Ante los dirigentes del PAN, PRD y Convergencia, los tres gobernadores aliancistas suscribieron un compromiso de 12 puntos donde se comprometen a trasladar las alianzas al plano legislativo y afirmaron que no habrá cacería de brujas contra sus antecesores, pero no permitirán la impunidad y se actuará contra quien violó la ley o incurrió en actos de corrupción.
“Nuestros interés es reconciliar a la sociedad y la mejor manera de hacerlo es actuando con estricto apego a la ley; sin rencores ni impunidad”, establecieron.
En el documento los tres gobernadores electos se comprometieron a que no habrá reparto de cuotas entre las burocracias partidistas y en cambio ejercerán gobiernos austeros y plurales donde no se criminalizará la lucha política ni social.
Los mandatarios aliancistas destacaron su paso por las filas del PRI y no descartaron la posibilidad de integrar miembros del tricolor a sus respectivos gabinetes de gobierno que arrancarán a partir del 1 de diciembre en el caso de Oaxaca, 1 de enero del 2011 en Sinaloa y 1 de febrero en Puebla.
“Yo no soy de los que niego, ni a mis amigos ni a mi familia ni a mis compadres ni mi historia, fui priísta. Ya no más priísta”, atajó el gobernador electo de Sinaloa, Mario López Valdés.
En conferencia de prensa, los gobernadores electos de Oaxaca, Gabino Cué; Puebla, Rafael Moreno Valle; y Sinaloa, Mario López Valdez; acordaron “preservar la vitalidad de las alianzas”, por lo que mantendrán las coaliciones en los congresos legislativos para “construir una agenda progresiva y democrática” que incluya sus propuestas de campaña y se puedan fortalecer sus gobiernos.
Los tres se comprometieron a ejercer los recursos de sus gobiernos de manera austera, transparente y responsable, e incluso de entrada acordaron reducir los gastos suntuarios y los privilegios de los funcionarios públicos.
En el caso de los gastos de publicidad y medios, acotaron, estarán enfocados a informar y dar a conocer las acciones de gobierno.
Los tres mandatarios electos explicaron que apenas arrancarán el proceso de entrega—recepción de la administración en sus estados, y apelaron a la sensibilidad de los gobernadores actuales para que sea una transición tersa y sin fricciones.
CASTIGO A CORRUPCIÓN. No obstante cada uno de ellos advirtió que no permitirán impunidad y se castigarán los actos de corrupción.
“Los funcionarios que incurran en actos de corrupción, por lo menos en mi gobierno, serán sancionados con todo el peso de la ley, igual que serán sancionados los funcionarios del actual gobierno que hayan incurrido en actos de corrupción”, advirtió Rafael Moreno Valle, gobernador electo de Puebla.
López Valdés por su parte insistió en que no recurrirá a “una cacería de brujas”, pero si dejará “caer la espada de la justicia y el que esté abajo, que haya cometido alguna irregularidad y si es acreedor a algún castigo, seguramente el peso de la ley le va a caer”.
El mandatario electo de Oaxaca, Gabino Cué secundó y advirtió que no va por una cacería de brujas, pero tampoco promoverá la impunidad: la gente votó, en el caso de Oaxaca, por no más impunidad, dijo.
“Nuestros interés es reconciliar a la sociedad y la mejor manera de hacerlo es actuando con estricto apego a la ley; sin rencores ni impunidad”, establecieron.
En el documento los tres gobernadores electos se comprometieron a que no habrá reparto de cuotas entre las burocracias partidistas y en cambio ejercerán gobiernos austeros y plurales donde no se criminalizará la lucha política ni social.
Los mandatarios aliancistas destacaron su paso por las filas del PRI y no descartaron la posibilidad de integrar miembros del tricolor a sus respectivos gabinetes de gobierno que arrancarán a partir del 1 de diciembre en el caso de Oaxaca, 1 de enero del 2011 en Sinaloa y 1 de febrero en Puebla.
“Yo no soy de los que niego, ni a mis amigos ni a mi familia ni a mis compadres ni mi historia, fui priísta. Ya no más priísta”, atajó el gobernador electo de Sinaloa, Mario López Valdés.
En conferencia de prensa, los gobernadores electos de Oaxaca, Gabino Cué; Puebla, Rafael Moreno Valle; y Sinaloa, Mario López Valdez; acordaron “preservar la vitalidad de las alianzas”, por lo que mantendrán las coaliciones en los congresos legislativos para “construir una agenda progresiva y democrática” que incluya sus propuestas de campaña y se puedan fortalecer sus gobiernos.
Los tres se comprometieron a ejercer los recursos de sus gobiernos de manera austera, transparente y responsable, e incluso de entrada acordaron reducir los gastos suntuarios y los privilegios de los funcionarios públicos.
En el caso de los gastos de publicidad y medios, acotaron, estarán enfocados a informar y dar a conocer las acciones de gobierno.
Los tres mandatarios electos explicaron que apenas arrancarán el proceso de entrega—recepción de la administración en sus estados, y apelaron a la sensibilidad de los gobernadores actuales para que sea una transición tersa y sin fricciones.
CASTIGO A CORRUPCIÓN. No obstante cada uno de ellos advirtió que no permitirán impunidad y se castigarán los actos de corrupción.
“Los funcionarios que incurran en actos de corrupción, por lo menos en mi gobierno, serán sancionados con todo el peso de la ley, igual que serán sancionados los funcionarios del actual gobierno que hayan incurrido en actos de corrupción”, advirtió Rafael Moreno Valle, gobernador electo de Puebla.
López Valdés por su parte insistió en que no recurrirá a “una cacería de brujas”, pero si dejará “caer la espada de la justicia y el que esté abajo, que haya cometido alguna irregularidad y si es acreedor a algún castigo, seguramente el peso de la ley le va a caer”.
El mandatario electo de Oaxaca, Gabino Cué secundó y advirtió que no va por una cacería de brujas, pero tampoco promoverá la impunidad: la gente votó, en el caso de Oaxaca, por no más impunidad, dijo.
Alejandro Páez, La Crónica, 15 de julio.
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