MADRID (EFE).— La ex rehén de la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Clara Rojas afirmó que nunca se ofreció “voluntariamente para compartir el secuestro” con Ingrid Betancourt, y que tampoco era realmenta candidata vicepresidencial.
En una entrevista con la edición española de la revista Vanity Fair, la abogada, liberada hace un año, aclara que lo que sucedió fue que, en el momento del secuestro, a los guerrilleros “les pareció ofensivo” que se interesara por la suerte de Ingrid, y como castigo se las llevaron a las dos.
Sobre el porqué figuraba como candida vicepresidencial, Rojas, que trabajaba como directora de campaña de Betancourt antes del secuestro, dijo que “yo no figuraba en ninguna lista (electoral). No era la persona que ella hubiera propuesto”. Más bien, al segundo marido de Betancourt se le ocurrió inscribirla como aspirante vicepresidencial para evitar que la gente olvidara que ella estaba secuestrada. Rojas, que tuvo un hijo, Emmanuel, durante su cautiverio con un guerrillero de las FARC, dice que fue generosa con Ingrid y “esperaba algo diferente de ella, pero no fue así. Ha sido desconcertante y doloroso”.
En una entrevista con la edición española de la revista Vanity Fair, la abogada, liberada hace un año, aclara que lo que sucedió fue que, en el momento del secuestro, a los guerrilleros “les pareció ofensivo” que se interesara por la suerte de Ingrid, y como castigo se las llevaron a las dos.
Sobre el porqué figuraba como candida vicepresidencial, Rojas, que trabajaba como directora de campaña de Betancourt antes del secuestro, dijo que “yo no figuraba en ninguna lista (electoral). No era la persona que ella hubiera propuesto”. Más bien, al segundo marido de Betancourt se le ocurrió inscribirla como aspirante vicepresidencial para evitar que la gente olvidara que ella estaba secuestrada. Rojas, que tuvo un hijo, Emmanuel, durante su cautiverio con un guerrillero de las FARC, dice que fue generosa con Ingrid y “esperaba algo diferente de ella, pero no fue así. Ha sido desconcertante y doloroso”.
El Universal, 24 de enero.
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