Estamos en los límites” para mantener con vida a Guillermo Fariñas, quien se niega a renunciar a su huelga de hambre por la excarcelación de “26 presos políticos enfermos”, informó ayer el doctor Armando Caballero, jefe del equipo de diez especialistas que lo atienden.
El cuidado de Fariñas cuesta a la salud pública cubana unos “mil 300 dólares” diarios y pese al uso de “medicamentos de última generación”, la ciencia tiene un límite, advirtió Caballero en su primer declaración pública desde que el disidente inició la protesta hace 130 días.
No obstante de encontrarse en estado “grave, crítico” en el hospital provincial de Santa Clara (centro), Fariñas se mantiene “consciente, orientado, en pleno uso de sus facultades mentales” y de acuerdo con la ética médica “está en su derecho de aceptar o no” el pedido de los médicos de que se alimente por vía oral, recordó el especialista.
“Este es, a mi criterio, un mal derecho que tiene la gente a matarse”, agregó Caballero, que por segunda vez, desde 2006, trata de salvar al opositor, quien hace cuatro años cumplió 251 días de huelga en el mismo hospital en demanda de libre acceso a internet, reclamo que nunca logró.
Caballero informó, además, que luego de detectársele un coágulo en las venas del cuello —si se desprende acabaría con su vida en segundos—, Fariñas ha registrado “una discreta mejoría”, aunque no se descarta “una complicación más seria”.
La familia del disidente, las autoridades locales, la Iglesia católica, varios gobiernos extranjeros y sectores de la oposición interna han pedido a Fariñas que “deponga su actitud”.
Sin embargo, Alicia Hernández, madre de Fariñas, interpretó ayer el artículo publicado en el diario oficial Granma sobre la salud de su hijo como un intento del gobierno de “evadir responsabilidad” ante el estado crítico del opositor.
Hernández declaró a EFE que “es cierto” todo lo informado por el diario, pero resaltó que no coincide con ese texto cuando deja “entrever” la posibilidad de que Fariñas se hubiera alimentado durante las dos primeras semanas del ayuno, cuando aún no estaba hospitalizado.
El disidente Elizardo Sánchez, también calificó ayer de “cortina de humo” la entrevista a Caballero y dijo a un medio español que el gobierno será “responsable” de su muerte por no acceder a sus demandas.
La suerte de este opositor podría figurar en la agenda que cumplirá a partir del martes en La Habana el canciller español, Miguel Ángel Moratinos.
El huelguista rechazó una propuesta de España para trasladarlo y atenderlo en Madrid. “El dice que (…) aquí está la gente que le ha salvado la vida y él confía en nuestra medicina”, declaró Caballero.
En la extensa entrevista al médico por el Granma, en ningún momento ni el especialista ni el entrevistador tildaron a Fariñas de “mercenario”, como el gobierno suele catalogar a sus opositores.
Por otra parte, Cuba se mantiene a la espera de la extradición del salvadoreño Francisco Chávez Abraca, acusado de varios atentados con bombas a instalaciones de Cuba y México, y mano derecha de Luis Posada Carriles. Abarca fue detenido en Venezuela y, a solicitud de La Habana, era buscado con por Interpol.
Claves
Piñera interviene
El presidente chileno, Sebastián Piera, anunció ayer que pedirá a Naciones Unidas que haga todas las gestiones necesarias para evitar la muerte de Guillermo Fariñas.
“Le he pedido a nuestro ministro de Relaciones Exteriores y a nuestro embajador en Naciones Unidas que hagan todas las gestiones necesarias” frente a Cuba y la ONU para intentar salvar la vida de Guillermo Fariñas, aseguró el mandatario.
La Habana/Manuel Juan Somoza, Milenio, 4 de julio.
El cuidado de Fariñas cuesta a la salud pública cubana unos “mil 300 dólares” diarios y pese al uso de “medicamentos de última generación”, la ciencia tiene un límite, advirtió Caballero en su primer declaración pública desde que el disidente inició la protesta hace 130 días.
No obstante de encontrarse en estado “grave, crítico” en el hospital provincial de Santa Clara (centro), Fariñas se mantiene “consciente, orientado, en pleno uso de sus facultades mentales” y de acuerdo con la ética médica “está en su derecho de aceptar o no” el pedido de los médicos de que se alimente por vía oral, recordó el especialista.
“Este es, a mi criterio, un mal derecho que tiene la gente a matarse”, agregó Caballero, que por segunda vez, desde 2006, trata de salvar al opositor, quien hace cuatro años cumplió 251 días de huelga en el mismo hospital en demanda de libre acceso a internet, reclamo que nunca logró.
Caballero informó, además, que luego de detectársele un coágulo en las venas del cuello —si se desprende acabaría con su vida en segundos—, Fariñas ha registrado “una discreta mejoría”, aunque no se descarta “una complicación más seria”.
La familia del disidente, las autoridades locales, la Iglesia católica, varios gobiernos extranjeros y sectores de la oposición interna han pedido a Fariñas que “deponga su actitud”.
Sin embargo, Alicia Hernández, madre de Fariñas, interpretó ayer el artículo publicado en el diario oficial Granma sobre la salud de su hijo como un intento del gobierno de “evadir responsabilidad” ante el estado crítico del opositor.
Hernández declaró a EFE que “es cierto” todo lo informado por el diario, pero resaltó que no coincide con ese texto cuando deja “entrever” la posibilidad de que Fariñas se hubiera alimentado durante las dos primeras semanas del ayuno, cuando aún no estaba hospitalizado.
El disidente Elizardo Sánchez, también calificó ayer de “cortina de humo” la entrevista a Caballero y dijo a un medio español que el gobierno será “responsable” de su muerte por no acceder a sus demandas.
La suerte de este opositor podría figurar en la agenda que cumplirá a partir del martes en La Habana el canciller español, Miguel Ángel Moratinos.
El huelguista rechazó una propuesta de España para trasladarlo y atenderlo en Madrid. “El dice que (…) aquí está la gente que le ha salvado la vida y él confía en nuestra medicina”, declaró Caballero.
En la extensa entrevista al médico por el Granma, en ningún momento ni el especialista ni el entrevistador tildaron a Fariñas de “mercenario”, como el gobierno suele catalogar a sus opositores.
Por otra parte, Cuba se mantiene a la espera de la extradición del salvadoreño Francisco Chávez Abraca, acusado de varios atentados con bombas a instalaciones de Cuba y México, y mano derecha de Luis Posada Carriles. Abarca fue detenido en Venezuela y, a solicitud de La Habana, era buscado con por Interpol.
Claves
Piñera interviene
El presidente chileno, Sebastián Piera, anunció ayer que pedirá a Naciones Unidas que haga todas las gestiones necesarias para evitar la muerte de Guillermo Fariñas.
“Le he pedido a nuestro ministro de Relaciones Exteriores y a nuestro embajador en Naciones Unidas que hagan todas las gestiones necesarias” frente a Cuba y la ONU para intentar salvar la vida de Guillermo Fariñas, aseguró el mandatario.
La Habana/Manuel Juan Somoza, Milenio, 4 de julio.
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