En pleno año electoral, y con el pretexto de trabajar en el padrón de beneficiarios para el Programa de Apoyo Alimentario para Zonas Marginadas, personal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) federal realiza encuestas desde hace mes y medio en delegaciones como Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, a cuyos habitantes se les ofrece un apoyo económico de 730 pesos bimensuales para la compra de alimentos.
Este sábado, una de las brigadas de la dependencia realizó esta labor en la plaza de Santa Ana, en la colonia Morelos, muy cerca del centro de la ciudad, aunque la orden que tienen es pasar casa por casa para realizar la encuesta, que forma parte del estudio socioeconómico que determinará a los beneficiarios del programa.
La coordinadora del grupo, quien pidió el anonimato, argumentó que debido a que los residentes de una vecindad, ubicada en la calle Libertad, mostraron actitud violenta hacia los encuestadores, decidieron realizar su labor en la plaza, a petición de uno de los vecinos, quien “fue el que convocó a la gente”, diciendo a los vecinos que les iban a dar un apoyo.
Por esta razón, decenas de personas se trasladaron a dicho lugar, donde se les pidieron datos personales, ocupación, estudios, si reciben seguridad social, si cuentan con servicios básicos, si tienen aparatos electrodomésticos, así como las condiciones de sus viviendas.
Durante el proceso no se pidió ningún documento a los peticionarios, ya que “nos los van a pedir cuando venga la trabajadora social”, dijo Abigaíl Castro, vecina que solicitó el apoyo, quien precisó que no se le informó cuándo le resolverían si lo recibirían, aunque hubo algunos a los que se les prometió que en 15 días se entregarían los recursos.
De acuerdo con la página de Internet de la Sedeso, este programa tiene como propósito “mejorar la alimentación y nutrición de los hogares en las localidades más dispersas del país que no están siendo atendidas por otros programas alimentarios del gobierno federal”.
Agrega que los apoyos se destinarán a las localidades que “no forman parte del universo de atención de Oportunidades”, es decir, que no sean beneficiarios de dicho programa ni de Diconsa, además de que deben estar ubicadas en localidades de alta o muy alta marginación o estar en condiciones de pobreza.
Para Abigaíl Castro, quien también ya solicitó ser beneficiaria de Diconsa y aun así se le dijo que podría recibir el apoyo del programa alimentario, “es muy raro que den este tipo de apoyos, sobre todo cuando este año hay elecciones”.
Se dijo sorprendida de que las empleadas federales señalaran que habían sido agredidas cuando realizaban la encuesta puerta por puerta, porque “cuando vienen a la colonia y dicen que traen apoyos hasta les abren la puerta”.
De acuerdo con el personal de la Sedeso, que en un principio trató de impedir que se tomaran fotos de lo que hacían a pesar de encontrarse en la vía pública, ayer fue el último día para realizar las encuestas, que serán entregadas en la dependencia, donde se decidirá quienes serán los beneficiarios, los cuales, dijeron, serán avisados en sus domicilios.
Este sábado, una de las brigadas de la dependencia realizó esta labor en la plaza de Santa Ana, en la colonia Morelos, muy cerca del centro de la ciudad, aunque la orden que tienen es pasar casa por casa para realizar la encuesta, que forma parte del estudio socioeconómico que determinará a los beneficiarios del programa.
La coordinadora del grupo, quien pidió el anonimato, argumentó que debido a que los residentes de una vecindad, ubicada en la calle Libertad, mostraron actitud violenta hacia los encuestadores, decidieron realizar su labor en la plaza, a petición de uno de los vecinos, quien “fue el que convocó a la gente”, diciendo a los vecinos que les iban a dar un apoyo.
Por esta razón, decenas de personas se trasladaron a dicho lugar, donde se les pidieron datos personales, ocupación, estudios, si reciben seguridad social, si cuentan con servicios básicos, si tienen aparatos electrodomésticos, así como las condiciones de sus viviendas.
Durante el proceso no se pidió ningún documento a los peticionarios, ya que “nos los van a pedir cuando venga la trabajadora social”, dijo Abigaíl Castro, vecina que solicitó el apoyo, quien precisó que no se le informó cuándo le resolverían si lo recibirían, aunque hubo algunos a los que se les prometió que en 15 días se entregarían los recursos.
De acuerdo con la página de Internet de la Sedeso, este programa tiene como propósito “mejorar la alimentación y nutrición de los hogares en las localidades más dispersas del país que no están siendo atendidas por otros programas alimentarios del gobierno federal”.
Agrega que los apoyos se destinarán a las localidades que “no forman parte del universo de atención de Oportunidades”, es decir, que no sean beneficiarios de dicho programa ni de Diconsa, además de que deben estar ubicadas en localidades de alta o muy alta marginación o estar en condiciones de pobreza.
Para Abigaíl Castro, quien también ya solicitó ser beneficiaria de Diconsa y aun así se le dijo que podría recibir el apoyo del programa alimentario, “es muy raro que den este tipo de apoyos, sobre todo cuando este año hay elecciones”.
Se dijo sorprendida de que las empleadas federales señalaran que habían sido agredidas cuando realizaban la encuesta puerta por puerta, porque “cuando vienen a la colonia y dicen que traen apoyos hasta les abren la puerta”.
De acuerdo con el personal de la Sedeso, que en un principio trató de impedir que se tomaran fotos de lo que hacían a pesar de encontrarse en la vía pública, ayer fue el último día para realizar las encuestas, que serán entregadas en la dependencia, donde se decidirá quienes serán los beneficiarios, los cuales, dijeron, serán avisados en sus domicilios.
Alejandro Cruz Flores, La Jornada, 18 de enero.
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