Bogotá, 22 de diciembre. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, rechazó hoy la participación extranjera en la liberación de tres policías, un militar y dos políticos en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), anunciada el domingo.
Aunque no mencionó directamente al presidente venezolano Hugo Chávez, Uribe dijo que “si (las FARC) los van a liberar, ahí tienen al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), pero no vamos a permitir el engaño al país ni que nos afecten las relaciones internacionales” involucrando a otros países.
“El gobierno da, como siempre, todas las garantías a través del CICR pero cree que al involucrar a personalidades internacionales, se crean dificultades en las relaciones (diplomáticas) del país”, agregó.
La guerrilla de las FARC anunció el domingo que en un gesto para generar las condiciones de un intercambio de rehenes por guerrilleros presos en cárceles gubernamentales, liberará unilateralmente a los cuatro uniformados y al ex gobernador del departamento del Meta, Alan Jara, y al diputado por el departamento del Valle del Cauca, Sigifredo López, cautivos desde hace varios años.
Según la cúpula rebelde, los rehenes serán entregados a una comisión encabezada por la senadora del Partido Liberal, Piedad Córdoba, quien anunció el domingo que pediría ayuda a Chávez, con ese propósito.
Venezuela respetará la decisión de Colombia
Al respecto, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, dijo que su gobierno respetará la decisión de Uribe. “La participación del presidente Chávez siempre ha tenido el aval del gobierno colombiano. Todo dependería de lo que éste diga en caso que se nos solicite (la ayuda)”, dijo.
Uribe recordó que el 6 de diciembre había advertido estar “informado de que ahora las FARC están tramando una nueva liberación humanitaria” a través de una “dirigente de la política” a la que no identificó.
“No le vamos a permitir ahora a esa dirigente política esa trampa que nos quiere tender con las FARC”, señaló entonces Uribe, que en noviembre de 2007 decidió cesar la mediación de Córdoba y de Chávez con la guerrilla, con el argumento de que el venezolano se comunicaba directamente con militares colombianos, sin autorización.
El mandatario se refirió al tema en un discurso público en Bogotá y consideró que las FARC pretenden hacer un “show político” con las liberaciones, y señaló que la vía aceptable para lograr la libertad de los secuestrados en manos de la guerrilla es que los combatientes denuncien la ubicación de cautivos y se acojan a un plan de recompensas y beneficios jurídicos.
El CICR se declaró “listo” para participar en la anunciada liberación de los rehenes, al tiempo que pidió prudencia y paciencia frente al operativo de liberación.
En tanto, familiares de los rehenes se manifestaron en Bogotá el domingo por la noche, y este día instaron al gobierno de Uribe a brindar las condiciones necesarias para que éstos recuperen la libertad.
“El presidente está llamado a dar las garantías para que no exista ningún tropiezo y nuestros seres queridos puedan regresar a casa”, dijo Patricia Nieto, esposa del rehén Sigifredo López.
Claudia Rugeles, esposa del ex gobernador del departamento del Meta, Alan Jara, pidió a Uribe “hacer una demostración de su corazón grande. Él tiene su forma de hacer las cosas y aspiramos a que dé ese acompañamiento que se requiere para que todos regresen sanos y salvos”, indicó.
Los seis rehenes que la senadora Córdoba estimó serán entregados por las FARC en enero, forman parte de un grupo de unos 28 secuestrados que la guerrilla considera canjeables por miembros de su organización.
La anunciada liberación sería la tercera que de forma unilateral realizarán las FARC, dado que en enero y febrero entregó a seis políticos a Córdoba y a una delegación del gobierno de Venezuela, en un gesto de “desagravio” al mandatario venezolano, luego que Uribe canceló sus buenos oficios en 2007.
El ex presidente colombiano Ernesto Samper (1990-1994) sugirió en cambio que Uribe no debería “descartar” la intermediación de Chávez, puesto que Venezuela “con sus helicópteros y sistemas de comunicación, tal como sucedió en las otras liberaciones, ayudaría muchísimo en la tarea de obtener la entrega de todos los secuestrados”.
Aunque Uribe rechazó la cooperación venezolana en el canje, el gobernante colombiano agradeció a su par de aquel país el envío de un avión con 16 toneladas de ayuda para la población damnificada por las inundaciones en la costa caribeña de Colombia.
