Ciento tres centroamericanos y cinco mexicanos fueron rescatados de una finca bananera en Tapachula, Chiapas, donde vivían esclavizados y eran obligados a trabajar todo el día.
Los indocumentados “se encontraban en condiciones de explotación y hacinamiento que atentaban contra su integridad”.
Entre los liberados había tres recién nacidos y una menor de 12 años embarazada.
En el operativo, en el cual se detuvieron a ocho presuntos tratantes, participaron tres agentes de la Fiscalía Especial para la Violencia cometida contra las Mujeres y la Trata de Personas (FEVIMTRA), 80 efectivos de la Secretaría de Marina-Armada de México y 19 elementos de la AFI, así como ocho psicólogas y tres trabajadoras sociales.
Había, entre las 108 personas localizadas, además de los cinco connacionales, guatemaltecos, salvadoreños y hondureños. En total, 83 hombres y 25 mujeres.
De acuerdo con las primeras investigaciones, laboraban de 12 a 14 horas diarias, a veces sin salarios, con el argumento de que se les otorgaba comida.
Entre los 8 arrestados había un guatemalteco: Roberto Iraí Pérez López, caporal del rancho La Herradura; un hondureño: Marvin Edgardo Cartero Enamorado, caporal del rancho Orelay; y cinco mexicanos: Mario Fernando Solórzano Rodríguez, caporal del rancho “Santa Fé”; Roberto Villanueva López, caporal del rancho “Santa Teresa”; Julio César Veliz Moncada, administrador del rancho o finca “La Herradura”; y otros tres empleados: Luis Antonio Paz Contreras, Francisco Hernández Cruz y Marco Antonio Gómez Lozano.
Nada informó la PGR de los dueños de la bananera.
Los detenidos son probables responsables del delito de trata de personas con fines de explotación laboral. De los recuperados, 69 (63 hombres y 6 mujeres) fueron canalizadas a la Estación Migratoria de Tapachula para ser repatriados y los 39 restantes aún rinden su declaración ministerial ante el Fiscal de la Federación adscrito a la FEVIMTRA en Tapachula.
Por los hechos, la Procuraduría informó la apertura de una averiguación previa.
Los indocumentados “se encontraban en condiciones de explotación y hacinamiento que atentaban contra su integridad”.
Entre los liberados había tres recién nacidos y una menor de 12 años embarazada.
En el operativo, en el cual se detuvieron a ocho presuntos tratantes, participaron tres agentes de la Fiscalía Especial para la Violencia cometida contra las Mujeres y la Trata de Personas (FEVIMTRA), 80 efectivos de la Secretaría de Marina-Armada de México y 19 elementos de la AFI, así como ocho psicólogas y tres trabajadoras sociales.
Había, entre las 108 personas localizadas, además de los cinco connacionales, guatemaltecos, salvadoreños y hondureños. En total, 83 hombres y 25 mujeres.
De acuerdo con las primeras investigaciones, laboraban de 12 a 14 horas diarias, a veces sin salarios, con el argumento de que se les otorgaba comida.
Entre los 8 arrestados había un guatemalteco: Roberto Iraí Pérez López, caporal del rancho La Herradura; un hondureño: Marvin Edgardo Cartero Enamorado, caporal del rancho Orelay; y cinco mexicanos: Mario Fernando Solórzano Rodríguez, caporal del rancho “Santa Fé”; Roberto Villanueva López, caporal del rancho “Santa Teresa”; Julio César Veliz Moncada, administrador del rancho o finca “La Herradura”; y otros tres empleados: Luis Antonio Paz Contreras, Francisco Hernández Cruz y Marco Antonio Gómez Lozano.
Nada informó la PGR de los dueños de la bananera.
Los detenidos son probables responsables del delito de trata de personas con fines de explotación laboral. De los recuperados, 69 (63 hombres y 6 mujeres) fueron canalizadas a la Estación Migratoria de Tapachula para ser repatriados y los 39 restantes aún rinden su declaración ministerial ante el Fiscal de la Federación adscrito a la FEVIMTRA en Tapachula.
Por los hechos, la Procuraduría informó la apertura de una averiguación previa.
Daniel Blancas Madrigal, La Crónica, 14 de noviembre.
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