La Arquidiócesis Primada de México advirtió que organizaciones civiles, religiosas y laicas que brindan asilo, comida y cuidados a los migrantes en su paso por territorio mexicano enfrentan presiones policiacas por su labor.
En la editorial del semanario Desde la Fe, el Arzobispado consideró como inaceptable esta situación por la que pasan instituciones de la Iglesia católica desde Chiapas hasta la frontera norte.
"En estas instituciones, a cargo de sacerdotes, religiosas y laicos, se les da un trato de personas y no de delincuentes, no obstante que muchas veces deben enfrentar presiones policíacas por la labor que desempeñan, lo cual es inaceptable", externó.
Al recordar la masacre de los 72 migrantes centroamericanos ocurrida en agosto pasado en San Fernando, Tamaulipas, a manos de "Los Zetas", el Arzobispado indicó que en medio de la explotación que viven los indocumentados, la corrupción de las policías estatales y municipales, así como de la Policía federal es evidente.
"La masacre en Tamaulipas ha sido sólo una muestra de lo que realizan los verdaderos delincuentes, que pertenecen al crimen organizado, dedicados a la explotación de migrantes.
"Es otro de los campos donde la corrupción de las policías federales, estatales y municipales es evidente. Es aquí donde hace falta una respuesta urgente desde nuestras instituciones públicas", apuntó.
La Arquidiócesis cuestionó que ante las violaciones a derechos humanos, extorsiones, secuestros y homicidios a los que se enfrentan los indocumentados que cruzan por el País, el Gobierno no sea capaz de implementar mejores estrategias migratorias al tiempo en que criticó que los legisladores no muevan un dedo para enfrentar el problema creciente de abusos a migrantes.
"¿Cómo es posible que el Gobierno mexicano no sea capaz de realizar mejores estrategias en la frontera sur para evitar este drama humano (de violencia)? ¿cómo es posible que las autoridades migratorias no se sientan responsables del maltrato a los indocumentados cuando recorren miles de kilómetros por nuestro territorio? ¿cómo es que nuestros legisladores no muevan un dedo para enfrentar esta problemática que lleva tantos años y va en aumento?
"Pero eso sí, son los primeros en protestar por el trato que dan a nuestros connacionales en Estados Unidos y no hacen nada por mejorar el maltrato que se les da a nuestros hermanos centroamericanos", indicó.
Luego de hacer un recuento de los acosos que viven los centroamericanos en su objetivo por llegar a Estados Unidos, el Arzobispado sostuvo que es deber del Estado mexicano cuidar a los extranjeros de la violencia criminal.
"El Estado tiene el deber de respetar los derechos humanos de los extranjeros y cuidar su integridad, la mayoría de ellos pobres y totalmente desprotegidos ante la violencia criminal que se ha convertido en un rostro cruel de nuestro México".
En la editorial del semanario Desde la Fe, el Arzobispado consideró como inaceptable esta situación por la que pasan instituciones de la Iglesia católica desde Chiapas hasta la frontera norte.
"En estas instituciones, a cargo de sacerdotes, religiosas y laicos, se les da un trato de personas y no de delincuentes, no obstante que muchas veces deben enfrentar presiones policíacas por la labor que desempeñan, lo cual es inaceptable", externó.
Al recordar la masacre de los 72 migrantes centroamericanos ocurrida en agosto pasado en San Fernando, Tamaulipas, a manos de "Los Zetas", el Arzobispado indicó que en medio de la explotación que viven los indocumentados, la corrupción de las policías estatales y municipales, así como de la Policía federal es evidente.
"La masacre en Tamaulipas ha sido sólo una muestra de lo que realizan los verdaderos delincuentes, que pertenecen al crimen organizado, dedicados a la explotación de migrantes.
"Es otro de los campos donde la corrupción de las policías federales, estatales y municipales es evidente. Es aquí donde hace falta una respuesta urgente desde nuestras instituciones públicas", apuntó.
La Arquidiócesis cuestionó que ante las violaciones a derechos humanos, extorsiones, secuestros y homicidios a los que se enfrentan los indocumentados que cruzan por el País, el Gobierno no sea capaz de implementar mejores estrategias migratorias al tiempo en que criticó que los legisladores no muevan un dedo para enfrentar el problema creciente de abusos a migrantes.
"¿Cómo es posible que el Gobierno mexicano no sea capaz de realizar mejores estrategias en la frontera sur para evitar este drama humano (de violencia)? ¿cómo es posible que las autoridades migratorias no se sientan responsables del maltrato a los indocumentados cuando recorren miles de kilómetros por nuestro territorio? ¿cómo es que nuestros legisladores no muevan un dedo para enfrentar esta problemática que lleva tantos años y va en aumento?
"Pero eso sí, son los primeros en protestar por el trato que dan a nuestros connacionales en Estados Unidos y no hacen nada por mejorar el maltrato que se les da a nuestros hermanos centroamericanos", indicó.
Luego de hacer un recuento de los acosos que viven los centroamericanos en su objetivo por llegar a Estados Unidos, el Arzobispado sostuvo que es deber del Estado mexicano cuidar a los extranjeros de la violencia criminal.
"El Estado tiene el deber de respetar los derechos humanos de los extranjeros y cuidar su integridad, la mayoría de ellos pobres y totalmente desprotegidos ante la violencia criminal que se ha convertido en un rostro cruel de nuestro México".
Susana Moraga, Milenio, 15 de noviembre.
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