policía única. Hay que traer a Sinaloa la modificación que se hizo al sistema de la justicia penal donde se tiene que poner y aterrizar la modificación que abre los juicios orales. Hay que revisar cómo están funcionando los sistemas penitenciarios, que ni readaptan ni detienen ni tampoco garantizan la vida. Hay que revisar la forma en que trabajan los jueces, los ministerios públicos y los magistrados. Ellos tienen mucho que ver con que haya una gran impunidad. Eso provoca que resulte seguro y rentable ser delincuente.
Como senador, presentó la iniciativa de Ley de Alto Riesgo para proteger a comunicadores, ¿el periodista sinaloense es de alto riesgo?
Sí, porque el alto riesgo es cuando tocas a los políticos, al crimen organizado, cuando tocas los intereses económicos. Los periodistas de aquí, de manera natural corren un riesgo.
¿Podría entonces ser Sinaloa el microcosmos para empezar con una legislación protectora de los periodistas en coberturas de riesgo?
Claro que sí. Puede ser. Es una ley que se tiene que aprobar a nivel federal y que también puede estar legislada en los estados. Esa ley la dejamos allá. No ha transitado. Valoraremos en la localidad si es procedente
Linaloe López en Sinaloa, El Universal, 6 de julio.
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