Aún existe incertidumbre sobre los resultados de la próxima Conferencia de las Partes (COP) de Cancún, advirtió la canciller Patricia Espinosa en la inauguración de la pre COP, a la que asisten representantes de 51 países. Dijo que es esencial obtener acuerdos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que sin la mitigación no se podrán estabilizar y no se logrará el objetivo de prevenir “daños devastadores”.
En este encuentro, los ministros asistentes deben definir los elementos para lograr el éxito en Cancún, porque esperar hasta la COP sería demasiado tarde, señaló Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). “Es el momento de que ustedes (ministros) nos digan cuál sería el paquete políticamente equilibrado en Cancún.”
Agregó que se deben equilibrar los temas de los objetivos de mitigación a que se comprometieron los países, cómo se van a establecer, y se debe definir cómo se elevará el financiamiento a largo plazo de manera eficiente. “Estos equilibrios se pueden alcanzar si los gobiernos son flexibles.”
Figueres dijo que la COP16 tiene que ser “un paso decisivo”, pero se necesita crear soluciones para una acción más amplia y rápida hacia el próximo objetivo de tener un resultado que sea vinculante.
Al encuentro que se realiza en esta ciudad asisten ministros de 51 países (de 194) miembros de la convención y funcionarios de Naciones Unidas. La reunión, que normalmente se efectúa días antes del comienzo de la COP y de la reunión de las partes del Protocolo de Kyoto (CMP6) en el país anfitrión, tiene como fin llegar a esos encuentros con un paquete de decisiones integrales y avances en documentos de trabajo.
En su intervención, Espinosa, presidenta de la COP16, que comenzará el 29 de noviembre, sostuvo que “aún existe un margen de incertidumbre sobre cuál será el resultado de estas (conferencias)”. Trabajaremos “para, con su apoyo político, lograr la adopción de un paquete amplio, equilibrado y significativo de decisiones. Sabemos que está a nuestro alcance”.
Coincidió con Figueres en que se deben superar diferencias en áreas centrales. “Obtener acuerdos de reducción de emisiones es esencial, no sólo para el éxito de Cancún, sino sobre todo para las futuras generaciones.” Precisó que si en la próxima cumbre no se alcanza un nuevo tratado o protocolo, “quedará como una tarea pendiente”.
Las soluciones, añadió, no sólo deben atender las preocupaciones ambientales, sino también las implicaciones políticas, económicas y sociales de este fenómeno. “Debemos pensar también en un nuevo paradigma de cooperación internacional. No parece viable mantener esquemas tradicionales de ayuda oficial para el desarrollo”.
Sostuvo que hay avances en el proceso hacia las conferencias. “Nuestros negociadores están mucho más cerca de conseguir acuerdos en áreas como adaptación, tecnología, reducción de emisiones por deforestación, degradación de bosques y financiamiento”.
Esta reunión ministerial, dijo, “debe ayudar a identificar los resultados que podrán adoptarse dentro de pocas semanas. Se requerirá el compromiso político de todos”. Agregó que los actuales textos de negociación son muy largos y difíciles de manejar, y “contienen muchas opciones”. Se deben reducir y simplificar, “para convertirlos en documentos que puedan ser adoptados”.
A la reunión acudieron, entre otros, representantes de Alemania, Australia, Arabia Saudita, Argentina, Bangladesh, Bolivia, Brasil, China, Estados Unidos, Dinamarca, Ecuador, España, Federación Rusa, India, Reino Unido, Suiza, Tuvalu, Ucrania y Venezuela. Los asistentes trabajaron desde ayer en cuatro mesas: mitigación, que incluye medición, reporte y verificación, y la consulta y análisis internacional; financiamiento, tecnología y fortalecimiento de las capacidades; Protocolo de Kyoto, y adaptación.
A su vez, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Elvira Quesada, indicó que en la pre COP, que concluye este viernes, se puede perfilar un paquete equilibrado con avances en todas las áreas de negociación.
