El canciller de España, Miguel Ángel Moratinos, y el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, se entrevistaron ayer con el presidente Raúl Castro y acto seguido se anunció la gradual excarcelación de 52 opositores presos. Los cinco primeros “podrán salir en breve” hacia Madrid “en compañía de sus familias”.
Los 47 que restan de los que fueron detenidos en 2003, serán puestos en libertad y podrán salir del país “en un periodo de tres a cuatro meses a partir de este momento”, afirmó el Arzobispado de La Habana, que desde el inicio del diálogo abierto en mayo entre Castro, el cardenal Ortega y monseñor Dionisio García, ha asumido la responsabilidad de informar sobre el tema.
“Este proceso ha tomado en consideración las propuestas expresadas previamente al cardenal Ortega por los familiares de los presos”, puntualizó. También informó que otros seis presos serán trasladados a cárceles en sus provincias de residencia, con lo cual se elevará a 18 el número de convictos reubicados de esa forma, algunos en granjas de trabajo bajo régimen de vigilancia.
El cardenal Ortega calificó de “muy positivo” el compromiso del gobierno de liberar a 52 presos políticos a partir de “las próximas horas” y en un máximo de cuatro meses, y auguró que el proceso avanzará con “agilidad”, en su primera reacción a la decisión oficial. Esto es “muy positivo, creo que fue muy positivo y que las cosas avanzarán así, aunque se diga que tres o cuatro meses, pero creo que comienzan con cierta agilidad a avanzar y seguirán avanzando así”, dijo Ortega acerca del resultado de su reunión ayer con el presidente Raúl Castro.
El primer preso puesto en libertad como consecuencia de este diálogo es Ariel Sigler, quien padece visibles limitaciones motoras y cumplía una condena de 20 años. Sigler solicitó y obtuvo tras su excarcelación visa de entrada a Estados Unidos, para someterse a tratamiento médico.
Moratinos, por su parte, afirmó que las excarcelaciones, las mayores desde la visita del papa Juan Pablo II en 1998 (se liberaron a unos 300 presos políticos y comunes), abren “una nueva etapa” en la perspectiva “de zanjar definitivamente la cuestión de los presos”.
Moratinos calificó de “muy cordial” el diálogo con Castro y agregó que “ya no hay ninguna razón para mantener la posición común por parte la Unión Europea”. El canciller dijo que “eso es lo que mis colegas (de la UE) me pidieron (al viajar a Cuba), que si podíamos zanjar el problema de los presos se levantaría” esa política de sanciones a la isla.
Moratinos añadió que espera que las excarcelaciones ayuden a mejorar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos después de medio siglo de diferendo político. “Este paso tiene que ayudar lógicamente a las relaciones con Estados Unidos, porque ya no hay ningún pretexto, decían que hacía falta algunas decisiones del gobierno cubano que se han producido”, dijo el canciller español.
“Respetando la decisión de cada país, de cada Estado, creo que (en EU) valorarán positivamente esta nueva situación”, agregó Moratinos. Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, dijo que el gobierno de EU está “trabajando” para confirmar la excarcelación de los primeros cinco prisioneros. “Se consideraría la liberación de prisioneros como un hecho positivo, pero estamos buscando más información para confirmar los hechos”, dijo.
Fariñas espera liberación de los cinco primeros
Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde el 24 de febrero por “la excarcelación de 26 presos políticos enfermos”, esperará “hasta la excarcelación de los cinco primeros presos” para decidir si suspende, modula o continúa su protesta, informó a MILENIO anoche Carlos Valhuerdi, que fungió como su vocero. Fariñas fue informado del acuerdo por el obispo de Santa Clara (centro), Arturo González, quien lo visitó en el hospital.
Lizet Zamora, allegada a Fariñas, informó que al disidente le sugirieron que “comience a tomar líquidos”, lo que equivaldría a ir desmontado gradualmente la huelga. El titular de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, consideró que “el gobierno no va a ir más lejos”, y dijo que uno de los reclamos básicos de la disidencia “es un cambio en el código penal para que las cárceles no vuelvan a llenarse”. El opositor Oscar Espinosa Chepe calificó de “excelente” la excarcelación de los 52 convictos, pero advirtió que “ahora lo que hay que ver es que esas liberaciones no sean condicionadas”.
