Festeja Josefina punto de quiebre

GUADALAJARA.- Josefina Vázquez Mota cantó anoche victoria y afirmó que el debate fue un quiebre fundamental que la mete de nuevo en la contienda.

Cuarenta horas de entrenamiento rindieron sus frutos: la candidata presidencial panista salió a hacer el debate que había preparado. Pegó a Enrique Peña Nieto y a Andrés Manuel López Obrador, reiterando la idea de que ambos representan un mismo proyecto.

Salió "brava", como había anticipado su jefe de campaña, Roberto Gil. Fue la única que pegó a sus contrincantes y contempló cómo los aspirantes del PRI y del PRD evitaron criticarse entre sí.

Sabiendo que era su última oportunidad, echó su resto en este ejercicio.

Decidió trasladar su campaña entera a Jalisco y perder ahí cuatro de los 20 días que le quedaban de campaña antes del debate. Esto la obligó a improvisar, en medio de sus ensayos, dos actos de proselitismo en un estado donde el PAN atraviesa una crisis interna que lo tiene prácticamente desahuciado en la contienda por la gubernatura.

La candidata viajó el viernes a Guadalajara; contra su costumbre, voló en avión comercial y clase turista. Ese día, encabezó una reunión con mujeres panistas, el sábado tuvo un acto desangelado en un campo de béisbol, ayer encabezó un acto masivo en la noche y hoy tendrá un acto en Lagos de Moreno para proclamar su supuesta victoria en el debate.

Su equipo alquiló un foro de televisión para simular el escenario real del debate y ensayar ahí con cámaras, iluminación, mezcladoras de audio y video, y un equipo de técnicos y asesores.

Alojó a más de 40 personas de su staff, además de su esposo y sus tres hijas, en el hotel Westin, a un lado de la Expo Guadalajara, y ayer se pagaron habitaciones adicionales para sus invitados especiales: Santiago Creel, Ernesto Cordero, José González Morfín, Gustavo Madero, y hasta sus papás, Arnulfo Vázquez y Josefina Mota.

En total, la candidata del PAN ensayó 20 horas en Guadalajara para el debate y, contando las horas que había dedicado en los días previos, sumó más de 40 horas de entrenamiento.

Aún así, Vázquez Mota se desayunó ayer con malas noticias: en su propio "tracking poll", la encuesta que cada día hace Rafael Giménez para el PAN, se situaba en tercer lugar con 29 por ciento, contra 31 por ciento de López Obrador y 37 por ciento de Enrique Peña Nieto.

Las malas nuevas continuaron en la tarde, cuando el representante del PAN ante el IFE, Rogelio Carbajal, notificó al equipo de campaña que los consejeros electorales habían decidido por unanimidad sacar del aire el spot en el que, con un video editado de un discurso, acusan a AMLO de justificar la vía armada.

Sólo seis horas duró al aire el misil que habían preparado para debilitar al perredista en el día del debate.

Ayer, al final de su ardua preparación, Josefina se relajó comiendo con su familia y la Primera Dama, Margarita Zavala; descansó una hora, se puso una blusa azul, una falda gris y un collar de perlas.

A las 19:15 horas bajó de su suite, cruzó el lobby del Westin en medio de porras y, cuando estaba ya a bordo de la camioneta que la llevaría al foro, recibió la bendición final de Sara, la sobrina de la panista Maricarmen Mendoza, candidata del PAN a la alcaldía de Zapopan.

Minutos antes habían salido, en el autobús de campaña bautizado como "La Jefa", los dirigentes panistas y miembros de su staff que la acompañaron, entre ellos sus ex rivales en la contienda interna del PAN, Santiago Creel y Ernesto Cordero.

Entrevistados antes de abordar al camión, todos coincidían en una cosa: la de ayer era la última llamada.

"Es el momento de que suelte todo", diagnosticó Creel.

