Debe reinventarse la tv abierta para sobrevivir

as empresas de televisión abierta enfrentan el reto de ofrecer sus contenidos en múltiples plataformas para evitar que este negocio "se muera", ya que las personas optan cada vez más por acceder a los contenidos mediante los teléfonos inteligentes o las tabletas, mientras que los aparatos tradicionales de televisión están perdiendo terreno dentro de los hábitos de los consumidores.

"Las televisoras han comenzado a aceptar que el modelo tradicional de negocios que venían aplicando hasta ahora, ya no será suficiente para sostenerse en un futuro cercano", afirmó Juan Pablo Conti, analista de la consultoría internacional Dataxis. En tan solo veinte años, la televisión abierta tuvo que enfrentar cinco oleadas de tecnologías disruptivas: La aparición de las plataformas de televisión de paga, la masificación del internet, la aparición de las señales en alta definición, la digitalización de la televisión y el surgimiento de las televisiones inteligentes, lo cual obliga a que las televisoras de señales abiertas tengan que modificar su modelo de negocios para sobrevivir, de acuerdo con el analista.

Actualmente, 21 de los 25 principales canales de televisión abierta en América Latina, correspondientes a países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, ya están utilizando el internet para transmitir en simultáneo sus contenidos, señaló Conti. "Incluso algunos de estos operadores como Globo, de Brasil, y Caracol, de Colombia, han impulsado un nuevo modelo de negocios que permite que los televidentes puedan acceder en internet  a contenidos que ya se transmitieron horas o días antes en la televisión abierta", ahondó el analista.

Este modelo se denomina "catch-up TV" y se ha convertido en un segmento de negocios que comienza a despuntar en la región y cuenta con el potencial de compensar los ingresos de las empresas de televisión abierta. Conti detalló que estas empresas deberán enfocar cada vez más sus estrategias en permitir que sus contenidos estén disponibles para su consumo en diversos aparatos, como las tabletas, los smartphones y las nuevas phablets (tabletas que cuentan con las funciones de un teléfono inteligente), a fin de evitar que la televisión tradicional "se muera ante la llegada de nuevas tecnologías".

Lindsay Esquivel, La Crónica, 8 de octubre.