México tiene la política migratoria más incoherente como país de tránsito, ya que exige un trato digno a sus ciudadanos en Estados Unidos y hace lo contrario con los centroamericanos que cruzan por su territorio, sostuvo Raúl Delgado Wise, presidente de la Red Internacional de Migración y Desarrollo.
"Es el principal país de tránsito del mundo y es una vergüenza la política de México como país de tránsito, no hay coherencia en este terreno.
"Se trata de defender a los migrantes en el exterior pero a los hermanos centroamericanos, que pasan por nuestras tierras, se les trata de una manera deleznable y contraria al espíritu que debe privar a la integración latinoamericana", indicó en entrevista, en el marco del foro "Acción Global de los Pueblos sobre Migración, Desarrollo y Derechos Humanos", que se realizará esta semana en el Distrito Federal.
Para el investigador en migración internacional, es absurdo que el Gobierno mexicano realice el "trabajo sucio" de Estados Unidos en la frontera sur del País al obstaculizar el paso de los migrantes.
"Los migrantes van allá forzados, no van porque quieren y además enfrentan cantidad de riesgos en el trayecto", destacó, "lo de Tamaulipas (la masacre de 72 migrantes) es apenas un botón de muestra de lo que está pasando".
El Gobierno de México, reiteró, no tiene la fuerza moral de exigir algo que no hace.
A su parecer, el reforzamiento de la frontera de Estados Unidos abrió las puertas para que el crimen organizado hiciera del tráfico de migrantes un negocio altamente lucrativo.
Delgado Wise recordó que en promedio un mexicano paga 2 mil dólares por pasar a EU, mientras que un centroamericano, 5 mil.
"El tránsito es un negocio, y muy redituable. Así tiene que analizarse y ver que está en manos de bandas criminales de las que hasta ahora el Gobierno mexicano ha mostrado mucha ineficiencia en todos los planos", señaló el especialista.
Además, calificó como absurda la política estadounidense en sus fronteras ya que a pesar de sus acciones por bloquearlas, recibe casi un millón de migrantes por año.
"Sellar la frontera, es claramente una política para dificultar el tránsito y tener una población más vulnerable que es más fácilmente explotable, es sometida a fuerza a un proceso de abaratamiento, que es como mejor le sirve, disciplinada", puntualizó.
El especialista manifestó que los países centroamericanos también son responsables, ya que no tienen políticas públicas de desarrollo para retener a sus ciudadanos.
Por ello, expuso, es necesario analizar esta problemática desde un enfoque integral, atacar las causas de la migración a través de la implementación de modelos de desarrollo en los países expulsores y lograr una integración regional de los países del sur para poder dialogar con Estados Unidos al respecto.
Otra medida, indicó Delgado Wise, es desplazar la agenda migratoria de la de seguridad nacional y ubicarla en una agenda de seguridad humana.
"Ahí ha estado atrapada los últimos años y eso es lo que ha ocasionado la criminalización de los migrantes", dijo el también investigador de la Universidad de Zacatecas.
"Es el principal país de tránsito del mundo y es una vergüenza la política de México como país de tránsito, no hay coherencia en este terreno.
"Se trata de defender a los migrantes en el exterior pero a los hermanos centroamericanos, que pasan por nuestras tierras, se les trata de una manera deleznable y contraria al espíritu que debe privar a la integración latinoamericana", indicó en entrevista, en el marco del foro "Acción Global de los Pueblos sobre Migración, Desarrollo y Derechos Humanos", que se realizará esta semana en el Distrito Federal.
Para el investigador en migración internacional, es absurdo que el Gobierno mexicano realice el "trabajo sucio" de Estados Unidos en la frontera sur del País al obstaculizar el paso de los migrantes.
"Los migrantes van allá forzados, no van porque quieren y además enfrentan cantidad de riesgos en el trayecto", destacó, "lo de Tamaulipas (la masacre de 72 migrantes) es apenas un botón de muestra de lo que está pasando".
El Gobierno de México, reiteró, no tiene la fuerza moral de exigir algo que no hace.
A su parecer, el reforzamiento de la frontera de Estados Unidos abrió las puertas para que el crimen organizado hiciera del tráfico de migrantes un negocio altamente lucrativo.
Delgado Wise recordó que en promedio un mexicano paga 2 mil dólares por pasar a EU, mientras que un centroamericano, 5 mil.
"El tránsito es un negocio, y muy redituable. Así tiene que analizarse y ver que está en manos de bandas criminales de las que hasta ahora el Gobierno mexicano ha mostrado mucha ineficiencia en todos los planos", señaló el especialista.
Además, calificó como absurda la política estadounidense en sus fronteras ya que a pesar de sus acciones por bloquearlas, recibe casi un millón de migrantes por año.
"Sellar la frontera, es claramente una política para dificultar el tránsito y tener una población más vulnerable que es más fácilmente explotable, es sometida a fuerza a un proceso de abaratamiento, que es como mejor le sirve, disciplinada", puntualizó.
El especialista manifestó que los países centroamericanos también son responsables, ya que no tienen políticas públicas de desarrollo para retener a sus ciudadanos.
Por ello, expuso, es necesario analizar esta problemática desde un enfoque integral, atacar las causas de la migración a través de la implementación de modelos de desarrollo en los países expulsores y lograr una integración regional de los países del sur para poder dialogar con Estados Unidos al respecto.
Otra medida, indicó Delgado Wise, es desplazar la agenda migratoria de la de seguridad nacional y ubicarla en una agenda de seguridad humana.
"Ahí ha estado atrapada los últimos años y eso es lo que ha ocasionado la criminalización de los migrantes", dijo el también investigador de la Universidad de Zacatecas.
Verónica Sánchez, Reforma, 2 de noviembre.
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