Piden cubanos modernización

LA HABANA.- La isla se prepara para celebrar medio siglo de revolución entre el triunfalismo de algunos, las críticas de muchos, y pocos análisis ponderados. A la mayoría de los cubanos, entre tanto, les urge ver un programa de reformas y recuperar libertades civiles que se quedaron en el camino.

La modernización del sistema es el reclamo más común.

El próximo 1 de enero se cumplen 50 años de la toma del cuartel Moncada por Fidel Castro y sus tropas. Ese día de 1959, la guerrilla que comenzó cinco años antes con el fallido ataque a ese mismo cuartel, consiguió vencer al Ejército y derrocar al Gobierno de Fulgencio Batista.

El 8 de enero de ese año, después de atravesar el país al frente de "la caravana de la libertad", Fidel Castro entraba triunfante en La Habana para iniciar una Revolución que pese a las duras crisis y los errores internos todavía se mantiene vigente.

Aquella gesta de jóvenes idealistas que entusiasmó al pueblo y asombró al mundo sigue polarizando la opinión de los cubanos.

Dentro del país y desde el exilio a lo largo de estos años han aumentado quienes muestran sus discrepancias teóricas sobre los aciertos y fracasos del sistema.

Pero prácticamente todos, revolucionarios, opositores y escépticos coinciden, con diferencias y matices, en la necesidad de un programa de reformas profundas que democratice y evolucione el modelo isleño; algo que no acaba de llegar, pese haber sido anunciado por Raúl Castro, el 24 de febrero pasado, cuando asumió el cargo de Presidente, en sustitución de su hermano Fidel, alejado del poder por una enfermedad intestinal.




Agradecida pero inconforme


LA HABANA.- Rosa Caridad Ramírez nació a finales de los 60 cuando la isla entera estaba enfrascada en cumplir con la URSS la zafra de los 100 millones de toneladas de azúcar, que paralizó el país y terminó fracasando.

Entrada en la cuarentena, esta ingeniera expresa razones para su descontento, entre ellas: el bajo poder adquisitivo de los salarios; la falta crónica de vivienda, productos básicos y alimentos que favorece el mercado negro; un burocratismo que induce a delinquir, la emigración masiva de jóvenes y la pérdida de calidad de los servicios públicos incluidos Educación y Salud.

Sin embargo, añade, la Revolución Cubana ha logrado erradicar el analfabetismo, reducir la mortalidad infantil al nivel de países desarrollados, prolongar la esperanza de vida de la población en casi 20 años y multiplicar los graduados universitarios.

"Mira, la primera universitaria de mi familia soy yo. Mis padres y mis abuelos jamás hubieran soñado que alguien de nosotros llegara a directivo en una empresa nacional. Sin revolución, en Cuba una negra pobre como yo jamás hubiera tenido mi nivel profesional", declaró a REFORMA esta subdirectora de una fábrica.

"Pero el modelo se quedó anticuado y ya no responde a las necesidades actuales del pueblo, por eso no engancha a la juventud y todo se está deteriorando", concluye Rosa.


"Tengo recuerdos dulces y amargos de todo este tiempo, pero nadie me quita la intensidad con la que vivimos cuando nos sentíamos protagonistas de cambios profundos".





'Tenemos que hacer otra revolución'


LA HABANA.- "Hace falta una nueva revolución para rescatar las libertades, la verdadera justicia social y el respeto al individuo. Esto ni es socialismo ni es democracia. Fidel confiscó el pensamiento y la creatividad de los cubanos", afirma el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo, de 74 años, quien lideró un frente guerrillero en la sierra central del Escambray (1957-58) contra la dictadura batistiana.

Menoyo fue el primer jefe guerrillero que entró en La Habana, el 1 de enero de 1959, con una tropa de mil 500 combatientes.

Hoy líder del grupo opositor Cambio Cubano, Menoyo declaró a REFORMA, en su apartamento del barrio habanero de San Agustín, que no pasa un día sin que se arrepienta de no haber tomado el mando militar de la capital.

"Fui el primero que entró en La Habana el 1 de enero del 59, antes que Camilo y el Che y seis días antes que Fidel. Pero pequé de ingenuo. Nos faltó experiencia política y ambición de poder. Cuando el enemigo me vino a entregar las armas les dije que había que esperar al Gobierno provisional y me fui a ver a mi madre. Imagínese, Fidel se quedó con todo" relató.

Menoyo abandonó Cuba y se fue a Estados Unidos, y en La Florida fundó un grupo paramilitar con exiliados y desembarcó en la isla para comenzar una nueva guerrilla, en un propósito fallido que le costó una condena a 30 años de cárcel de los que cumplió 22.


