El Partido de la Revolución Democrática (PRD) presentará hoy un plan anticrisis con un marcado apoyo al sector empresarial, que sugiere la reducción de horas laborables en grandes empresas e incluso el respaldo del sindicato de Elba Esther Gordillo para paliar la recesión económica.
El proyecto, que será expuesto en uno de los hoteles más lujosos del Zócalo capitalino, se desarrolla sobre cinco ejes de acción que contienen medio centenar de acciones inmediatas.
Analizan la situación económica de los últimos 25 años, anticipa el retorno al país de 2 millones de mexicanos que trabajaban en Estados Unidos, 300 mil despidos en el primer trimestre del año y un crecimiento negativo del PIB en 2009, aumento de 20% en el número de pobres.
“Es decir, vivimos ya y en los próximos meses experimentaremos con mayor agudeza una crisis económica sin parangón en los últimos 30 años, la misma que puede ocasionar una crisis social sin precedente”, advierte.
Para la presentación de este plan anticrisis, el PRD giró invitaciones a integrantes de la cúpula empresarial, del movimiento obrero mexicano y a personalidades de los sectores político, intelectual, social y académico.
El último borrador del documento —presentado por el líder perredista Jesús Ortega y del que EL UNIVERSAL tiene copia— sugiere una batería de acciones para respaldar a las empresas que operan en el país.
De entrada proponen reducir 20% el IETU y el impuesto sobre nóminas a las empresas que no hagan despidos, subsidio fiscal para empresas que generen nuevos empleos con la deducción de su ISR equivalente a 20% de su nómina de nuevos empleados, retroactivo a noviembre de 2008 al tiempo de proponer aumento al salario mínimo de 8%.
En lo referente a grandes empresas, “con altos índices de productividad y que participan tanto en el mercado interno como en el mercado internacional” propone concertar entre sindicatos y patrones para que “se acuerden acciones de reducción de la jornada laboral a 35 horas (legalmente es de 40 horas) semanales con el pago proporcional al tiempo trabajado”.
Además de que las grandes empresas que generen importantes números de empleos reciban créditos en condiciones preferenciales, tazas de interés moderadas y sujetos a reestructuración por parte de Nacional Financiera, Bancomext y demás.
Propone fomentar “de manera principal” la inversión pública y privada en infraestructura, ya sea para renovar o crear nueva.
Busca que el gobierno cubra las cuotas en el IMSS de quienes pierdan su empleo por un periodo de seis meses y extendible tres meses más, con el apoyo de 20% de los fondos de sindicatos.
El PRD propone que el Estado garantice la educación, útiles escolares y transporte gratuitos a estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria.
“Este programa será implementado por la SEP y se propondrá que para su financiamiento el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación aporte, en solidaridad, 30% de sus fondos sindicales”, apunta.
El perredismo pone énfasis en un plan de emergencia para afrontar la crisis en el campo.
El proyecto, que será expuesto en uno de los hoteles más lujosos del Zócalo capitalino, se desarrolla sobre cinco ejes de acción que contienen medio centenar de acciones inmediatas.
Analizan la situación económica de los últimos 25 años, anticipa el retorno al país de 2 millones de mexicanos que trabajaban en Estados Unidos, 300 mil despidos en el primer trimestre del año y un crecimiento negativo del PIB en 2009, aumento de 20% en el número de pobres.
“Es decir, vivimos ya y en los próximos meses experimentaremos con mayor agudeza una crisis económica sin parangón en los últimos 30 años, la misma que puede ocasionar una crisis social sin precedente”, advierte.
Para la presentación de este plan anticrisis, el PRD giró invitaciones a integrantes de la cúpula empresarial, del movimiento obrero mexicano y a personalidades de los sectores político, intelectual, social y académico.
El último borrador del documento —presentado por el líder perredista Jesús Ortega y del que EL UNIVERSAL tiene copia— sugiere una batería de acciones para respaldar a las empresas que operan en el país.
De entrada proponen reducir 20% el IETU y el impuesto sobre nóminas a las empresas que no hagan despidos, subsidio fiscal para empresas que generen nuevos empleos con la deducción de su ISR equivalente a 20% de su nómina de nuevos empleados, retroactivo a noviembre de 2008 al tiempo de proponer aumento al salario mínimo de 8%.
En lo referente a grandes empresas, “con altos índices de productividad y que participan tanto en el mercado interno como en el mercado internacional” propone concertar entre sindicatos y patrones para que “se acuerden acciones de reducción de la jornada laboral a 35 horas (legalmente es de 40 horas) semanales con el pago proporcional al tiempo trabajado”.
Además de que las grandes empresas que generen importantes números de empleos reciban créditos en condiciones preferenciales, tazas de interés moderadas y sujetos a reestructuración por parte de Nacional Financiera, Bancomext y demás.
Propone fomentar “de manera principal” la inversión pública y privada en infraestructura, ya sea para renovar o crear nueva.
Busca que el gobierno cubra las cuotas en el IMSS de quienes pierdan su empleo por un periodo de seis meses y extendible tres meses más, con el apoyo de 20% de los fondos de sindicatos.
El PRD propone que el Estado garantice la educación, útiles escolares y transporte gratuitos a estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria.
“Este programa será implementado por la SEP y se propondrá que para su financiamiento el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación aporte, en solidaridad, 30% de sus fondos sindicales”, apunta.
El perredismo pone énfasis en un plan de emergencia para afrontar la crisis en el campo.
Francisco Reséndiz, El Universal, 11 de enero.
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