Consideró que el programa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación es el que tiene “mayor potencial”, y ya cuenta con 43 naciones donantes, 93 países que podrían acceder a él, y de ellos 60 ya han recibido recursos para “proteger bosques y selvas”.
En este encuentro, los ministros asistentes deben definir los elementos para lograr el éxito en Cancún, porque esperar hasta la COP sería demasiado tarde, señaló Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). “Es el momento de que ustedes (ministros) nos digan cuál sería el paquete políticamente equilibrado en Cancún.”
Agregó que se deben equilibrar los temas de los objetivos de mitigación a que se comprometieron los países, cómo se van a establecer, y se debe definir cómo se elevará el financiamiento a largo plazo de manera eficiente. “Estos equilibrios se pueden alcanzar si los gobiernos son flexibles.”
Figueres dijo que la COP16 tiene que ser “un paso decisivo”, pero se necesita crear soluciones para una acción más amplia y rápida hacia el próximo objetivo de tener un resultado que sea vinculante.
Al encuentro que se realiza en esta ciudad asisten ministros de 51 países (de 194) miembros de la convención y funcionarios de Naciones Unidas. La reunión, que normalmente se efectúa días antes del comienzo de la COP y de la reunión de las partes del Protocolo de Kyoto (CMP6) en el país anfitrión, tiene como fin llegar a esos encuentros con un paquete de decisiones integrales y avances en documentos de trabajo.
En su intervención, Espinosa, presidenta de la COP16, que comenzará el 29 de noviembre, sostuvo que “aún existe un margen de incertidumbre sobre cuál será el resultado de estas (conferencias)”. Trabajaremos “para, con su apoyo político, lograr la adopción de un paquete amplio, equilibrado y significativo de decisiones. Sabemos que está a nuestro alcance”.
Coincidió con Figueres en que se deben superar diferencias en áreas centrales. “Obtener acuerdos de reducción de emisiones es esencial, no sólo para el éxito de Cancún, sino sobre todo para las futuras generaciones.” Precisó que si en la próxima cumbre no se alcanza un nuevo tratado o protocolo, “quedará como una tarea pendiente”.
Las soluciones, añadió, no sólo deben atender las preocupaciones ambientales, sino también las implicaciones políticas, económicas y sociales de este fenómeno. “Debemos pensar también en un nuevo paradigma de cooperación internacional. No parece viable mantener esquemas tradicionales de ayuda oficial para el desarrollo”.
Sostuvo que hay avances en el proceso hacia las conferencias. “Nuestros negociadores están mucho más cerca de conseguir acuerdos en áreas como adaptación, tecnología, reducción de emisiones por deforestación, degradación de bosques y financiamiento”.
Esta reunión ministerial, dijo, “debe ayudar a identificar los resultados que podrán adoptarse dentro de pocas semanas. Se requerirá el compromiso político de todos”. Agregó que los actuales textos de negociación son muy largos y difíciles de manejar, y “contienen muchas opciones”. Se deben reducir y simplificar, “para convertirlos en documentos que puedan ser adoptados”.
A la reunión acudieron, entre otros, representantes de Alemania, Australia, Arabia Saudita, Argentina, Bangladesh, Bolivia, Brasil, China, Estados Unidos, Dinamarca, Ecuador, España, Federación Rusa, India, Reino Unido, Suiza, Tuvalu, Ucrania y Venezuela. Los asistentes trabajaron desde ayer en cuatro mesas: mitigación, que incluye medición, reporte y verificación, y la consulta y análisis internacional; financiamiento, tecnología y fortalecimiento de las capacidades; Protocolo de Kyoto, y adaptación.
A su vez, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Elvira Quesada, indicó que en la pre COP, que concluye este viernes, se puede perfilar un paquete equilibrado con avances en todas las áreas de negociación.
Consideró que el programa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación es el que tiene “mayor potencial”, y ya cuenta con 43 naciones donantes, 93 países que podrían acceder a él, y de ellos 60 ya han recibido recursos para “proteger bosques y selvas”.
Angélica Enciso, La Jornada, 5 de noviembre.
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