PUEBLA, Pue.— Ante el complejo panorama al que se enfrenta la industria automotriz mundial, Volkswagen de México confirmó que este sábado dejarán de laborar para la empresa 800 trabajadores eventuales, mientras que la producción general de vehículos decrecerá 20% en 2009.
En conferencia de prensa, Otto Lindner, presidente del Consejo Ejecutivo de la armadora, consideró que la caída en las ventas de las automotrices será drástica y se desconoce cuanto tiempo va a durar esta situación, por lo que hizo un llamado a que los bancos y los gobiernos abran créditos a los consumidores, distribuidores y fabricantes.
Pese a todo esto, aseguró que Volkswagen de México goza de “salud financiera” y ha obtenido buenos resultados a la fecha; “esto nos permitirá seguir operando sin temor de que la crisis ponga en peligro la existencia de la compañía”, destacó.
Indicó que durante 2008 la armadora con sede en Puebla obtuvo los mejores resultados en su historia, pues se estableció un récord de producción con más de 450 mil vehículos.
Sin embargo, Otto Lindner señaló que el futuro es incierto ante esta crisis mundial, de ahí que se tendrá que recurrir a la realización de paros técnicos, el primero de ellos programado para la semana 11 de este año y además se podrían prolongar las vacaciones de Semana Santa que abarcarían adicionalmente la semana 16.
Se prescindirá de 800 trabajadores eventuales cuyo contrato vence el 31 de enero, lo que colocará la planta de obreros sindicalizados en 9 mil 400 personas, mientras que el total —considerando administrativos y otras áreas— será de 14 mil 700.
Aunado a ello, se reducirán los niveles de producción en 20%, de ahí que a partir de esta semana se armarán sólo mil 200 Bora y Variant al día, así como 350 Jetta y Beetle; en este último caso se pasará a sólo un turno.
El presidente ejecutivo de Volkswagen dijo que si bien se vive un contexto de incertidumbre, las inversiones previstas desde 2008 para este año se mantendrán, como una forma de sentar las bases para la recuperación del mercado en el mediano plazo.
Blanca Galindo corresponsal, El Universal, 29 de enero.
En conferencia de prensa, Otto Lindner, presidente del Consejo Ejecutivo de la armadora, consideró que la caída en las ventas de las automotrices será drástica y se desconoce cuanto tiempo va a durar esta situación, por lo que hizo un llamado a que los bancos y los gobiernos abran créditos a los consumidores, distribuidores y fabricantes.
Pese a todo esto, aseguró que Volkswagen de México goza de “salud financiera” y ha obtenido buenos resultados a la fecha; “esto nos permitirá seguir operando sin temor de que la crisis ponga en peligro la existencia de la compañía”, destacó.
Indicó que durante 2008 la armadora con sede en Puebla obtuvo los mejores resultados en su historia, pues se estableció un récord de producción con más de 450 mil vehículos.
Sin embargo, Otto Lindner señaló que el futuro es incierto ante esta crisis mundial, de ahí que se tendrá que recurrir a la realización de paros técnicos, el primero de ellos programado para la semana 11 de este año y además se podrían prolongar las vacaciones de Semana Santa que abarcarían adicionalmente la semana 16.
Se prescindirá de 800 trabajadores eventuales cuyo contrato vence el 31 de enero, lo que colocará la planta de obreros sindicalizados en 9 mil 400 personas, mientras que el total —considerando administrativos y otras áreas— será de 14 mil 700.
Aunado a ello, se reducirán los niveles de producción en 20%, de ahí que a partir de esta semana se armarán sólo mil 200 Bora y Variant al día, así como 350 Jetta y Beetle; en este último caso se pasará a sólo un turno.
El presidente ejecutivo de Volkswagen dijo que si bien se vive un contexto de incertidumbre, las inversiones previstas desde 2008 para este año se mantendrán, como una forma de sentar las bases para la recuperación del mercado en el mediano plazo.
Blanca Galindo corresponsal, El Universal, 29 de enero.
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