MADRID.— “Este es el comienzo de una nueva etapa para Cuba y para los cubanos”. Así de contundente se mostró ayer el periodista Ricardo González, uno de los siete ex presos cubanos que llegaron a España tras ser liberados por el gobierno de Raúl Castro, como consecuencia de la mediación de la Iglesia católica y del gobierno español.
González era uno de los presos más emblemáticos del llamado Grupo de los 75, detenido en abril de 2003 y acusado de conspirar contra Cuba y confabular con Estados Unidos para derrocar al régimen comunista. Entonces, el periodista fue condenado a 20 años de cárcel.
Ayer, procedente de la cárcel cubana Combinado del Este, donde ha pasado los últimos siete años, llegó a Madrid junto con el resto de los presos liberados: Léster González, Omar Ruiz (de la agencia Grupo de Trabajo Decoro), Antonio Villarreal, Julio César Gálvez, José Luis García Paneque (de la agencia informativa Libertad) y Pablo Pacheco (de la agencia CAPI).
En un hotel
Los primeros excarcelados aterrizaron ayer en España en dos vuelos regulares acompañados por 33 familiares y fueron trasladados a un hotel de Madrid hasta que se les proporcione una residencia que sea definitiva. Todos podrán regresar a Cuba libremente, ya que tienen estatuto de emigrantes y no de asilados políticos. Hoy viajarán a España tres presos más, acompañados de 13 familiares, y mañana uno más con 12 familiares.
Desde el aeropuerto de Madrid-Barajas, visiblemente emocionados y con rostros cansados, los hoy ex presos posaron para los fotógrafos haciendo la señal de la victoria y luego leyeron una declaración ante los medios de comunicación.
“Somos la avanzada de un grupo mayor de prisioneros de conciencia que acaba de tomar tierra después de siete años de cautiverio”, leyó el periodista Julio César Gálvez. “Y somos vía de un camino que puede ser el comienzo de un cambio en el país”, añadió.
Gálvez calificó el gesto de su puesta en libertad como una “apertura” que ha sido posible “gracias a la lucha de miles de cubanos por la paz y la democracia”, dijo. Recordó a Orlando Zapata, fallecido tras una huelga de hambre de 83 días; a Guillermo Fariñas, que se mantuvo en huelga durante 135 días y continúa preso en La Habana; a las Damas de Blanco y a los cubanos que viven en el exilio.
El periodista Ricardo González aseguró que la palabra “cambio” recorre Cuba. “El exilio es una prolongación de la lucha y se puede luchar de muchas formas, pero nosotros tenemos plena fe en la palabra, plena fe en el diálogo y extraordinaria fe en que el cambio es inevitable”, señaló. Confió en que “dada la seriedad de la Iglesia y del gobierno español, todos los presos de conciencia serán liberados”.
El senador del PP Alejandro Muñoz Alonso dijo que la decisión de liberar a los presos se debe a la muerte de Zapata, a la protesta posterior Fariñas y a la presión de la comunidad internacional. Se mostró contrario a que la Unión Europea le haga “el regalo” al régimen de “tirar abajo la Posición Común”.
Por su parte, el diputado de Convergencia i Unió (nacionalistas catalanes CiU) Jordi Xucla señaló al ministro que no le iba a “regatear las felicitaciones por aquello que se ha conseguido” junto con la mediación de la Iglesia cubana, pero rechazó que en la isla se haya producido un “giro histórico” con la decisión de liberar a los presos políticos.
“De momento, Cuba sigue siendo un régimen dictatorial y no ha enviado ninguna señal de querer cumplir con los criterios de la Posición Común. Hoy por hoy no expresa su deseo de evolucionar”, aseguró
González era uno de los presos más emblemáticos del llamado Grupo de los 75, detenido en abril de 2003 y acusado de conspirar contra Cuba y confabular con Estados Unidos para derrocar al régimen comunista. Entonces, el periodista fue condenado a 20 años de cárcel.
Ayer, procedente de la cárcel cubana Combinado del Este, donde ha pasado los últimos siete años, llegó a Madrid junto con el resto de los presos liberados: Léster González, Omar Ruiz (de la agencia Grupo de Trabajo Decoro), Antonio Villarreal, Julio César Gálvez, José Luis García Paneque (de la agencia informativa Libertad) y Pablo Pacheco (de la agencia CAPI).
En un hotel
Los primeros excarcelados aterrizaron ayer en España en dos vuelos regulares acompañados por 33 familiares y fueron trasladados a un hotel de Madrid hasta que se les proporcione una residencia que sea definitiva. Todos podrán regresar a Cuba libremente, ya que tienen estatuto de emigrantes y no de asilados políticos. Hoy viajarán a España tres presos más, acompañados de 13 familiares, y mañana uno más con 12 familiares.
Desde el aeropuerto de Madrid-Barajas, visiblemente emocionados y con rostros cansados, los hoy ex presos posaron para los fotógrafos haciendo la señal de la victoria y luego leyeron una declaración ante los medios de comunicación.
“Somos la avanzada de un grupo mayor de prisioneros de conciencia que acaba de tomar tierra después de siete años de cautiverio”, leyó el periodista Julio César Gálvez. “Y somos vía de un camino que puede ser el comienzo de un cambio en el país”, añadió.
Gálvez calificó el gesto de su puesta en libertad como una “apertura” que ha sido posible “gracias a la lucha de miles de cubanos por la paz y la democracia”, dijo. Recordó a Orlando Zapata, fallecido tras una huelga de hambre de 83 días; a Guillermo Fariñas, que se mantuvo en huelga durante 135 días y continúa preso en La Habana; a las Damas de Blanco y a los cubanos que viven en el exilio.
El periodista Ricardo González aseguró que la palabra “cambio” recorre Cuba. “El exilio es una prolongación de la lucha y se puede luchar de muchas formas, pero nosotros tenemos plena fe en la palabra, plena fe en el diálogo y extraordinaria fe en que el cambio es inevitable”, señaló. Confió en que “dada la seriedad de la Iglesia y del gobierno español, todos los presos de conciencia serán liberados”.
El senador del PP Alejandro Muñoz Alonso dijo que la decisión de liberar a los presos se debe a la muerte de Zapata, a la protesta posterior Fariñas y a la presión de la comunidad internacional. Se mostró contrario a que la Unión Europea le haga “el regalo” al régimen de “tirar abajo la Posición Común”.
Por su parte, el diputado de Convergencia i Unió (nacionalistas catalanes CiU) Jordi Xucla señaló al ministro que no le iba a “regatear las felicitaciones por aquello que se ha conseguido” junto con la mediación de la Iglesia cubana, pero rechazó que en la isla se haya producido un “giro histórico” con la decisión de liberar a los presos políticos.
“De momento, Cuba sigue siendo un régimen dictatorial y no ha enviado ninguna señal de querer cumplir con los criterios de la Posición Común. Hoy por hoy no expresa su deseo de evolucionar”, aseguró
Ana Anabitarte corresponsal, EL Universal, 14 de julio.
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