A dos semanas de que inicie la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Cancún, todavía no está claro cómo los países alcanzarán acuerdos para la reducción de emisiones, aseguró ayer Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la COP-16.
En videoconferencia desde Bonn, Alemania, la funcionaria aseguró que entre los acuerdos que se requieren para que la cumbre climática pueda ser considerada como un éxito, se encuentra precisamente que ahí se sienten las bases para definir cuál será el futuro del Protocolo de Kyoto, que vence en 2012, y se fijen los objetivos y acciones que los Gobiernos tienen que implementar para la mitigación.
"Los Gobiernos necesitan ser claros en Cancún de cómo y cuándo va a suceder esto", enfatizó.
Figueres señaló que aunque hay muchos países que se han puesto metas para reducir sus emisiones, algunas de las cuales incluso se han convertido en legislaciones, falta que se establezcan compromisos a nivel internacional.
Destacó que China, Maldivas y Costa Rica son algunos de los países que han asumido importantes compromisos de mitigación a nivel interno.
La funcionaria de Costa Rica adelantó que en esta cumbre los gobiernos sí llegarán a acuerdos en materia de adaptación, transferencia de tecnología y en la creación de un fondo para financiar las acciones ambientales a largo plazo.
"Cancún será un éxito si las partes se comprometen", ,dijo.
Reconoció que pese a las expectativas sobre la Cumbre de Cancún, ésta no resolverá todo el problema del calentamiento global.
Otro de sus beneficios, señaló, es que podría sentar la bases para las negociaciones futuras.
La funcionaria señaló además que Cancún tenía que ser el paso siguiente a darse para una solución al reto ambiental.
"Si el cambio climático es el reto de la humanidad más grande a largo plazo, también es nuestra más grande oportunidad", dijo.
Aseguró que el cambio climático no sólo era un problema ambiental sino que también ofrecía oportunidades para que todos los países tuvieran un desarrollo sustentable, rentable y costeable.
En videoconferencia desde Bonn, Alemania, la funcionaria aseguró que entre los acuerdos que se requieren para que la cumbre climática pueda ser considerada como un éxito, se encuentra precisamente que ahí se sienten las bases para definir cuál será el futuro del Protocolo de Kyoto, que vence en 2012, y se fijen los objetivos y acciones que los Gobiernos tienen que implementar para la mitigación.
"Los Gobiernos necesitan ser claros en Cancún de cómo y cuándo va a suceder esto", enfatizó.
Figueres señaló que aunque hay muchos países que se han puesto metas para reducir sus emisiones, algunas de las cuales incluso se han convertido en legislaciones, falta que se establezcan compromisos a nivel internacional.
Destacó que China, Maldivas y Costa Rica son algunos de los países que han asumido importantes compromisos de mitigación a nivel interno.
La funcionaria de Costa Rica adelantó que en esta cumbre los gobiernos sí llegarán a acuerdos en materia de adaptación, transferencia de tecnología y en la creación de un fondo para financiar las acciones ambientales a largo plazo.
"Cancún será un éxito si las partes se comprometen", ,dijo.
Reconoció que pese a las expectativas sobre la Cumbre de Cancún, ésta no resolverá todo el problema del calentamiento global.
Otro de sus beneficios, señaló, es que podría sentar la bases para las negociaciones futuras.
La funcionaria señaló además que Cancún tenía que ser el paso siguiente a darse para una solución al reto ambiental.
"Si el cambio climático es el reto de la humanidad más grande a largo plazo, también es nuestra más grande oportunidad", dijo.
Aseguró que el cambio climático no sólo era un problema ambiental sino que también ofrecía oportunidades para que todos los países tuvieran un desarrollo sustentable, rentable y costeable.
Verónica Sánchez, Reforma, 16 de noviembre.
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