"De momento no veo una apertura económica seria y franca que pueda cambiar el estancamiento que hay actualmente. En esta situación, pasaremos del estancamiento al caos", afirmó a REFORMA.
Ramos, de 68 años, es el mayor de los 75 disidentes pacíficos condenados por delitos contra la seguridad del Estado en abril de 2003. Todavía le quedaban por delante 11 años de prisión, pero gracias a la mediación de la jerarquía católica local y el Gobierno de España ha logrado, al igual que otros de sus compañeros de causa, una licencia extrapenal por razones humanitarias.
Tras ser excarcelado el sábado, Ramos acudió ayer con su mujer a la parroquia capitalina de Santa Rita para asistir a misa junto con las Damas de Blanco, el grupo de esposas y madres de opositores presos que piden amnistía para sus familiares.
Consultado a la salida de la iglesia, el disidente afirmó sentirse bien de ánimo y de salud, dijo que no le teme a nadie y que continuará con su actividad política además de trabajar como analista económico.
"He salido sin aceptar condiciones y no voy a abandonar Cuba. Soy subdirector del Instituto de Economistas Independientes y deseo retomar mis tareas como especialista e investigador y mis actividades políticas de opositor", externó.
De sus "hermanos" presos aseguró que también serán excarcelados.
"No me lo dijeron categóricamente, pero me lo dieron a entender (las autoridades)", declaró.
Sobre las condiciones carcelarias que vivió estos años, Ramos dijo haber tenido "altas y bajas" y subrayó las dificultades para comunicarse con otros presos políticos y la mala alimentación.
Presentes también en Santa Rita, compañeros de causa, como Martha Beatriz Roque y Óscar Espinosa Chepe, puntualizaron las diferencias entre libertad y excarcelación.
"Lo que concede el Gobierno cubano a los presos políticos no es libertad, es una suspensión de la sanción. Arnaldo sale por cuestiones humanitarias, como hemos salido otros antes", precisó Roque, economista y opositora del grupo de los 75, excarcelada por motivos de salud en 2004.
Según Espinosa Chepe, también economista independiente y ex preso del mismo grupo, ese estatus les permite vivir en su propia casa y poco más.
"Tenemos nuestros derechos ciudadanos restringidos. Yo no puedo opinar, ni participar de las listas electorales, o salir de La Habana sin permiso. Pero no quiero plantear ese problema ahora. Voy a esperar que salgan de prisión los compañeros. Resuelto este problema fundamental, haremos las gestiones", agregó.
Al frente de las Damas de Blanco, la vocera Laura Pollán se mostró optimista respecto a una pronta salida de la cárcel de todos los reos de conciencia, aunque admitió no tener fechas.
"Se ha comenzado a aflojar el nudo. Van a salir poco a poco. Aunque no tengamos fechas, estamos convencidas de que para Navidad estarán todos fuera", declaró Pollán.
Aguardan noticias
Los 11 miembros del grupo de los 75 que no aceptaron el exilio y siguen en prisión son:
· Héctor Maceda: ingeniero electrónico y periodista de 67 años. Es esposo de Laura Pollán, vocera de las Damas de Blanco.
· Diosdado González: electricista y agricultor de 48 años. Hizo varias huelgas de hambre en prisión.
· José Ferrer: tiene 40 años. Es hermano del preso Luis Ferrer, quien sí aceptó el exilio.
· Ángel Moya: constructor, 46 años.
· Óscar Biscet: médico, 49 años.
· Guido Sigler: técnico en economía, 57 años.
· Pedro Argüelles: periodista, 62 años.
· Eduardo Díaz: agricultor, 59 años.
· Librado Linares: ingeniero eléctrico, 50 años.
· Iván Hernández: periodista, 39 años.
· Félix Navarro: docente, 57 años.
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