PUERTO VALLARTA, Jal.- La migración de ciudadanos hondureños a Estados Unidos, principalmente, se ha triplicado en los dos últimos años en medio de un panorama crítico para el Gobierno, alertó el Vicecanciller de Honduras, Alden Rivera.
Entrevistado en el marco del Foro Global de Migración y Desarrollo, el funcionario aseguró que el número de hondureños que salieron de su País pasó de 25 mil en 2007 a 75 mil en 2009.
"Se están haciendo muchos esfuerzos (por contener la migración), sin embargo, todas las iniciativas van a tomar tiempo, los resultados no se van a dar a corto plazo, por lo que va ser imposible evitar que el flujo de hondureños se mantenga alto", advirtió.
Al aumento en el éxodo de hondureños se suma la situación de vulnerabilidad que enfrentan los catrachos durante su paso por territorio mexicano, ya que es el grupo de migrantes que más sufre abusos, extorsiones y secuestros del crimen organizado.
De acuerdo con Rivera, su Gobierno tiene denuncias de al menos 10 mil casos de secuestro en México y 800 expedientes sobre posibles desaparecidos tras dejar su país.
¿A qué atribuye el éxodo hondureño?
Durante más de 10 años, hasta 2007, teníamos unos 25 mil hondureños por año (que emigraban), sobre todo hombres que salían del país ante la posibilidad de encontrar oportunidades de educación, de salud, de trabajo. Pero a raíz de la crisis internacional que pegó muy fuerte a Honduras, ya que tenemos una economía muy dependiente de la economía norteamericana, se perdieron 100 mil puestos de trabajo; en adición a eso, la crisis política que se dio en 2009 significó la pérdida de otros 60 mil puestos de trabajo.
Ante esa circunstancia, ese flujo migratorio que se había mantenido en 25 mil llegó a 75 mil el año pasado, y ya no fueron sólo hombres sino que también mujeres, niños y con algún nivel de educación, quienes iniciaron el flujo migratorio hacia Estados Unidos.
Este fenómeno se está reproduciendo en 2010, y de acuerdo con las estadísticas en el poder de Honduras, unos 60 mil hondureños están intentando llegar hacia Estados Unidos, esto va a continuar si como país no somos capaces de crear nuevas oportunidades.
¿Cómo ve usted la reacción del Gobierno mexicano ante los secuestros de sus ciudadanos?
En la Policía, sobre todo a nivel municipal, había una resistencia en reconocer que los secuestros estaban afectados a las personas que estaban en el flujo migratorio. Sin embargo, después de lo de Tamaulipas, sentimos que hay un reconocimiento generalizado de que este es un fenómeno que está ocurriendo y que está afectado a ciudadanos y que es algo que debemos resolver a nivel nacional.
¿Cuántos casos de secuestros tienen reportados?
Tenemos estimaciones de que podrían ser unos 10 mil casos de ciudadanos víctimas de secuestro a lo largo de 2008 y 2009. Es un número muy grande, estamos hablando de que de los 75 mil hondureños que emigraron el año pasado, probablemente 10 mil tuvieron algún tipo de incidente relacionado de secuestro.
¿Qué le dice esa cifra?
Que hay una vulnerabilidad enorme, que hay una presencia del crimen organizado que está atentado contra los derechos humanos de estos ciudadanos que están en tránsito por México y que obviamente esto es algo que debe ser analizado, estudiado y plantear soluciones de manera bilateral y a nivel regional.
¿El Gobierno de Honduras tiene responsabilidad de los abusos de los que son víctimas sus ciudadanos en México?
Obviamente nos sentimos corresponsables de lo que está pasando en México, porque la ausencia de oportunidades en Honduras lo que obliga a los más pobres del país es a migrar en busca de nuevas oportunidades en Estados Unidos.
¿Qué información tienen del caso Tamaulipas?
Tuvimos una comunicación de la Procuraduría General de la República donde informan que 8 ya fueron detenidos, sin embargo, estamos a la expectativa de tener más información y más continuidad y precisión.
¿Cuántos casos de desapariciones tienen documentados?
Tenemos reportados 200 casos de ciudadanos que perdieron comunicación con sus familiares de hace tres años. Por otro lado, este año tenemos abiertos 600 expedientes de familiares que se fueron en el flujo migratorio y que perdieron contacto con ellos.
