La migración de mexicanos a Estados Unidos ha dejado más costos que beneficios para el País, sostiene la Red Internacional de Migración y Desarrollo (RIMD).
En el estudio "Hacia un diagnóstico de los vínculos entre la Migración, Desarrollo y Derechos Humanos", que fue presentado ayer, el organismo señala que la inversión en la reproducción social de los migrantes en términos de salud y educación ha sido mayor comparada con la retribución que hacen los paisanos a la economía mexicana a través de las remesas.
Según el informe, de 1994 a 2008, el País destinó 302 mil 100 millones de dólares en la formación académica y atención médica de los mexicanos que finalmente optaron por emigrar a Estados Unidos, mientras que en ese lapso se obtuvo 156 mil 200 millones de dólares en envíos.
"Las remesas no son una contribución neta a la economía. Desde el punto de vista del país de origen, hay una pérdida en capital humano, como se muestra en la inversión social en estos trabajadores que dejan el país", advierte el estudio realizado, entre otros autores, por Raúl Delgado y Rubén Puentes, directivos de la RIMD.
El documento, que se basa en datos oficiales de CEPAL, la Oficina del Censo de EU y Conapo, indica que tan sólo de 2000 a 2008 el 49 por ciento de la fuerza de trabajo de México emigró al vecino país, lo que impacta en el bono demográfico.
"La evidencia empírica nos dice que la migración no es un negocio para México", señaló Rubén Puentes, tras la presentación del documento en el encuentro de la Acción Global de los Pueblos sobre Migración, Desarrollo y Derechos Humanos, al que acuden 700 activistas pro migrantes.
"En el largo plazo, la pérdida de toda esa población que se va en su etapa productiva puede representar un alto costo. México tienen que empezar a mantener a toda esa gente", urgió.
Minimizan contribución
Según el estudio, los impactos sociales y económicos de las remesas en México no son tan significativos respecto a otros países.
Por ejemplo, indica que de 2001 a 2008 las remesas contribuyeron al 2.1 por ciento del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del País, mientras que en El Salvador fue 16.8 por ciento y en Ecuador, 5.6 por ciento.
Este mismo dinero, agrega, contribuyó en un 5.7 por ciento a la reducción de la pobreza en México, mientras que en las otras dos naciones en un 17.2 y 5.9 por ciento, respectivamente.
"Para las familias que reciben las remesas sí tienen un gran impacto, ya que hay muchas que estarían en la pobreza si no las recibieran, sin embargo, el impacto a nivel nacional es mucho menor. Pensar que México va a crecer por las remesas es peligroso", advirtió Puentes.
Por otra parte, el estudio también destaca que a pesar de que los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos hacen contribuciones significativas a esta economía, su trabajo es mal pagado.
En el estudio "Hacia un diagnóstico de los vínculos entre la Migración, Desarrollo y Derechos Humanos", que fue presentado ayer, el organismo señala que la inversión en la reproducción social de los migrantes en términos de salud y educación ha sido mayor comparada con la retribución que hacen los paisanos a la economía mexicana a través de las remesas.
Según el informe, de 1994 a 2008, el País destinó 302 mil 100 millones de dólares en la formación académica y atención médica de los mexicanos que finalmente optaron por emigrar a Estados Unidos, mientras que en ese lapso se obtuvo 156 mil 200 millones de dólares en envíos.
"Las remesas no son una contribución neta a la economía. Desde el punto de vista del país de origen, hay una pérdida en capital humano, como se muestra en la inversión social en estos trabajadores que dejan el país", advierte el estudio realizado, entre otros autores, por Raúl Delgado y Rubén Puentes, directivos de la RIMD.
El documento, que se basa en datos oficiales de CEPAL, la Oficina del Censo de EU y Conapo, indica que tan sólo de 2000 a 2008 el 49 por ciento de la fuerza de trabajo de México emigró al vecino país, lo que impacta en el bono demográfico.
"La evidencia empírica nos dice que la migración no es un negocio para México", señaló Rubén Puentes, tras la presentación del documento en el encuentro de la Acción Global de los Pueblos sobre Migración, Desarrollo y Derechos Humanos, al que acuden 700 activistas pro migrantes.
"En el largo plazo, la pérdida de toda esa población que se va en su etapa productiva puede representar un alto costo. México tienen que empezar a mantener a toda esa gente", urgió.
Minimizan contribución
Según el estudio, los impactos sociales y económicos de las remesas en México no son tan significativos respecto a otros países.
Por ejemplo, indica que de 2001 a 2008 las remesas contribuyeron al 2.1 por ciento del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del País, mientras que en El Salvador fue 16.8 por ciento y en Ecuador, 5.6 por ciento.
Este mismo dinero, agrega, contribuyó en un 5.7 por ciento a la reducción de la pobreza en México, mientras que en las otras dos naciones en un 17.2 y 5.9 por ciento, respectivamente.
"Para las familias que reciben las remesas sí tienen un gran impacto, ya que hay muchas que estarían en la pobreza si no las recibieran, sin embargo, el impacto a nivel nacional es mucho menor. Pensar que México va a crecer por las remesas es peligroso", advirtió Puentes.
Por otra parte, el estudio también destaca que a pesar de que los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos hacen contribuciones significativas a esta economía, su trabajo es mal pagado.
Verónica Sánchez, Reforma, 4 de noviembre.
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