"El igualitarismo y el estatismo fidelistas han demostrado ser un fracaso al que no le caben reparaciones".





Aspiran jóvenes a irse del país


LA HABANA.- La mayoría de la juventud isleña se siente aburrida del mismo discurso oficial, secretista, anclado al pasado, y sin planes concretos de futuro.

Decenas de jóvenes entrevistados por REFORMA prefieren vivir al margen de compromisos políticos y son escépticos con la revolución de sus padres y abuelos. Dicen que sólo quieren probar suerte en otro país.

Mario García, un treintañero técnico medio de contabilidad, no quiere trabajar para el Estado. Nació en La Habana de 1978, cuando todavía Moscú proveía a la isla de un nivel de vida aceptable, y los salarios tenían valor. Mario recuerda su infancia como una época genial, pero no así su adolescencia.

La crisis económica que siguió al derrumbe de la URSS, marcó esa generación de cubanos, que eran casi niños cuando Cuba liberalizó la tenencia del dólar y llegó el turismo de países capitalistas.

"Se hizo añicos la sociedad sin diferencias sociales. Y con el valor real del dinero aprendimos la falacia que era el tan cacareado igualitarismo. Mi adolescencia fue triste. Pasé hambre y miseria. Me bebí las lágrimas de mis padres por no tener nada que darnos de comer. Y ahí me juré que yo trabajaría para ganarme bien la vida. Por eso nunca aceptaré los salarios de risa que ofrece el Gobierno y trabajo con un empresario extranjero. No me quiero convertir en ladrón para vivir como tantos cubanos", dice a REFORMA.

Ni la vuelta a Cuba del balserito Elián en el 2000, que movilizó a millones de isleños en un intento de cerrar filas ante los enemigos de la Revolución, logró sumar a la juventud perdida, cuyo primer objetivo sigue siendo elegir su propio futuro.

"Estoy ahorrando para irme de aquí. Y todos mis amigos quieren hacer lo mismo", asegura Mario.


"Estoy ahorrando para irme de aquí. Y todos mis amigos quieren hacer lo mismo".





Exigen que Raúl anuncie cambios


LA HABANA.- El sociólogo Héctor Palacio tenía 13 años y vivía en las montañas del Escambray cuando los barbudos de la Sierra Maestra derrocaron a Fulgencio Batista. Como la mayoría de los campesinos apoyó con todo una revolución, que basaba su programa político en el democrático manifiesto del Moncada.

"Fuimos seguidores de aquel modelo, que prometía elecciones libres, justicia social y repartir las tierras a los agricultores. Todavía hoy el campo cubano sigue infrautilizado en manos estatales y la escasez de alimentos es constante", asegura.

Palacio, quien integra las filas disidentes desde hace 30 años, dirige hoy la Unidad Liberal, una agrupación de 26 partidos, con miles de activistas en todo el país, según cuenta a REFORMA en La Habana.

"Por aquel programa, que no se ha cumplido, sigo luchando yo", afirma. Su activismo político le ha llevado tres veces a la cárcel, donde dejó buena parte de su salud.

Para este líder opositor, la Revolución se ha debilitado tanto que está desapareciendo de las mentes de sus compatriotas. La dimensión del fracaso, afirma, se ve en los dos millones y medio de cubanos que han abandonado la isla, y que a su juicio, son emigrantes que se van decepcionados del pobre futuro que les ofrece este sistema.

"El precio de las conquistas sociales obtenidas en estos 50 años ha exigido demasiados sacrificios al pueblo y la gente está exhausta y descreída ¿A qué espera Raúl Castro para explicar la estrategia de su Gobierno?".


"Se pisotean las libertades civiles, los sistemas de salud y educación se siguen deteriorando, la economía cubana está destrozada y no es recuperable sin profundas reformas de las que ya ni se habla".





Los logros

Las mejoras en la salud y la educación han sido los logros que la Revolución Cubana ha exhibido frente al mundo.



· El gasto público de la seguridad social en 1958 fue de 114.7 millones de dólares frente a los más de 4 mil 500 millones que se invierten hoy en Cuba.

· En Salud Pública antes de la Revolución prestaban servicios 8 mil 209 trabajadores. Hoy superan los 500 mil.

· El gasto público por concepto de salud era de 22.7 millones de dólares, cifra que hoy gasta un municipio promedio del país.

· En 1958 los analfabetos y semianalfabetos sumaban dos millones de personas, cifra equivalente a la tercera parte de la población cubana de esa época. Hoy en día Cuba ha erradicado el analfabetismo y sus programas han sido aplicados en otros países de América Latina.
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 28 de diciembre.

0 Responses to "Piden cubanos modernización"