SALTILLO, Coah.— Con huellas de tortura y cinco impactos de arma de fuego fue hallado ayer el cuerpo del reportero Valentín Valdés Espinosa, del periódico Zócalo de Saltillo, quien fue levantado el jueves por la noche por un comando armado junto con otro periodista, que posteriormente quedó libre.
En el lugar de los hechos se encontró una identificación de Valdés Espinosa, además de una cartulina que decía: “Esto les va a pasar a los que no entiendan, el mensaje es para todos”.
Las primeras investigaciones revelaron que luego de concluir la jornada laboral, cerca de las 23:00 horas del jueves, la víctima fue interceptada por varios hombres armados junto con otros dos reporteros cuando circulaban por un bulevar de Saltillo.
Ahí los obligaron a bajar de la unidad en que viajaban, y dos de los tres comunicadores fueron amagados y subidos a las camionetas en las que los desconocidos se transportaban.
El homicidio fue condenado por el gobierno estatal, mientras que los legisladores del Congreso de Coahuila guardaron un minuto de silencio durante la sesión, en memoria del reportero, quien cubría la sección local.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) deploró la violencia contra los periodistas en todo el país y dio a conocer que abrió un expediente para dar seguimiento a las investigaciones ministeriales.
Demandó a las autoridades que se realicen las diligencias correspondientes para resolver el caso y llevar ante la justicia a los responsables.
Información recabada por este diario del año 2000 a la fecha, en el país 64 periodistas han sido asesinados y otros 10 están reportados como desaparecidos.
En el lugar de los hechos se encontró una identificación de Valdés Espinosa, además de una cartulina que decía: “Esto les va a pasar a los que no entiendan, el mensaje es para todos”.
Las primeras investigaciones revelaron que luego de concluir la jornada laboral, cerca de las 23:00 horas del jueves, la víctima fue interceptada por varios hombres armados junto con otros dos reporteros cuando circulaban por un bulevar de Saltillo.
Ahí los obligaron a bajar de la unidad en que viajaban, y dos de los tres comunicadores fueron amagados y subidos a las camionetas en las que los desconocidos se transportaban.
El homicidio fue condenado por el gobierno estatal, mientras que los legisladores del Congreso de Coahuila guardaron un minuto de silencio durante la sesión, en memoria del reportero, quien cubría la sección local.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) deploró la violencia contra los periodistas en todo el país y dio a conocer que abrió un expediente para dar seguimiento a las investigaciones ministeriales.
Demandó a las autoridades que se realicen las diligencias correspondientes para resolver el caso y llevar ante la justicia a los responsables.
Información recabada por este diario del año 2000 a la fecha, en el país 64 periodistas han sido asesinados y otros 10 están reportados como desaparecidos.
Hilda Fernández y Julián Sánchez, El Universal, 9 de enero.
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