Felipe González, ex presidente de España, advirtió que si no hay modificaciones del funcionamiento del sistema financiero, se estará incubando la siguiente crisis antes de salir de la actual.
Es un sistema, dijo, al que hay que buscarle respuesta reformadora, "para que se evite el dramatismo, la dimensión, la magnitud de los problemas que han venido".
Refirió que el mercado empujó a la política fuera de la relación entre sociedad y mercado, y ahora reclaman a la política que arregle el problema de la crisis.
Pero los políticos "llevamos tanto tiempo en el banquillo que estamos muy desentrenados para saber cómo meterle mano a ese asunto tan complicado a nivel local y a nivel global; en muchos años sin jugar, en la reserva, jugaban otros, y ahora no sólo nos piden que juguemos, sino que metamos todos los goles necesarios para superar la crisis. Estamos ante un desafío muy, muy serio".
En su ponencia, ofrecida durante el foro "México ante la crisis, ¿qué hacer para crecer?", organizado por el Congreso de la Unión, el político español expresó que no es posible seguir aceptando la ideología dominante de que el mercado se autorregula, porque es mentira.
Tras señalar que estamos en una resaca de una crisis del sistema financiero, González refirió que es necesario un Estado ágil, eficiente, que responda a las necesidades, que recupere la confianza de los ciudadanos, así como instituciones públicas previsibles en su comportamiento, eficientes en su gestión, transparentes.
"Un estado Ipanema, como esos cuerpos que vemos en la playa Ipanema: sin un gramo de grasa, pero a ninguno se le ven los huesos, ágiles, flexibles, fantásticos", bromeó.
El ex mandatario hizo un llamado a no perder el tiempo en discutir cuánta responsabilidad tiene cada uno de los gobiernos en la crisis internacional, sino cómo operar un paquete de intervención anticíclico, "teniendo en cuenta que en esas situaciones importa más, como diría Slim, el crecimiento de la masa salarial, que el crecimiento del producto".
Recordó que hace diez años advirtió que este sistema financiero exigía reforma porque estaba funcionando como un casino financiero sin reglas, y si no había un macro regulatorio razonable, "iba a haber disgustos reiterados".
González dijo que las amenazas a la seguridad internacional son terrorismo, criminalidad organizada, proliferación de armas de destrucción masiva.
Otras amenazas son el comportamiento del sistema financiero; el desequilibrio ecológico, la pobreza y la desesperación.
Luego de recordar que la Segunda Guerra Mundial puso en marcha el aparato productivo mundial después de la crisis de 1929, el político español manifestó que hoy se tiene que librar la guerra contra la pobreza, contra el cambio climático y contra una asistencia en salud muy cara.
Es un sistema, dijo, al que hay que buscarle respuesta reformadora, "para que se evite el dramatismo, la dimensión, la magnitud de los problemas que han venido".
Refirió que el mercado empujó a la política fuera de la relación entre sociedad y mercado, y ahora reclaman a la política que arregle el problema de la crisis.
Pero los políticos "llevamos tanto tiempo en el banquillo que estamos muy desentrenados para saber cómo meterle mano a ese asunto tan complicado a nivel local y a nivel global; en muchos años sin jugar, en la reserva, jugaban otros, y ahora no sólo nos piden que juguemos, sino que metamos todos los goles necesarios para superar la crisis. Estamos ante un desafío muy, muy serio".
En su ponencia, ofrecida durante el foro "México ante la crisis, ¿qué hacer para crecer?", organizado por el Congreso de la Unión, el político español expresó que no es posible seguir aceptando la ideología dominante de que el mercado se autorregula, porque es mentira.
Tras señalar que estamos en una resaca de una crisis del sistema financiero, González refirió que es necesario un Estado ágil, eficiente, que responda a las necesidades, que recupere la confianza de los ciudadanos, así como instituciones públicas previsibles en su comportamiento, eficientes en su gestión, transparentes.
"Un estado Ipanema, como esos cuerpos que vemos en la playa Ipanema: sin un gramo de grasa, pero a ninguno se le ven los huesos, ágiles, flexibles, fantásticos", bromeó.
El ex mandatario hizo un llamado a no perder el tiempo en discutir cuánta responsabilidad tiene cada uno de los gobiernos en la crisis internacional, sino cómo operar un paquete de intervención anticíclico, "teniendo en cuenta que en esas situaciones importa más, como diría Slim, el crecimiento de la masa salarial, que el crecimiento del producto".
Recordó que hace diez años advirtió que este sistema financiero exigía reforma porque estaba funcionando como un casino financiero sin reglas, y si no había un macro regulatorio razonable, "iba a haber disgustos reiterados".
González dijo que las amenazas a la seguridad internacional son terrorismo, criminalidad organizada, proliferación de armas de destrucción masiva.
Otras amenazas son el comportamiento del sistema financiero; el desequilibrio ecológico, la pobreza y la desesperación.
Luego de recordar que la Segunda Guerra Mundial puso en marcha el aparato productivo mundial después de la crisis de 1929, el político español manifestó que hoy se tiene que librar la guerra contra la pobreza, contra el cambio climático y contra una asistencia en salud muy cara.
Blanca Estela Botello, Crónica, 28 de enero.
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