El escenario está dado para que en la 16 Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP16) se adopte un paquete de decisiones que incluirán la creación del Fondo Verde impulsado por México, por 100 mil millones de dólares, para financiar medidas de adaptación y la aplicación de nuevas tecnologías bajas en carbono, asegura Patricia Espinosa, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
En entrevista con EL UNIVERSAL, la funcionaria dijo que confía que en esta edición finalmente se cuente con un mecanismo que permita que los países desarrollados cumplan con su compromiso de aportar los recursos para el plan de acción contra el cambio climático, pues “alguien tiene que pagar” y hoy existen las condiciones para concretar este tema.
El lunes próximo comenzará la primera ronda de negociaciones a nivel ministerial y, aunque se han registrado avances en temas clave y se podrá adoptar un paquete de acciones, la canciller dice que tampoco hay que pensar en que se encontrarán “soluciones mágicas”, pues se trata de un proceso “que llevará tiempo”, en un debate de alto tecnicismo pero también que requiere de la voluntad política de todas las partes.
Espinosa afirma, sin embargo, que la COP16 será un espacio de decisiones, de avances fundamentales ya que las negociaciones del último año han permitido generar un escenario totalmente distinto al que existía en Copenhague (diciembre de 2009), ya que en ese momento ni siquiera existía un documento base para el debate.
La canciller destaca que en Cancún el Grupo de Trabajo sobre Cooperación de Largo Plazo —que es el grupo que da seguimiento al Plan de Acción de Bali, que cubre todas las áreas de la Convención sobre Cambio Climático— presentará un nuevo texto para la negociación.
Definir necesidades
La titular de la SRE además asegura que durante la COP16 se puede registrar avance en el tema de adaptación, “que se cree un mecanismo para que los países en desarrollo puedan tener apoyo para preparar sus programas de adaptación, para definir cuáles son sus necesidades nacionales y gestionar apoyos financieros y en tecnologías”.
Otro aspecto en el que se avanzará es la creación del Fondo Verde, un financiamiento con recursos predecibles y de largo plazo, que fue un compromiso que asumieron los países desarrollados desde hace 16 años, sin que hasta ahora existiera un mecanismo que lo llevara a la práctica, detalló Espinosa.
Se trata de 100 mil millones de dólares por año al 2020, una movilización de recursos de distintos tipos como los mercados de bonos de carbono. Algunos países no están de acuerdo en que una empresa pague por cada tonelada de gases de efecto invernadero que está liberando, y ese dinero se invierte en los programas de países en desarrollo a través de programas de reforestación, de energías renovables, cada bono tiene un costo alto y ese es el incentivo porque la empresa se preocupe por usar tecnologías más limpias.
“La mejor manera para que los países desarrollados cumplan con sus compromisos en estos ámbitos de compensar, es hacer un sistema más equitativo, es establecer estos mecanismos que los van a obligar a aportar con lo que hasta ahora no habían cumplido”, destacó. La canciller agregó que otra de las medidas que se podrán adoptar en la COP-16 es la creación de un mecanismo que ayude a facilitar la trasferencia de tecnología de países desarrollados a países en desarrollo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la funcionaria dijo que confía que en esta edición finalmente se cuente con un mecanismo que permita que los países desarrollados cumplan con su compromiso de aportar los recursos para el plan de acción contra el cambio climático, pues “alguien tiene que pagar” y hoy existen las condiciones para concretar este tema.
El lunes próximo comenzará la primera ronda de negociaciones a nivel ministerial y, aunque se han registrado avances en temas clave y se podrá adoptar un paquete de acciones, la canciller dice que tampoco hay que pensar en que se encontrarán “soluciones mágicas”, pues se trata de un proceso “que llevará tiempo”, en un debate de alto tecnicismo pero también que requiere de la voluntad política de todas las partes.
Espinosa afirma, sin embargo, que la COP16 será un espacio de decisiones, de avances fundamentales ya que las negociaciones del último año han permitido generar un escenario totalmente distinto al que existía en Copenhague (diciembre de 2009), ya que en ese momento ni siquiera existía un documento base para el debate.
La canciller destaca que en Cancún el Grupo de Trabajo sobre Cooperación de Largo Plazo —que es el grupo que da seguimiento al Plan de Acción de Bali, que cubre todas las áreas de la Convención sobre Cambio Climático— presentará un nuevo texto para la negociación.
Definir necesidades
La titular de la SRE además asegura que durante la COP16 se puede registrar avance en el tema de adaptación, “que se cree un mecanismo para que los países en desarrollo puedan tener apoyo para preparar sus programas de adaptación, para definir cuáles son sus necesidades nacionales y gestionar apoyos financieros y en tecnologías”.
Otro aspecto en el que se avanzará es la creación del Fondo Verde, un financiamiento con recursos predecibles y de largo plazo, que fue un compromiso que asumieron los países desarrollados desde hace 16 años, sin que hasta ahora existiera un mecanismo que lo llevara a la práctica, detalló Espinosa.
Se trata de 100 mil millones de dólares por año al 2020, una movilización de recursos de distintos tipos como los mercados de bonos de carbono. Algunos países no están de acuerdo en que una empresa pague por cada tonelada de gases de efecto invernadero que está liberando, y ese dinero se invierte en los programas de países en desarrollo a través de programas de reforestación, de energías renovables, cada bono tiene un costo alto y ese es el incentivo porque la empresa se preocupe por usar tecnologías más limpias.
“La mejor manera para que los países desarrollados cumplan con sus compromisos en estos ámbitos de compensar, es hacer un sistema más equitativo, es establecer estos mecanismos que los van a obligar a aportar con lo que hasta ahora no habían cumplido”, destacó. La canciller agregó que otra de las medidas que se podrán adoptar en la COP-16 es la creación de un mecanismo que ayude a facilitar la trasferencia de tecnología de países desarrollados a países en desarrollo.
Silvia Otero, El Universal, 26 de noviembre.
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