50%: “Si ganan alianzas PAN-PRD no van a poder trabajar juntos”

Alguien en twitter, perdón pero no recuerdo quien, escribió hace días que México ya parecía Fringe, refiriéndose a una serie de televisión donde a causa de una serie de experimentos de alta tecnología empiezan a ocurrir las cosas más raras y siniestras que se puedan imaginar, y por supuesto que el twittero no hacía la similitud por la sofisticación tecnológica.

Después de habernos tenido al borde del asiento durante meses en 2006 y tras tres años de declaraciones punzantes de unos contra otros, ahora resulta que PAN y PRD se van a presentar como alianza para las elecciones de gobernador en varios estados del país y en eso tengo que darle la razón al twittero: el asunto es digno de un argumento de Fringe primera temporada.

Dice mi amigo Sabino Bastidas que en muchos casos este tipo de alianzas electorales se justifican por el solo hecho de que representan la única posibilidad de quitarle el poder al PRI en esas entidades. Lamento no estar de acuerdo con Sabino, pero nunca puede justificarse una opción electoral que simplemente no se sabe qué propone para los ciudadanos más allá de que gobiernen ellos y no los otros.

Si el presidente Calderón y su partido tuvieran dos dedos de dignidad, por lo menos en mi entender, no aceptarían por ningún motivo cohabitar con los que los han llenado de adjetivos denigrantes desde el instante en que se dio a conocer que habían ganado las elecciones presidenciales de 2006. Tampoco puedo entender que los perredistas acepten alianzas con quien les impone para ello renegar de quien fue y sigue siendo su único activo real, López Obrador, con quien se puede estar en absoluto desacuerdo sin dejar de reconocerle su coherencia ideológica, de la que por lo visto carecen la mayoría de los dirigentes del partido que algún día presidió.

Para la opinión pública el que más pierde con este tipo de componendas es el PRD, mientras el que tiene más que ganar según el público es el PAN. Yo personalmente creo que los que más perdemos con todo esto somos los mexicanos, porque queda claro que los partidos políticos no nos tienen el menor respeto. Nos tratan como tratan a sus hijos los matrimonios mal avenidos: se insultan, se golpean, nos meten a nosotros en medio de sus pleitos, y cuando venimos a ver ya están felizmente reconciliados y durmiendo en la misma cama. En fin, habrá que ver cómo lo toman los electores que tendrán en sus manos la decisión de quién y bajo qué emblema gobernará en sus estados los próximos seis años.

•• Nota metodológica Encuesta telefónica realizada el 23 de enero, considerando 500 entrevistas a personas mayores de 18 años seleccionadas mediante un muestreo aleatorio simple sobre el listado de teléfonos del país. Con 95% de confianza, el error estadístico máximo que se tiene es de +/- 4.5%

María de las Heras, Milenio, 25 de enero.