CIUDAD JUÁREZ, Chih.— Centenares de soldados fueron desplazados la mañana de ayer de los cuarteles y de las principales avenidas de esta ciudad a colonias periféricas, donde instalaron retenes en agrupamientos de más de 50 elementos que recibieron la instrucción superior de “permanecer alertas” y montar espacios de revisión aleatoria a los automovilistas.
El inicio del desplazamiento paulatino de 5 mil 500 elementos inhibió la violencia en los niveles de los días previos, y en general del comportamiento delincuencial de los últimos dos años.
La movilización también coincide con el anuncio de la reunión de seguridad binacional que arrancará hoy en la ciudad de El Paso, Texas, y que continuará el viernes de este lado de la frontera.
El vocero del Operativo Conjunto Chihuahua, Enrique Torres Valadez, dijo que los soldados “no se van de la ciudad” y que vendrán algunas “modificaciones” a los operativos. Los militares saldrán de las calles, pero cubrirán zonas de alto riesgo y colonias populares.
Desde temprana hora, los soldados ocuparon nuevo territorio, pero esta vez no en las principales calles de la ciudad ni en las avenidas de mayor tránsito, sino en polvosas colonias, donde uno a uno los propietarios de vehículos tuvieron que parar por instrucciones del personal militar. Tocaba la obligada revisión de los soldados.
Ayer, el gobierno federal adelantó que hoy anunciará un cambio en la estrategia, que incluye la sustitución de los militares en las calles de la ciudad por elementos de la Policía Federal (PF) y el repliegue de los soldados hacia la periferia.
“La idea es que el Ejército mexicano, con su capacidad de despliegue importante que tiene, pueda tener a su alcance el perímetro que existe del flujo de droga y de actividades criminales”, explicó el titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), Genaro García Luna, quien también informó que 2 mil elementos de la PF participarán en labores de seguridad y combate a la delincuencia en Juárez.
La SSP confirmó que en esta nueva fase de la estrategia de combate al crimen, en Juárez se incluirá la utilización de tecnología de punta, como aviones no tripulados, globos aerostáticos y vigilancia satelital.
La corporación desplegará un esquema mixto que no se limitará al patrullaje de calles o a establecer retenes, sino que incluye acciones de vigilancia, inteligencia y ataques a centros de operación criminal.
Según García Luna, Juárez, fronteriza con El Paso, es la ciudad más violenta de México, pero “del mundo no”.
Despliegue
Ayer, tan sólo en el poniente de Juárez se establecieron tres retenes con cerca de 200 militares. Los vecinos de las colonias Anapra, Insurgentes, Felipe Ángeles y otras cercanas al río Bravo despertaron sorprendidos por el amplio despliegue.
En un hecho atípico, hasta la tarde de ayer hubo sólo una ejecución del tipo crimen organizado: un joven de entre 25 y 30 años, que presuntamente era agente de tránsito “fuera de turno”.
El inicio del desplazamiento paulatino de 5 mil 500 elementos inhibió la violencia en los niveles de los días previos, y en general del comportamiento delincuencial de los últimos dos años.
La movilización también coincide con el anuncio de la reunión de seguridad binacional que arrancará hoy en la ciudad de El Paso, Texas, y que continuará el viernes de este lado de la frontera.
El vocero del Operativo Conjunto Chihuahua, Enrique Torres Valadez, dijo que los soldados “no se van de la ciudad” y que vendrán algunas “modificaciones” a los operativos. Los militares saldrán de las calles, pero cubrirán zonas de alto riesgo y colonias populares.
Desde temprana hora, los soldados ocuparon nuevo territorio, pero esta vez no en las principales calles de la ciudad ni en las avenidas de mayor tránsito, sino en polvosas colonias, donde uno a uno los propietarios de vehículos tuvieron que parar por instrucciones del personal militar. Tocaba la obligada revisión de los soldados.
Ayer, el gobierno federal adelantó que hoy anunciará un cambio en la estrategia, que incluye la sustitución de los militares en las calles de la ciudad por elementos de la Policía Federal (PF) y el repliegue de los soldados hacia la periferia.
“La idea es que el Ejército mexicano, con su capacidad de despliegue importante que tiene, pueda tener a su alcance el perímetro que existe del flujo de droga y de actividades criminales”, explicó el titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), Genaro García Luna, quien también informó que 2 mil elementos de la PF participarán en labores de seguridad y combate a la delincuencia en Juárez.
La SSP confirmó que en esta nueva fase de la estrategia de combate al crimen, en Juárez se incluirá la utilización de tecnología de punta, como aviones no tripulados, globos aerostáticos y vigilancia satelital.
La corporación desplegará un esquema mixto que no se limitará al patrullaje de calles o a establecer retenes, sino que incluye acciones de vigilancia, inteligencia y ataques a centros de operación criminal.
Según García Luna, Juárez, fronteriza con El Paso, es la ciudad más violenta de México, pero “del mundo no”.
Despliegue
Ayer, tan sólo en el poniente de Juárez se establecieron tres retenes con cerca de 200 militares. Los vecinos de las colonias Anapra, Insurgentes, Felipe Ángeles y otras cercanas al río Bravo despertaron sorprendidos por el amplio despliegue.
En un hecho atípico, hasta la tarde de ayer hubo sólo una ejecución del tipo crimen organizado: un joven de entre 25 y 30 años, que presuntamente era agente de tránsito “fuera de turno”.
Mario Héctor SIlva corresponsal, El Universal, 14 de enero.
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