Se movilizan en EU por plan migratorio

Miles de personas marcharon ayer en más de 150 ciudades de Estados Unidos para presionar al Congreso a que apruebe este año una reforma migratoria integral.

Las movilizaciones fueron convocadas por organizaciones en defensa de los migrantes, que tratan que los legisladores saquen adelante la reforma, a pesar del impasse político en
Washington por el cierre parcial del Gobierno.

Las mayores concentraciones, convocadas bajo el lema Día Nacional de la Dignidad y el Respeto, se dieron en ciudades bastiones de la inmigración, como Los Ángeles, San Diego y Boston.

Sin embargo, también hubo manifestaciones más pequeñas en lugares donde los grupos de inmigrantes han crecido recientemente, entre ellos Omaha, Little Rock y Yakima, Washington.

Según los organizadores, se esperaba la participación de unas 100 mil personas a lo largo de todo el país.

A pesar de lo extenso de las marchas, las manifestaciones se llevaron a cabo cuando sólo unos cuantos legisladores en el Capitolio piensan en la inmigración.

La gran mayoría se encuentra enfrascado en un debate sobre la suspensión de actividades del Gobierno federal, propiciada por la falta de consenso en Washington para aprobar el presupuesto federal del año 2014.

Los simpatizantes de la inmigración, que han aumentado su fuerza con una extensa coalición de grupos laborales, religiosos y de impartición de justicia, temen que el momento para que el Congreso actúe este año esté llegando a su fin.

"Estoy consciente de que el Gobierno federal está paralizado, pero queremos que el Congreso sepa que ahora es el momento de actuar", dijo Evelyn Servín, defensora de los inmigrantes.

En California se realizaron protestas y vigilias en 21 ciudades, mientras que en Nueva York decenas de inmigrantes, muchos de ellos mexicanos, marcharon por el emblemático Puente de Brooklyn.

Ana Núñez, estudiante de 30 años, dijo que había estado viviendo en Estados Unidos desde 1989 sin documentos, pero que recientemente recibió un aplazamiento temporal para su deportación, gracias a la ley conocida como Dream Act.

Debido a que no ha podido ver a sus abuelos desde que dejó México, ha mantenido su esperanza en que el Congreso apruebe una reforma que le otorgue la residencia permanente para poder ir a visitarlos.

En Birmingham, Alabama, cientos de manifestantes se reunieron en un parque del centro de la ciudad.

Bernard Simelton, presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP) en Alabama, describió el esfuerzo por la inmigración como una parte más extensa del activismo de los derechos civiles en ese estado.

La de ayer no será la única acción para exigir una reforma migratoria: se espera que hoy miles de personas vuelvan a salir a las calles de todo Estados Unidos.

Y, para el martes, se convocó a una gran concentración en el National Mall, en la capital estadounidense.

Al tiempo que se llevaban a cabo las manifestaciones, el Gobernador de California, Jerry Brown, proclamó ocho leyes expandiendo las protecciones para los inmigrantes indocumentados.

Una ley restringe la capacidad de la Policía para detener inmigrantes con base en órdenes de arraigo emitidas por funcionarios de impartición de justicia federales.

Además, la semana pasada, Brown firmó otra ley con la que se permite la emisión de licencias de conducir a inmigrantes indocumentados.

Julia Preston, Reforma, 6 de octubre.