Lago de Guadalupe, Méx., 12 de noviembre. Debido al avance del cambio climático y sus consecuencias –particularmente sobre la población más pobre del planeta–, que ahondan la desigualdad y provocan migraciones, la Iglesia católica debe poner mayor énfasis en una evangelización y el establecimiento de una pastoral que hagan tomar conciencia a los feligreses de que deben “cuidar la casa, proteger la obra de Dios”, porque de eso depende la supervivencia humana.
En el contexto de la 90 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la cual concluyó ayer, y en vísperas de que obispos participen en la cumbre de Cancún, los jerarcas católicos expresaron su preocupación por el calentamiento global.
Víctor René Rodríguez Gómez, secretario general de la CEM, aseveró que el “materialismo y la deshumanización nos han llevado a la sobrexplotación de la Tierra” y añadió que el calentamiento global es una “preocupación en la tarea de la Iglesia”, y en particular de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, la cual “ha hecho un trabajo importante en este tema”, remarcando que se debe revertir la “falta de responsabilidad en el uso de los bienes no renovables”.
Rutilo Muñoz Zamora, obispo de Coatzacoalcos, remarcó que haya que tomar conciencia de que “este planeta es nuestra casa, y de que si no estamos dispuestos a cuidarla va a desaparecer”, y nosotros con ella. Por eso subrayó que es “importante encontrar soluciones”, pero reconoció que “no será fácil, debido a los intereses de los grandes consorcios económicos”.
Lucas Martínez Lara, obispo de Matehuala, sostuvo que hay que “plantearnos la necesidad de reconstruir tanto la casa como a los habitantes; ahí está nuestro propósito, en trabajar más en la acción pastoral para impulsar valores en las personas que las hagan conscientes del ambiente. Estamos ante el gran reto de cuidar la casa”.
El doctor Ivo Poleto, colaborador de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil en el área de Pastoral de la Tierra, señaló ante el pleno de sus pares mexicanos que los “desequilibrios de la Tierra” causados por el hombre “están aumentando los sufrimientos de los empobrecidos” y han generado “por lo menos 50 millones de migrantes climáticos”.
Advirtió que si en la reunión de Cancún los países no toman “acuerdos de cambio urgentes”, si la humanidad “no cambia su forma de civilización, en menos de 100 años la vida humana no será posible en la Tierra”. Reconoció que lograr modificaciones será “difícil”, debido a que “hay una pequeña, pero poderosa parte de la humanidad que no quiere cambiar, para no perder sus negocios y su poder”.
Señaló que ante esto urge “buscar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad a favor de una auténtica ecología y empeñarse por lograr esfuerzos en la promulgación de políticas públicas que protejan la naturaleza”.
También, evangelizar a los pueblos para “descubrir el don de la creación, sabiendo contemplarla y cuidar de ella como casa de todos los seres vivos y matriz de vida y profundizar la presencia pastoral entre las poblaciones más frágiles y amenazadas por el desarrollo depredatorio”.
Previamente al cierre de trabajos de la asamblea, Josefina Vázquez Mota, en su calidad de presidenta de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, habló ayer ante este pleno sobre violencia, presupuesto 2011 y alianzas políticas, entre otros temas. Les aseguró que más que pensar en los próximos comicios, a los políticos “nos urge atender el presente y alcanzar un acuerdo nacional que dé viabilidad al país”.
Ante el presidente de la CEM, Carlos Aguiar, y el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, la coordinadora del PAN en la Cámara de Diputados llamó a los obispos a participar en la reconciliación nacional y enfatizó la urgencia de despertar el ánimo social para superar la violencia. Hizo hincapié en que las reformas educativa, laboral y fiscal no pueden posponerse más.
En el contexto de la 90 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la cual concluyó ayer, y en vísperas de que obispos participen en la cumbre de Cancún, los jerarcas católicos expresaron su preocupación por el calentamiento global.
Víctor René Rodríguez Gómez, secretario general de la CEM, aseveró que el “materialismo y la deshumanización nos han llevado a la sobrexplotación de la Tierra” y añadió que el calentamiento global es una “preocupación en la tarea de la Iglesia”, y en particular de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, la cual “ha hecho un trabajo importante en este tema”, remarcando que se debe revertir la “falta de responsabilidad en el uso de los bienes no renovables”.
Rutilo Muñoz Zamora, obispo de Coatzacoalcos, remarcó que haya que tomar conciencia de que “este planeta es nuestra casa, y de que si no estamos dispuestos a cuidarla va a desaparecer”, y nosotros con ella. Por eso subrayó que es “importante encontrar soluciones”, pero reconoció que “no será fácil, debido a los intereses de los grandes consorcios económicos”.
Lucas Martínez Lara, obispo de Matehuala, sostuvo que hay que “plantearnos la necesidad de reconstruir tanto la casa como a los habitantes; ahí está nuestro propósito, en trabajar más en la acción pastoral para impulsar valores en las personas que las hagan conscientes del ambiente. Estamos ante el gran reto de cuidar la casa”.
El doctor Ivo Poleto, colaborador de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil en el área de Pastoral de la Tierra, señaló ante el pleno de sus pares mexicanos que los “desequilibrios de la Tierra” causados por el hombre “están aumentando los sufrimientos de los empobrecidos” y han generado “por lo menos 50 millones de migrantes climáticos”.
Advirtió que si en la reunión de Cancún los países no toman “acuerdos de cambio urgentes”, si la humanidad “no cambia su forma de civilización, en menos de 100 años la vida humana no será posible en la Tierra”. Reconoció que lograr modificaciones será “difícil”, debido a que “hay una pequeña, pero poderosa parte de la humanidad que no quiere cambiar, para no perder sus negocios y su poder”.
Señaló que ante esto urge “buscar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad a favor de una auténtica ecología y empeñarse por lograr esfuerzos en la promulgación de políticas públicas que protejan la naturaleza”.
También, evangelizar a los pueblos para “descubrir el don de la creación, sabiendo contemplarla y cuidar de ella como casa de todos los seres vivos y matriz de vida y profundizar la presencia pastoral entre las poblaciones más frágiles y amenazadas por el desarrollo depredatorio”.
Previamente al cierre de trabajos de la asamblea, Josefina Vázquez Mota, en su calidad de presidenta de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, habló ayer ante este pleno sobre violencia, presupuesto 2011 y alianzas políticas, entre otros temas. Les aseguró que más que pensar en los próximos comicios, a los políticos “nos urge atender el presente y alcanzar un acuerdo nacional que dé viabilidad al país”.
Ante el presidente de la CEM, Carlos Aguiar, y el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, la coordinadora del PAN en la Cámara de Diputados llamó a los obispos a participar en la reconciliación nacional y enfatizó la urgencia de despertar el ánimo social para superar la violencia. Hizo hincapié en que las reformas educativa, laboral y fiscal no pueden posponerse más.
Carolina Gómez Mena, La Jornada, 13 de noviembre.
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