La organización internacional Human Rights Watch (HRW) calificó como "angustiante" la situación de derechos humanos en México y ubicó al País como prioridad respecto al resto de naciones de América Latina.
En entrevista con Reforma, José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de HRW planteó que la preocupación se debe al deterioro que sufre el País en el marco del combate al crimen organizado y la actitud de desdén hacia el tema por parte del Gobierno.
"Angustiante, es muy preocupante ver el deterioro que sufre México a diario en términos de violencia y de retrocesos en el estado de Derecho. Para nosotros, desgraciadamente, México, hoy día, junto con Colombia, en ese orden, son las prioridades principales en materia de derechos humanos en este hemisferio", planteó el activista.
Más preocupante aún, dijo, que el Gobierno mexicano tenga un discurso de desdén hacia los derechos humanos como lo demostró el Presidente Felipe Calderón cuando retó ante el Presidente Barak Obama a que se demostrara un solo caso de violación o cuando sostuvo que estaba harto de las cantaletas de derechos humanos.
"En este Gobierno, la interlocución se ha perdido. Mi impresión es que para este Gobierno el tema de los derechos humanos sigue siendo una especie de carga, casi como una cruz que tienen que tienen que cargar frente a la comunidad internacional, pero no hay conciencia que está en el mejor interés de la lucha de seguridad, asegurarse que las fuerzas públicas actúen profesionalmente", sostuvo.
Otro de los puntos que hacen a México prioridad, es que el Gobierno tenga las puertas cerradas para dialogar con organismos sobre el tema, apuntó.
Vivanco aseguró que durante el Gobierno de Vicente Fox hubo mayor apertura con organizaciones nacionales y extranjeras para escuchar planteamientos, denuncias, casos concretos, política pública.
Minimizan violaciones José Miguel Vivanco enfatizó la gravedad de que desde el discurso del Gobierno mexicano haya una minimización a las violaciones de derechos humanos.
Haciendo una recorrido por distintos países latinoamericanos, sólo recuerda discursos de ese tipo en voz del ex mandatario colombiano Álvaro Uribe y el Presidente venezolano Hugo Chávez.
"Uribe decía que los defensores de derechos humanos eran 'colaboradores de la guerrilla'; Chávez descalifica cualquier crítica, son parte de una conspiración promovida por el imperio. Es un recurso al que acude muchísimo este tipo de gobernantes porque les permite evadir la discusión de fondo y salir del paso y cambiar de tema".
Tras aclarar que no está de acuerdo con simplificar y comparar la realidad colombiana con la mexicana, manifestó que sí es comparable con Colombia por las cifras de abusos, el uso del Ejército, los niveles de impunidad, pero a diferencia de México, el Presidente asumió el compromiso de trasladar los casos de violaciones a derechos humanos cometidos por el Ejército al fuero civil.
El director para las Américas de HRW estimó que el Estado debe actuar con procedimientos respetuosos de los derechos humanos y profesionales, para diferenciarse de las prácticas de la mafia.
"Que la sociedad pueda distinguir, entender que no son lo mismo, que el Estado no recurre a las mismas fórmulas. Eso es importante para que la lucha tenga éxito.
"Si cree que la autoridad también utiliza métodos abusivos con impunidad y nadie es sancionado, ocurre el distanciamiento y quien se margina en esta lucha es el Estado", detalló.
Daniela Rea, Reforma, 12 de noviembre.
En entrevista con Reforma, José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de HRW planteó que la preocupación se debe al deterioro que sufre el País en el marco del combate al crimen organizado y la actitud de desdén hacia el tema por parte del Gobierno.
"Angustiante, es muy preocupante ver el deterioro que sufre México a diario en términos de violencia y de retrocesos en el estado de Derecho. Para nosotros, desgraciadamente, México, hoy día, junto con Colombia, en ese orden, son las prioridades principales en materia de derechos humanos en este hemisferio", planteó el activista.
Más preocupante aún, dijo, que el Gobierno mexicano tenga un discurso de desdén hacia los derechos humanos como lo demostró el Presidente Felipe Calderón cuando retó ante el Presidente Barak Obama a que se demostrara un solo caso de violación o cuando sostuvo que estaba harto de las cantaletas de derechos humanos.
"En este Gobierno, la interlocución se ha perdido. Mi impresión es que para este Gobierno el tema de los derechos humanos sigue siendo una especie de carga, casi como una cruz que tienen que tienen que cargar frente a la comunidad internacional, pero no hay conciencia que está en el mejor interés de la lucha de seguridad, asegurarse que las fuerzas públicas actúen profesionalmente", sostuvo.
Otro de los puntos que hacen a México prioridad, es que el Gobierno tenga las puertas cerradas para dialogar con organismos sobre el tema, apuntó.
Vivanco aseguró que durante el Gobierno de Vicente Fox hubo mayor apertura con organizaciones nacionales y extranjeras para escuchar planteamientos, denuncias, casos concretos, política pública.
Minimizan violaciones José Miguel Vivanco enfatizó la gravedad de que desde el discurso del Gobierno mexicano haya una minimización a las violaciones de derechos humanos.
Haciendo una recorrido por distintos países latinoamericanos, sólo recuerda discursos de ese tipo en voz del ex mandatario colombiano Álvaro Uribe y el Presidente venezolano Hugo Chávez.
"Uribe decía que los defensores de derechos humanos eran 'colaboradores de la guerrilla'; Chávez descalifica cualquier crítica, son parte de una conspiración promovida por el imperio. Es un recurso al que acude muchísimo este tipo de gobernantes porque les permite evadir la discusión de fondo y salir del paso y cambiar de tema".
Tras aclarar que no está de acuerdo con simplificar y comparar la realidad colombiana con la mexicana, manifestó que sí es comparable con Colombia por las cifras de abusos, el uso del Ejército, los niveles de impunidad, pero a diferencia de México, el Presidente asumió el compromiso de trasladar los casos de violaciones a derechos humanos cometidos por el Ejército al fuero civil.
El director para las Américas de HRW estimó que el Estado debe actuar con procedimientos respetuosos de los derechos humanos y profesionales, para diferenciarse de las prácticas de la mafia.
"Que la sociedad pueda distinguir, entender que no son lo mismo, que el Estado no recurre a las mismas fórmulas. Eso es importante para que la lucha tenga éxito.
"Si cree que la autoridad también utiliza métodos abusivos con impunidad y nadie es sancionado, ocurre el distanciamiento y quien se margina en esta lucha es el Estado", detalló.
Daniela Rea, Reforma, 12 de noviembre.
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