El presidente Felipe Calderón rindió homenaje a los ocho militares muertos a manos del narcotráfico y calificó a los ejecutores de "verdaderos traidores que con tal de ampliar sus intereses son capaces de realizar cualquier barbarie".
Ante estos hechos, que calificó de cobardes y ominosos, el mandatario aseguró que su gobierno está decidido a llevar la lucha contra la delincuencia "en todas sus consecuencias. A la violencia del crimen responderemos con la acción firme del Estado, porque México es más fuerte que cualquier banda de delincuentes".
Tras afirmar que los criminales pretenden amedrentar, paralizar y detener la acción del Estado, Calderón Hinojosa subrayó:
"México es más fuerte que cualquier banda de delincuentes, porque no daremos un paso atrás en esta lucha ni habrá tregua ni cuartel para los evidentes enemigos de la patria".
Pidió a todos los mexicanos participar en esta lucha "denunciando a quienes delinquen, porque el enemigo no debe tener cobijo ni protección de la sociedad, de ningún tipo, y quien los apoye y solape también está traicionando a México".
En la ceremonia del homenaje luctuoso a José María Morelos y Pavón, el Ejecutivo federal dijo que la actuación de los criminales es consecuencia de la contundencia de los golpes que las fuerzas armadas han dado a las organizaciones criminales y que han provocado una merma en su estructura tanto funcional como económica.
Confió en que generaciones de todos los tiempos recordarán siempre con desprecio a estos criminales que siembran la violencia, a fin de saciar sus mezquinos intereses.
Acompañado en el presidium de los titulares de Marina, Almirante Francisco Saynez, y de la SEP, Josefina Vázquez; del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Horacio Duarte, y del jefe del Estado Mayor Presidencial, Jesús Castillo, el mandatario instruyó guardar un minuto de silencio por los militares caídos.
"Su muerte no será en vano y habremos de empeñar nuestro esfuerzo para llevar ante la justicia a los responsables de estos hechos tan cobardes, tan cobardes como ellos, de estos hechos ominosos", aseguró.
En la Plaza de la Ciudadela, a la que llegó resguardado en cada flanco por militares, el mandatario refrendó que la lucha contra la delincuencia es prioridad para el Estado.
Aclaró que en esta tarea el éxito será la unión de todos los mexicanos y por ello convocó a los Poderes de la Unión, a los gobiernos estatales y municipales y a la sociedad entera a refrendar el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, con el cumplimiento de los compromisos ahí establecidos.
Advirtió que su gobierno seguirá con el esfuerzo operacional para garantizar la seguridad de los mexicanos en todo el territorio nacional, "y lejos de intimidar a las fuerzas armadas, éstas están más que determinadas a cumplir con su deber con la seguridad interior del país".
Hizo hincapié en que en su administración seguirá adelante en la tarea de depurar a fondo a las instituciones policiacas, a fin de identificar y castigar a aquellos que han deshonrado a sus corporaciones y a México.
Aseguró que con el fin de dotar de seguridad al país y acabar con el cáncer social que representa el narcotráfico, se avanzará en la reforma constitucional en materia de procuración e impartición de justicia, a fin de que ésta permita una justicia más expedita y eficaz, así como una policía unificada y que dé menos espacios para la opacidad o para la corrupción.
Enseguida estableció un paralelismo entre la lucha que hoy enfrenta la generación a la que pertenece y las luchas que enfrentaron personajes como Morelos, Hidalgo, Zaragoza y Juárez, en las que nunca se doblegaron.
"Esta generación está también llamada a cumplir una misión, una tarea con el país, precisamente la de preservar las libertades conquistadas en 1810, preservarlas y acrecentarlas en el nuevo entorno del 2010".
Posteriormente a los discursos, en los que el historiador Carlos Herrerón Peredo hizo una semblanza de Morelos, el mandatario montó una guardia de honor ante el monumento situado en la Plaza de la Ciudadela.
Cecilia Téllez Cortés, Crónica, 23 de diciembre.
Ante estos hechos, que calificó de cobardes y ominosos, el mandatario aseguró que su gobierno está decidido a llevar la lucha contra la delincuencia "en todas sus consecuencias. A la violencia del crimen responderemos con la acción firme del Estado, porque México es más fuerte que cualquier banda de delincuentes".
Tras afirmar que los criminales pretenden amedrentar, paralizar y detener la acción del Estado, Calderón Hinojosa subrayó:
"México es más fuerte que cualquier banda de delincuentes, porque no daremos un paso atrás en esta lucha ni habrá tregua ni cuartel para los evidentes enemigos de la patria".
Pidió a todos los mexicanos participar en esta lucha "denunciando a quienes delinquen, porque el enemigo no debe tener cobijo ni protección de la sociedad, de ningún tipo, y quien los apoye y solape también está traicionando a México".
En la ceremonia del homenaje luctuoso a José María Morelos y Pavón, el Ejecutivo federal dijo que la actuación de los criminales es consecuencia de la contundencia de los golpes que las fuerzas armadas han dado a las organizaciones criminales y que han provocado una merma en su estructura tanto funcional como económica.
Confió en que generaciones de todos los tiempos recordarán siempre con desprecio a estos criminales que siembran la violencia, a fin de saciar sus mezquinos intereses.
Acompañado en el presidium de los titulares de Marina, Almirante Francisco Saynez, y de la SEP, Josefina Vázquez; del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Horacio Duarte, y del jefe del Estado Mayor Presidencial, Jesús Castillo, el mandatario instruyó guardar un minuto de silencio por los militares caídos.
"Su muerte no será en vano y habremos de empeñar nuestro esfuerzo para llevar ante la justicia a los responsables de estos hechos tan cobardes, tan cobardes como ellos, de estos hechos ominosos", aseguró.
En la Plaza de la Ciudadela, a la que llegó resguardado en cada flanco por militares, el mandatario refrendó que la lucha contra la delincuencia es prioridad para el Estado.
Aclaró que en esta tarea el éxito será la unión de todos los mexicanos y por ello convocó a los Poderes de la Unión, a los gobiernos estatales y municipales y a la sociedad entera a refrendar el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, con el cumplimiento de los compromisos ahí establecidos.
Advirtió que su gobierno seguirá con el esfuerzo operacional para garantizar la seguridad de los mexicanos en todo el territorio nacional, "y lejos de intimidar a las fuerzas armadas, éstas están más que determinadas a cumplir con su deber con la seguridad interior del país".
Hizo hincapié en que en su administración seguirá adelante en la tarea de depurar a fondo a las instituciones policiacas, a fin de identificar y castigar a aquellos que han deshonrado a sus corporaciones y a México.
Aseguró que con el fin de dotar de seguridad al país y acabar con el cáncer social que representa el narcotráfico, se avanzará en la reforma constitucional en materia de procuración e impartición de justicia, a fin de que ésta permita una justicia más expedita y eficaz, así como una policía unificada y que dé menos espacios para la opacidad o para la corrupción.
Enseguida estableció un paralelismo entre la lucha que hoy enfrenta la generación a la que pertenece y las luchas que enfrentaron personajes como Morelos, Hidalgo, Zaragoza y Juárez, en las que nunca se doblegaron.
"Esta generación está también llamada a cumplir una misión, una tarea con el país, precisamente la de preservar las libertades conquistadas en 1810, preservarlas y acrecentarlas en el nuevo entorno del 2010".
Posteriormente a los discursos, en los que el historiador Carlos Herrerón Peredo hizo una semblanza de Morelos, el mandatario montó una guardia de honor ante el monumento situado en la Plaza de la Ciudadela.
Cecilia Téllez Cortés, Crónica, 23 de diciembre.
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