Ignorados, los daños a la salud causados por el cambio climático, alerta Córdova

Los daños a la salud que provoca el cambio climático no han sido tomados en cuenta por los países ni han sido incluidos como tema en las discusiones internacionales que buscan reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), a pesar de que el fenómeno aumentará la frecuencia de enfermedades graves como cáncer de piel y resurgirán otras ya erradicadas, advirtió el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos.

Señaló que en Chihuahua se han registrado casos del virus del Oeste del Nilo, padecimiento que provoca inflamación del cerebro (encefalitis viral) que puede ser muy grave; además, desde hace dos años se registran pacientes con dengue en entidades que se encuentran a más de mil 500 metros de altura sobre el nivel del mar.

Tradicionalmente el mosquito transmisor de la enfermedad sólo se reproducía en las localidades que están por debajo de esa altura. De ahí que entidades como Jalisco y Guanajuato se hayan incorporado a la lista de poblaciones con dengue.

En entrevista, el secretario comentó que a petición de la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, en la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-16), que se iniciará el 29 de noviembre en Cancún, se realizará por primera vez un simposio vía satelital con ocho expertos en salud de diferentes países.

Durante las cuatro horas de trabajo elaborarán un atlas de riesgos sanitarios ocasionados por el cambio climático. Se trata, explicó, de sensibilizar a los gobiernos sobre la importancia de tomar medidas a fin de reducir los GEI y así evitar daños a la salud de la población, en particular de quienes viven en los países menos desarrollados.

Córdova mencionó que aunque el simposio no forma parte del programa oficial de la cumbre, su realización es un avance porque hasta ahora el tema de la salud sólo se había abordado dentro de las organizaciones. También se busca hacer conciencia entre la población a fin de que participe activamente, en lo que les corresponde, para reducir los riesgos del cambio climático.

Estrategias nacionales
Comentó las estrategias emprendidas por las diferentes secretarías de Estado para que las familias cambien sus refrigeradores viejos y sustituyan sus focos por los de bajo consumo de energía. Las acciones encaminadas a la deschatarrización y la construcción de nuevas carreteras también tienen entre sus objetivos contribuir a reducir la emisión de contaminantes.

Al sector salud le toca la elaboración del atlas de riesgos y diseñar los mecanismos para tener alertas tempranas sobre el posible surgimiento de enfermedades y epidemias asociadas al cambio climático. Hasta ahora, indicó, “hemos tenido una buena respuesta porque a pesar de las inundaciones que inesperadamente se han registrado en diferentes entidades, no se han registrado casos de cólera ni el dengue se ha desbordado”.

El aumento en las lluvias y en la temperatura también puede dar lugar a cambios en la fauna, en particular los depredadores que impiden el desarrollo acelerado de vectores, transmisores de padecimientos como dengue y paludismo. Por otro lado, en época de sequía se pone en riesgo el aprovisionamiento de agua potable, lo cual de igual manera favorece la aparición de males como los gastrointestinales o afectaciones y riesgos para la vida por los golpes de calor.

Por eso es importante la elaboración del atlas de riesgo en función de los sitios específicos peligrosos donde se encuentran las personas. Esto va de la mano de la vigilancia epidemiológica que permita al gobierno tener diagnósticos tempranos, señaló el secretario de Salud.
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Ángeles Cruz Martínez, La Jornada, 11 de noviembre.