La Habana. Manuel Juan Somoza, Milenio, 8 de julio.
Los 47 que restan de los que fueron detenidos en 2003, serán puestos en libertad y podrán salir del país “en un periodo de tres a cuatro meses a partir de este momento”, afirmó el Arzobispado de La Habana, que desde el inicio del diálogo abierto en mayo entre Castro, el cardenal Ortega y monseñor Dionisio García, ha asumido la responsabilidad de informar sobre el tema.
“Este proceso ha tomado en consideración las propuestas expresadas previamente al cardenal Ortega por los familiares de los presos”, puntualizó. También informó que otros seis presos serán trasladados a cárceles en sus provincias de residencia, con lo cual se elevará a 18 el número de convictos reubicados de esa forma, algunos en granjas de trabajo bajo régimen de vigilancia.
El cardenal Ortega calificó de “muy positivo” el compromiso del gobierno de liberar a 52 presos políticos a partir de “las próximas horas” y en un máximo de cuatro meses, y auguró que el proceso avanzará con “agilidad”, en su primera reacción a la decisión oficial. Esto es “muy positivo, creo que fue muy positivo y que las cosas avanzarán así, aunque se diga que tres o cuatro meses, pero creo que comienzan con cierta agilidad a avanzar y seguirán avanzando así”, dijo Ortega acerca del resultado de su reunión ayer con el presidente Raúl Castro.
El primer preso puesto en libertad como consecuencia de este diálogo es Ariel Sigler, quien padece visibles limitaciones motoras y cumplía una condena de 20 años. Sigler solicitó y obtuvo tras su excarcelación visa de entrada a Estados Unidos, para someterse a tratamiento médico.
Moratinos, por su parte, afirmó que las excarcelaciones, las mayores desde la visita del papa Juan Pablo II en 1998 (se liberaron a unos 300 presos políticos y comunes), abren “una nueva etapa” en la perspectiva “de zanjar definitivamente la cuestión de los presos”.
Moratinos calificó de “muy cordial” el diálogo con Castro y agregó que “ya no hay ninguna razón para mantener la posición común por parte la Unión Europea”. El canciller dijo que “eso es lo que mis colegas (de la UE) me pidieron (al viajar a Cuba), que si podíamos zanjar el problema de los presos se levantaría” esa política de sanciones a la isla.
Moratinos añadió que espera que las excarcelaciones ayuden a mejorar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos después de medio siglo de diferendo político. “Este paso tiene que ayudar lógicamente a las relaciones con Estados Unidos, porque ya no hay ningún pretexto, decían que hacía falta algunas decisiones del gobierno cubano que se han producido”, dijo el canciller español.
“Respetando la decisión de cada país, de cada Estado, creo que (en EU) valorarán positivamente esta nueva situación”, agregó Moratinos. Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, dijo que el gobierno de EU está “trabajando” para confirmar la excarcelación de los primeros cinco prisioneros. “Se consideraría la liberación de prisioneros como un hecho positivo, pero estamos buscando más información para confirmar los hechos”, dijo.
Fariñas espera liberación de los cinco primeros
Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde el 24 de febrero por “la excarcelación de 26 presos políticos enfermos”, esperará “hasta la excarcelación de los cinco primeros presos” para decidir si suspende, modula o continúa su protesta, informó a MILENIO anoche Carlos Valhuerdi, que fungió como su vocero. Fariñas fue informado del acuerdo por el obispo de Santa Clara (centro), Arturo González, quien lo visitó en el hospital.
Lizet Zamora, allegada a Fariñas, informó que al disidente le sugirieron que “comience a tomar líquidos”, lo que equivaldría a ir desmontado gradualmente la huelga. El titular de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, consideró que “el gobierno no va a ir más lejos”, y dijo que uno de los reclamos básicos de la disidencia “es un cambio en el código penal para que las cárceles no vuelvan a llenarse”. El opositor Oscar Espinosa Chepe calificó de “excelente” la excarcelación de los 52 convictos, pero advirtió que “ahora lo que hay que ver es que esas liberaciones no sean condicionadas”.
La Habana. Manuel Juan Somoza, Milenio, 8 de julio.
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