Esas son las referencias de ciudadanos que están entre comillas desaparecidos, pero en realidad son personas que han perdido comunicación con sus familiares en Honduras.
Entrevistado en el marco del Foro Global de Migración y Desarrollo, el funcionario aseguró que el número de hondureños que salieron de su País pasó de 25 mil en 2007 a 75 mil en 2009.
"Se están haciendo muchos esfuerzos (por contener la migración), sin embargo, todas las iniciativas van a tomar tiempo, los resultados no se van a dar a corto plazo, por lo que va ser imposible evitar que el flujo de hondureños se mantenga alto", advirtió.
Al aumento en el éxodo de hondureños se suma la situación de vulnerabilidad que enfrentan los catrachos durante su paso por territorio mexicano, ya que es el grupo de migrantes que más sufre abusos, extorsiones y secuestros del crimen organizado.
De acuerdo con Rivera, su Gobierno tiene denuncias de al menos 10 mil casos de secuestro en México y 800 expedientes sobre posibles desaparecidos tras dejar su país.
¿A qué atribuye el éxodo hondureño?
Durante más de 10 años, hasta 2007, teníamos unos 25 mil hondureños por año (que emigraban), sobre todo hombres que salían del país ante la posibilidad de encontrar oportunidades de educación, de salud, de trabajo. Pero a raíz de la crisis internacional que pegó muy fuerte a Honduras, ya que tenemos una economía muy dependiente de la economía norteamericana, se perdieron 100 mil puestos de trabajo; en adición a eso, la crisis política que se dio en 2009 significó la pérdida de otros 60 mil puestos de trabajo.
Ante esa circunstancia, ese flujo migratorio que se había mantenido en 25 mil llegó a 75 mil el año pasado, y ya no fueron sólo hombres sino que también mujeres, niños y con algún nivel de educación, quienes iniciaron el flujo migratorio hacia Estados Unidos.
Este fenómeno se está reproduciendo en 2010, y de acuerdo con las estadísticas en el poder de Honduras, unos 60 mil hondureños están intentando llegar hacia Estados Unidos, esto va a continuar si como país no somos capaces de crear nuevas oportunidades.
¿Cómo ve usted la reacción del Gobierno mexicano ante los secuestros de sus ciudadanos?
En la Policía, sobre todo a nivel municipal, había una resistencia en reconocer que los secuestros estaban afectados a las personas que estaban en el flujo migratorio. Sin embargo, después de lo de Tamaulipas, sentimos que hay un reconocimiento generalizado de que este es un fenómeno que está ocurriendo y que está afectado a ciudadanos y que es algo que debemos resolver a nivel nacional.
¿Cuántos casos de secuestros tienen reportados?
Tenemos estimaciones de que podrían ser unos 10 mil casos de ciudadanos víctimas de secuestro a lo largo de 2008 y 2009. Es un número muy grande, estamos hablando de que de los 75 mil hondureños que emigraron el año pasado, probablemente 10 mil tuvieron algún tipo de incidente relacionado de secuestro.
¿Qué le dice esa cifra?
Que hay una vulnerabilidad enorme, que hay una presencia del crimen organizado que está atentado contra los derechos humanos de estos ciudadanos que están en tránsito por México y que obviamente esto es algo que debe ser analizado, estudiado y plantear soluciones de manera bilateral y a nivel regional.
¿El Gobierno de Honduras tiene responsabilidad de los abusos de los que son víctimas sus ciudadanos en México?
Obviamente nos sentimos corresponsables de lo que está pasando en México, porque la ausencia de oportunidades en Honduras lo que obliga a los más pobres del país es a migrar en busca de nuevas oportunidades en Estados Unidos.
¿Qué información tienen del caso Tamaulipas?
Tuvimos una comunicación de la Procuraduría General de la República donde informan que 8 ya fueron detenidos, sin embargo, estamos a la expectativa de tener más información y más continuidad y precisión.
¿Cuántos casos de desapariciones tienen documentados?
Tenemos reportados 200 casos de ciudadanos que perdieron comunicación con sus familiares de hace tres años. Por otro lado, este año tenemos abiertos 600 expedientes de familiares que se fueron en el flujo migratorio y que perdieron contacto con ellos.
Esas son las referencias de ciudadanos que están entre comillas desaparecidos, pero en realidad son personas que han perdido comunicación con sus familiares en Honduras.
Verónica Sánchez, Reforma, 11 de noviembre.
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