El comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Salvador Beltrán del Río, se negó ayer a señalar si México era un país seguro para los migrantes que transitan por el País.
Al ser cuestionado en dos ocasiones al respecto en rueda de prensa, el funcionario se limitó a decir que era "un momento difícil y complicado", pero que el Gobierno federal trabajaba para garantizar la seguridad de esta población.
"Es un momento difícil y complicado, pero lo que queremos nosotros transmitirles a los gobiernos y a los propios migrantes es que estamos trabajando por su seguridad con las distintas estrategias que se han venido implementando", indicó.
El funcionario afirmó que a raíz de la masacre de los 72 indocumentados en Tamaulipas, las autoridades federales han tratado de sensibilizar a los países centroamericanos sobre los riesgos de inseguridad para los migrantes en México y que éstos han puesto en marcha campañas en sus países para alertarlos.
"El Salvador ya han lanzado este tipo de alertas, pero también en otros países", precisó.
No obstante, el comisionado del INM remarcó que las bandas que secuestran a los migrantes operan a nivel trasnacional.
Tras la masacre de Tamaulipas, dijo, se tuvo información de que muchos delincuentes ubican a sus víctimas desde sus países de origen y piden el dinero a sus familiares desde Estados Unidos.
"Es un problema que va mas allá de nuestras fronteras".
Por otra parte, dijo que el INM ha ofrecido su apoyo a la caravana de madres hondureñas que buscan a sus hijos en México y que busca reunirse con ellas durante su paso por la Cuidad de México.
Además, comentó que se puso en contacto con la Embajada de Honduras en México para llamarlos a que coadyuven con ellas para encontrarlos.
"Es fundamental la participación de la Embajada en la búsqueda de sus connacionales, tanto en México como en Estados Unidos", apuntó.
Ayer, las mujeres hondureñas acudieron a la Cámara de Diputados y el Senado a demandar apoyo para localizar a sus familiares desaparecidos en territorio mexicano cuando se dirigían a Estados Unidos.
El diputado priista Héctor Pedraza Olguín, de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios, quienes manifestó que en al menos 10 años unos 800 migrantes centroamericanos han desaparecido en el país y que los 72 migrantes que fueron asesinados en agosto pasado, representan sólo la punta del iceberg.
"Puede haber muchos más y no hay una cifra exacta porque muchos de ellos no denuncian por su condición ilegal", indicó.
Al ser cuestionado en dos ocasiones al respecto en rueda de prensa, el funcionario se limitó a decir que era "un momento difícil y complicado", pero que el Gobierno federal trabajaba para garantizar la seguridad de esta población.
"Es un momento difícil y complicado, pero lo que queremos nosotros transmitirles a los gobiernos y a los propios migrantes es que estamos trabajando por su seguridad con las distintas estrategias que se han venido implementando", indicó.
El funcionario afirmó que a raíz de la masacre de los 72 indocumentados en Tamaulipas, las autoridades federales han tratado de sensibilizar a los países centroamericanos sobre los riesgos de inseguridad para los migrantes en México y que éstos han puesto en marcha campañas en sus países para alertarlos.
"El Salvador ya han lanzado este tipo de alertas, pero también en otros países", precisó.
No obstante, el comisionado del INM remarcó que las bandas que secuestran a los migrantes operan a nivel trasnacional.
Tras la masacre de Tamaulipas, dijo, se tuvo información de que muchos delincuentes ubican a sus víctimas desde sus países de origen y piden el dinero a sus familiares desde Estados Unidos.
"Es un problema que va mas allá de nuestras fronteras".
Por otra parte, dijo que el INM ha ofrecido su apoyo a la caravana de madres hondureñas que buscan a sus hijos en México y que busca reunirse con ellas durante su paso por la Cuidad de México.
Además, comentó que se puso en contacto con la Embajada de Honduras en México para llamarlos a que coadyuven con ellas para encontrarlos.
"Es fundamental la participación de la Embajada en la búsqueda de sus connacionales, tanto en México como en Estados Unidos", apuntó.
Ayer, las mujeres hondureñas acudieron a la Cámara de Diputados y el Senado a demandar apoyo para localizar a sus familiares desaparecidos en territorio mexicano cuando se dirigían a Estados Unidos.
El diputado priista Héctor Pedraza Olguín, de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios, quienes manifestó que en al menos 10 años unos 800 migrantes centroamericanos han desaparecido en el país y que los 72 migrantes que fueron asesinados en agosto pasado, representan sólo la punta del iceberg.
"Puede haber muchos más y no hay una cifra exacta porque muchos de ellos no denuncian por su condición ilegal", indicó.
Verónica Sánchez, Reforma, 5 de noviembre.
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