Alerta albergue sobre 'falsos' ilegales

APIZACO, Tlax.- A más de cinco meses de haber puesto en funciones la casa del migrante La Sagrada Familia, la Diócesis de Tlaxcala detectó que no todos los centroamericanos indocumentados que usan las vías del tren para llegar a Estados Unidos son migrantes y tampoco lo hacen por buenas intenciones.

De acuerdo con el Padre Ramiro Zárate, encargado del albergue, entre los centroamericanos que cruzan por Apizaco hay mexicanos que se hacen pasar por indocumentados para cometer ilícitos u obtener algún beneficio económico.

Por ello, dijo, es necesario organizar el fenómeno de la migración para separar aquellos que viajan de manera ilegal en busca de un empleo, de quienes sólo se aprovechan de los indocumentados y del apoyo que éstos reciben.

"El fenómeno es complejo, hay personas migrantes que son tan buenas y unas no tan buenas, otros del mismo México que no son migrantes pero se pasan por migrantes, entonces tenemos que ordenar bien esto", asentó.

Para ello, la Iglesia contará con el apoyo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) a fin de que a los sacerdotes no se les acuse de "polleros".

"Tenemos que proteger a los migrantes buenos, no otro tipo de migrantes", puntualizó.

Detalló que en la Casa del Migrante se tendrá la capacidad de albergar a 70 indocumentados de origen centroamericano, 50 de ellos varones y 20 mujeres, quienes recibirán asistencia humanitaria, de desarrollo, derechos humanos e incidencia coordinada con las 35 casas de migrantes que existen en la ruta que abarca desde la frontera de México con Guatemala, hasta el extremo con el territorio estadounidense.

"Tenemos que amparar a los migrantes buenos, porque muchos de ellos llegan transgredidos, vulnerados de sus derechos y algunos hasta han sido secuestrados y liberados de casas de seguridad", acotó.

En tanto, la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Luz María Vázquez Ávila, manifestó que no habrá ninguna dificultad para que la Diócesis de Tlaxcala y parte de sus sacerdotes, se dediquen a la protección y ayuda de los migrantes centroamericanos que llegan a bordo del tren a la ciudad de Apizaco.

"Incluso, hay un resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que dice que la ayuda que se otorga a los migrantes por particulares, no constituye ninguna conducta ilícita, toda vez que se considera apoyo humanitario", expresó.
Ana Laura Vásquez corresponsal, Reforma, 2 de noviembre.

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