El traslado del preso político cubano José Ferrer (uno de los 75 opositores encarcelados en 2003) a un penal de su provincia puede ser un “síntoma” de su pronta excarcelación, opinó una dirigente de la disidencia ayer.
“Puede ser un síntoma de que lo pueden liberar, pero en realidad no sabemos, porque los otros 11 que no quieren salir del país están en sus provincias hace rato”, dijo Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco (esposas y familiares de presos políticos).
Ferrer, de 40 años de edad y condenado a 25 años, fue trasladado el fin de semana desde la prisión en la provincia oriental de las Tunas a la penitenciaría de Aguadores, en Santiago de Cuba (sudeste).
Se trataba del último del grupo que faltaba por ser ubicado en su provincia de radicación.
Es también uno de los 12 reos que quedan en prisión del grupo de los 75, que se niegan a ser expatriados a España y esperan ser liberados y permanecer en Cuba. Su hermano, Luis Ferrer, de 38 años y condenado a 28 años, fue uno de los más recientes liberados y el viernes viajó a Madrid.
La disidencia, acusada por el gobierno cubano de mercenaria de Estados Unidos, afirma que los que siguen presos son mantenidos en la cárcel como presión para que acepten el “destierro”.
La excarcelación de presos es resultado de un inédito diálogo entre el gobierno cubano e iglesia.
La Habana. AFP, Milenio, 22 de noviembre.
“Puede ser un síntoma de que lo pueden liberar, pero en realidad no sabemos, porque los otros 11 que no quieren salir del país están en sus provincias hace rato”, dijo Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco (esposas y familiares de presos políticos).
Ferrer, de 40 años de edad y condenado a 25 años, fue trasladado el fin de semana desde la prisión en la provincia oriental de las Tunas a la penitenciaría de Aguadores, en Santiago de Cuba (sudeste).
Se trataba del último del grupo que faltaba por ser ubicado en su provincia de radicación.
Es también uno de los 12 reos que quedan en prisión del grupo de los 75, que se niegan a ser expatriados a España y esperan ser liberados y permanecer en Cuba. Su hermano, Luis Ferrer, de 38 años y condenado a 28 años, fue uno de los más recientes liberados y el viernes viajó a Madrid.
La disidencia, acusada por el gobierno cubano de mercenaria de Estados Unidos, afirma que los que siguen presos son mantenidos en la cárcel como presión para que acepten el “destierro”.
La excarcelación de presos es resultado de un inédito diálogo entre el gobierno cubano e iglesia.
La Habana. AFP, Milenio, 22 de noviembre.
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