Corrientes de opinión dentro de algunas Iglesias buscan “herramientas para el acompañamiento pastoral adecuado de las comunidades en esa dimensión tan importante de la vida humana, promoviendo así la vivencia de una sexualidad sana, responsable y plena, y no el control, la prescripción y la represión de la misma”, dijo la pastora bautista Raquel Suárez.
El quinto Congreso Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual, que sesionó aquí esta semana, incluyó “una mirada desde la reflexión bíblica-teológica y pastoral cristiana”.
Mujeres protestantes, quienes ejercen como ministras de culto o enseñan teología, llevaron a la reunión el mensaje de que hay un debate abierto dentro de instituciones eclesiásticas, en el cual han surgido opiniones en favor del reconocimiento y el respeto a opciones como la homosexualidad y la transexualidad desde una visión religiosa.
La emergencia de esa opinión alternativa era conocida en círculos eclesiásticos y de la sexología cubana, pero la presencia de las religiosas, por primera vez en un foro como el congreso, fue un impulso para darle mayor visibilidad al debate entre creyentes.
Suárez precisó a La Jornada que no puede hablarse de instituciones favorables a la diversidad, sino “de movimientos y de personas”, aún minoritarios, en confesiones como la presbiteriana y la bautista, en foros ecuménicos como el Centro Martin Luther King, el Centro Lavastida de Santiago de Cuba y el Grupo Óscar Arnulfo Romero, entre otros.
El Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), dependiente del Ministerio de Salud Pública, y organizador del congreso, mantiene una campaña por el respeto a la diversidad sexual. Hace dos años la Iglesia católica y algunas protestantes criticaron duramente una jornada contra la homofobia, detonando un debate que aún continúa.
En el congreso también expusieron sus experiencias la pastora Miriam Naranjo Alonso, de la Iglesia presbiteriana reformada en Cuba, que encabeza en la provincia central de Sancti Spiritus una comunidad de base; la reverenda Beatriz Casal Enríquez, teóloga del Equipo de Mujer y Género del Consejo de Iglesias de Cuba y la profesora de teología Clara Luz Ajo, del Seminario Evangélico de Matanzas.
Un punto clave de la discusión interreligiosa es la diferencia en las lecturas de las enseñanzas tradicionales. “En gran parte de las iglesias”, dijo Suárez en su ponencia, la educación sexual se basa en la herencia fundamentalista del protestantismo europeo y estadunidense de principios del siglo XX, dirigido a una “visión limitada de la sexualidad”.
En contraste, algunas comunidades han asumido “las teologías ‘emancipatorias’ políticas, de la liberación, los estudios histórico-críticos de la Biblia” y la comprensión de movimientos como los de las feministas y los gay, añadió la pastora. “Hoy estamos acá reconociendo también la necesidad de articulación entre profesionales de la salud y agentes pastorales y comunidades cristianas.”
0 Responses to "Respeto a la diversidad sexual, bandera de religiosos en Cuba"
Publicar un comentario