"Soy de los que todavía conservamos el optimismo; podemos recuperarnos, pero depende de lo que pase ahorita", auguró González Morfín, presidente del Senado.

Tres horas después regresaron los mismos personajes al hotel Westin, cruzaron eufóricos el lobby del hotel y subieron al salón Agave del inmueble, donde ya había una manta en la que se leía: "ganamos el debate. Hasta la victoria".

 
SE LE VACÍA MITIN
 
Ya en el escenario del puente atirantado de Guadalajara, Vázquez Mota abrazó a Margarita Zavala y dejó que la primera dama le levantara los dos brazos, en señal de victoria.

Después, en el discurso en el que se autoproclamó vencedora del debate, agradeció el apoyo de la esposa del presidente Felipe Calderón.

Ella misma arengó a los asistentes para gritar: "Margarita, Margarita".

Era el "mitin de la victoria", una concentración de panistas en un escenario espectacular que, sin embargo, volvió a dejar a la vista los errores de logística que han caracterizado a la campaña de Josefina.

Los organizadores montaron desde la medianoche del sábado dos templetes, vallas metálicas, megapantallas, un impresionante equipo de sonido y 10 mil sillas. Cerraron la vialidad desde ayer en la mañana y anunciaron que festejarían con la candidata "más de 15 mil jaliscienses".

Pero no fue así.

A las 6 de la tarde comenzó a llegar la gente, en autobuses provenientes de varias colonias de Guadalajara y municipios conurbados.

Los asistentes fueron entretenidos con dos grupos, uno de música Pop llamado Matute, y otro norteño.

Dos horas después había ocho mil personas, y hasta ahí dio la capacidad de movilización del partido que aún gobierna Jalisco.

En las pantallas, se transmitió el debate y luego volvieron a tocar los grupos.

Pero, como ocurrió en el Estadio Azul hace tres meses, la gente comenzó a irse antes de que llegara la candidata y las demás "personalidades" y, cuando comenzó el mitin, era notorio el vacío en el espacio habilitado para el evento.

Aun así, Vázquez Mota se mostró feliz. Dijo diez veces que ganó, bailó el jingle de su campaña, dio brinquitos en el escenario y hasta le echó porras a Fernando Guzmán, candidato a la gubernatura que mantiene al panismo en tercer sitio en la contienda local.

"No hay duda de que ganamos. Y no gané yo solita, ganamos todos juntos. ¡Ésta es la verdadera encuesta, Jalisco!", gritó.

En un momento de su discurso, de 25 minutos, Vázquez Mota le dio la palabra a una mujer que gritaba al pie del templete, para que improvisara un mensaje de aliento.

Pero la panista se sinceró y pronunció palabras que le borraron la sonrisa a más de uno en el templete: "probablemente no cumpla, como todos los políticos, pero confiemos. Si son simpatizantes de Josefina y su buró (sic), hay que votar por el PAN".

Luego le acercaron a la candidata a un niño en silla de ruedas, de nombre Alejandro Trujillo, a quien Vázquez Mota saludó con alegría, para después preguntarle: "¿vas a votar por nosotros?".

El menor de edad puso cara de signo de interrogación y no respondió nada.

Atrás de ella, los dirigentes del PAN mostraban la palma de la mano izquierda, mostrando el tache que su candidata exhibió ante las cámaras como el nuevo símbolo de su campaña.

Así inició el postdebate del PAN, una etapa considerada por su equipo de campaña tan importante como el debate mismo.

Hoy Vázquez Mota se quedará en esta capital para dar entrevistas de televisión y radio, mientras sus operadores de redes sociales mantienen la estrategia de proclamarla vencedora en Twitter y Facebook.

A las 19:00 horas volverá a poner su campaña en manos del panismo de Jalisco, que le prepara un mitin en Lagos de Moreno.

La cuenta regresiva, 17 días de campaña efectiva, ha comenzado para Josefina.


Ernesto Núñez enviado, Reforma, 11 de junio.

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