El profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas, José Antonio Aguilar, aseguró que el “blindaje electoral” resultará, para el IFE, más complicado de lo esperado.
“Ha resultado complejo rastrear el dinero no proveniente del crimen organizado, ahora será más difícil el dinero mal habido”.
Desde su punto de vista, la Reforma Electoral impuso una serie de retos de los cuales no se tiene certeza sobre el cumplimiento, pues rebasan la capacidad de la autoridad electoral. Incluso han creado expectativas equivocadas que podrían derivar en perjuicio de la imagen del IFE.
En su opinión, las acciones emprendidas por el Consejo General del IFE han sido en respuesta a los incentivos de la sociedad, partidos políticos, diputados y senadores creados desde el 2007.
“La tentación de la autoridad electoral es satisfacer las expectativas, pero no tiene atribuciones; el IFE no es Ministerio Público. No se tienen los instrumentos y ello puede derivar en que los resultados no convenzan a nadie y esto puede generar conflictos”.
La consecuencia inmediata, dijo, es que la imagen del Instituto Federal Electoral se deteriore. De acuerdo con la Encuesta Nacional 2008 elaborada por el Gabinete de Comunicación Estratégica el IFE se ubica en el séptimo lugar en confianza.
“Ha resultado complejo rastrear el dinero no proveniente del crimen organizado, ahora será más difícil el dinero mal habido”.
Desde su punto de vista, la Reforma Electoral impuso una serie de retos de los cuales no se tiene certeza sobre el cumplimiento, pues rebasan la capacidad de la autoridad electoral. Incluso han creado expectativas equivocadas que podrían derivar en perjuicio de la imagen del IFE.
En su opinión, las acciones emprendidas por el Consejo General del IFE han sido en respuesta a los incentivos de la sociedad, partidos políticos, diputados y senadores creados desde el 2007.
“La tentación de la autoridad electoral es satisfacer las expectativas, pero no tiene atribuciones; el IFE no es Ministerio Público. No se tienen los instrumentos y ello puede derivar en que los resultados no convenzan a nadie y esto puede generar conflictos”.
La consecuencia inmediata, dijo, es que la imagen del Instituto Federal Electoral se deteriore. De acuerdo con la Encuesta Nacional 2008 elaborada por el Gabinete de Comunicación Estratégica el IFE se ubica en el séptimo lugar en confianza.
José Juan Reyes, El Economista, 19 de enero.
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