Arnaldo Ramos Lauzurique, quien cumplía 18 años de cárcel, se convirtió en el primero de los 40 disidentes cubanos excarcelados desde julio que ha optado por quedarse en la isla y “seguir haciendo actividades opositoras”, según declaró ayer.
Lauzurique, de 68 años y miembro del ilegal Instituto Cubano de Economistas Independientes, agregó que tras siete años de prisión fue puesto en libertad el sábado “con licencia extrapenal y sin ninguna restricción”, y consideró que los cambios económicos en curso pueden llevar al país “del estancamiento al caos (…) si no hay una apertura seria y franca”.
Acompañado por una treintena de Damas de Blanco, el ex detenido cumplió su primera actividad pública participando en una misa en la iglesia Santa Rita, mientras las mujeres realizaban su tradicional marcha dominical por la libertad de sus familiares presos.
De los 52 disidente encarcelados desde 2003, cuya liberación fue anunciada el 7 de julio por el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, 39 viajaron a España con familiares.
Paralelamente, la Iglesia anunció que Luis Enrique Ferrer García, uno de los 12 presos que quedan en prisión, también aceptó viajar a España. Ferrer García cumple una condena de 28 años de cárcel.
Lauzurique y Ferrer García eran considerados “prisioneros de conciencia” por Amnistía Internacional.
En tanto, de una veintena de presos en 2003 puestos en libertad con “licencia extrapenal” desde hace varios años, “cuatro hemos decidió continuar en la isla”, dijo el opositor Oscar Espinosa Chepe, quien abogó porque el gobierno le restituya “todos mis derechos”, entre ellos, dijo, “poder entrar y salir libremente del país”.
Vencido el 7 de noviembre el plazo que se había anunciado para la liberación de todos los considerados prisioneros de conciencia, aumentó la incertidumbre sobre los disidentes que no quieren dejar la isla.
La Habana. Manuel J. Somoza/Agencias, Milenio, 15 de noviembre.
Lauzurique, de 68 años y miembro del ilegal Instituto Cubano de Economistas Independientes, agregó que tras siete años de prisión fue puesto en libertad el sábado “con licencia extrapenal y sin ninguna restricción”, y consideró que los cambios económicos en curso pueden llevar al país “del estancamiento al caos (…) si no hay una apertura seria y franca”.
Acompañado por una treintena de Damas de Blanco, el ex detenido cumplió su primera actividad pública participando en una misa en la iglesia Santa Rita, mientras las mujeres realizaban su tradicional marcha dominical por la libertad de sus familiares presos.
De los 52 disidente encarcelados desde 2003, cuya liberación fue anunciada el 7 de julio por el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, 39 viajaron a España con familiares.
Paralelamente, la Iglesia anunció que Luis Enrique Ferrer García, uno de los 12 presos que quedan en prisión, también aceptó viajar a España. Ferrer García cumple una condena de 28 años de cárcel.
Lauzurique y Ferrer García eran considerados “prisioneros de conciencia” por Amnistía Internacional.
En tanto, de una veintena de presos en 2003 puestos en libertad con “licencia extrapenal” desde hace varios años, “cuatro hemos decidió continuar en la isla”, dijo el opositor Oscar Espinosa Chepe, quien abogó porque el gobierno le restituya “todos mis derechos”, entre ellos, dijo, “poder entrar y salir libremente del país”.
Vencido el 7 de noviembre el plazo que se había anunciado para la liberación de todos los considerados prisioneros de conciencia, aumentó la incertidumbre sobre los disidentes que no quieren dejar la isla.
La Habana. Manuel J. Somoza/Agencias, Milenio, 15 de noviembre.
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