Aunque no mencionó directamente al presidente venezolano Hugo Chávez, Uribe dijo que “si (las FARC) los van a liberar, ahí tienen al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), pero no vamos a permitir el engaño al país ni que nos afecten las relaciones internacionales” involucrando a otros países.
“El gobierno da, como siempre, todas las garantías a través del CICR pero cree que al involucrar a personalidades internacionales, se crean dificultades en las relaciones (diplomáticas) del país”, agregó.
La guerrilla de las FARC anunció el domingo que en un gesto para generar las condiciones de un intercambio de rehenes por guerrilleros presos en cárceles gubernamentales, liberará unilateralmente a los cuatro uniformados y al ex gobernador del departamento del Meta, Alan Jara, y al diputado por el departamento del Valle del Cauca, Sigifredo López, cautivos desde hace varios años.
Según la cúpula rebelde, los rehenes serán entregados a una comisión encabezada por la senadora del Partido Liberal, Piedad Córdoba, quien anunció el domingo que pediría ayuda a Chávez, con ese propósito.
Venezuela respetará la decisión de Colombia
Al respecto, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, dijo que su gobierno respetará la decisión de Uribe. “La participación del presidente Chávez siempre ha tenido el aval del gobierno colombiano. Todo dependería de lo que éste diga en caso que se nos solicite (la ayuda)”, dijo.
Uribe recordó que el 6 de diciembre había advertido estar “informado de que ahora las FARC están tramando una nueva liberación humanitaria” a través de una “dirigente de la política” a la que no identificó.
“No le vamos a permitir ahora a esa dirigente política esa trampa que nos quiere tender con las FARC”, señaló entonces Uribe, que en noviembre de 2007 decidió cesar la mediación de Córdoba y de Chávez con la guerrilla, con el argumento de que el venezolano se comunicaba directamente con militares colombianos, sin autorización.
El mandatario se refirió al tema en un discurso público en Bogotá y consideró que las FARC pretenden hacer un “show político” con las liberaciones, y señaló que la vía aceptable para lograr la libertad de los secuestrados en manos de la guerrilla es que los combatientes denuncien la ubicación de cautivos y se acojan a un plan de recompensas y beneficios jurídicos.
El CICR se declaró “listo” para participar en la anunciada liberación de los rehenes, al tiempo que pidió prudencia y paciencia frente al operativo de liberación.
En tanto, familiares de los rehenes se manifestaron en Bogotá el domingo por la noche, y este día instaron al gobierno de Uribe a brindar las condiciones necesarias para que éstos recuperen la libertad.
“El presidente está llamado a dar las garantías para que no exista ningún tropiezo y nuestros seres queridos puedan regresar a casa”, dijo Patricia Nieto, esposa del rehén Sigifredo López.
Claudia Rugeles, esposa del ex gobernador del departamento del Meta, Alan Jara, pidió a Uribe “hacer una demostración de su corazón grande. Él tiene su forma de hacer las cosas y aspiramos a que dé ese acompañamiento que se requiere para que todos regresen sanos y salvos”, indicó.
Los seis rehenes que la senadora Córdoba estimó serán entregados por las FARC en enero, forman parte de un grupo de unos 28 secuestrados que la guerrilla considera canjeables por miembros de su organización.
La anunciada liberación sería la tercera que de forma unilateral realizarán las FARC, dado que en enero y febrero entregó a seis políticos a Córdoba y a una delegación del gobierno de Venezuela, en un gesto de “desagravio” al mandatario venezolano, luego que Uribe canceló sus buenos oficios en 2007.
El ex presidente colombiano Ernesto Samper (1990-1994) sugirió en cambio que Uribe no debería “descartar” la intermediación de Chávez, puesto que Venezuela “con sus helicópteros y sistemas de comunicación, tal como sucedió en las otras liberaciones, ayudaría muchísimo en la tarea de obtener la entrega de todos los secuestrados”.
Aunque Uribe rechazó la cooperación venezolana en el canje, el gobernante colombiano agradeció a su par de aquel país el envío de un avión con 16 toneladas de ayuda para la población damnificada por las inundaciones en la costa caribeña de Colombia.
AFP, Reuters y DPA, La Jornada, 23 de diciembre.
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