Para 2050 se prevé una disminución de 20 por ciento de lluvias y una mayor demanda de agua en las ciudades, por lo que es necesario acotar las zonas de riego para hacerlas más eficientes en la producción de alimentos y poder redireccionar el líquido a las localidades, planteó ayer, Polioptro Martínez, director del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).
Durante el Seminario Anual 2010 Agua y Sociedad del Conocimiento ante el Cambio climático, el funcionario expuso que frente a los escenarios por el calentamiento global es indispensable revisar el modelo hídrico y agrícola del País.
"Se deberán tomar decisiones como disminuir las zonas de riego para seguir produciendo más alimento, para redireccionar esa agua para las ciudades donde sabemos que tendremos una mayor demanda", manifestó el especialista.
Martínez Adelantó que también se deberán repensar los Tratados de Agua con Estados Unidos y Guatemala, porque en un escenario de disminución de escurrimiento, es necesario ver cómo se van a cumplir los tratados, por lo que se debe trabajar en nuevos arreglos institucionales.
El doctor en Hidráulica detalló que para los escenarios en México se prevé una disminución de la precipitación de 20 por ciento en el noroeste y 15 por ciento en el noreste del País.
"Además, se prevén disminuciones de 20 a 30 por ciento del escurrimiento, menos agua para todos los usos hacia finales del siglo", indicó.
Para verano de de 2010 a 2039 se esperarían incrementos en la temperatura de un grado en la zona costera y 1.5 en el centro norte del País.
Para 2050 se esperan incrementos de temperatura de 2.5 y 3 grados en la región centro.
Hacia finales de 2080, se observan disminuciones de 20 por ciento de precipitación para el noroeste en Baja California y Mexicali donde, según Martínez, las condiciones de vida por la temperatura se verán difíciles.
Los modelos del IMTA pronostican que a causa del cambio climático en promedio habrá menos lluvia, pero serán más intensas y concentradas en periodos cortos de tiempo.
Martínez pidió avanzar hacia una política nacional en que estén involucrados los gobiernos estatales y los municipios, donde el principio rector sea arribar al uso sustentable y conservación del recurso hídrico que depende de los recursos naturales.
"Se debe avanzar una ley nacional del agua que asignara responsabilidades a todos los actores, que instrumente una política de Estados para establecer las responsabilidades de cada quien", expuso el funcionario.
También consideró indispensable transitar de la gobernabilidad a gobernanza efectiva donde la sociedad sea pueda participar en la toma de decisiones.
"Si no hacemos cambios institucionales y leyes, iremos viendo en los próximos años una mayor conflictividad por el agua. Conflictos por el agua entre estados, localidades y países", reiteró.
Adriana Alatorre, Reforma, 5 de noviembre.
Durante el Seminario Anual 2010 Agua y Sociedad del Conocimiento ante el Cambio climático, el funcionario expuso que frente a los escenarios por el calentamiento global es indispensable revisar el modelo hídrico y agrícola del País.
"Se deberán tomar decisiones como disminuir las zonas de riego para seguir produciendo más alimento, para redireccionar esa agua para las ciudades donde sabemos que tendremos una mayor demanda", manifestó el especialista.
Martínez Adelantó que también se deberán repensar los Tratados de Agua con Estados Unidos y Guatemala, porque en un escenario de disminución de escurrimiento, es necesario ver cómo se van a cumplir los tratados, por lo que se debe trabajar en nuevos arreglos institucionales.
El doctor en Hidráulica detalló que para los escenarios en México se prevé una disminución de la precipitación de 20 por ciento en el noroeste y 15 por ciento en el noreste del País.
"Además, se prevén disminuciones de 20 a 30 por ciento del escurrimiento, menos agua para todos los usos hacia finales del siglo", indicó.
Para verano de de 2010 a 2039 se esperarían incrementos en la temperatura de un grado en la zona costera y 1.5 en el centro norte del País.
Para 2050 se esperan incrementos de temperatura de 2.5 y 3 grados en la región centro.
Hacia finales de 2080, se observan disminuciones de 20 por ciento de precipitación para el noroeste en Baja California y Mexicali donde, según Martínez, las condiciones de vida por la temperatura se verán difíciles.
Los modelos del IMTA pronostican que a causa del cambio climático en promedio habrá menos lluvia, pero serán más intensas y concentradas en periodos cortos de tiempo.
Martínez pidió avanzar hacia una política nacional en que estén involucrados los gobiernos estatales y los municipios, donde el principio rector sea arribar al uso sustentable y conservación del recurso hídrico que depende de los recursos naturales.
"Se debe avanzar una ley nacional del agua que asignara responsabilidades a todos los actores, que instrumente una política de Estados para establecer las responsabilidades de cada quien", expuso el funcionario.
También consideró indispensable transitar de la gobernabilidad a gobernanza efectiva donde la sociedad sea pueda participar en la toma de decisiones.
"Si no hacemos cambios institucionales y leyes, iremos viendo en los próximos años una mayor conflictividad por el agua. Conflictos por el agua entre estados, localidades y países", reiteró.
Adriana Alatorre, Reforma, 5 de noviembre.
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