Todos los partidos aprobaron el deslizamiento en el precio de la gasolina, dijo a Crónica Ernesto Cordero, secretario de Hacienda y Crédito Público, y no se pueden llamar a sorpresa.
En la víspera de su comparecencia ante la Comisión Permanente, que lo citó para explicar razones y posibles efectos del aumento a la gasolina y otros bienes, Cordero visitó las instalaciones de este diario, donde tuvo una conversación con los directivos. En ella, el titular de la SHCP señaló, entre otras cosas, que el desliz ha traído estabilidad al mercado, que la gasolina en México es más barata que en EU, que esta cuesta de enero no será particularmente dura, que se espera una importante reactivación del crédito y la economía, que está trabajando para hacer menos engorroso y complicado el pago de impuestos y que hay incompatibilidad entre ser secretario de Hacienda y candidato político.
Estos son los aspectos principales de esa conversación.
—Lo primero que se le plantea al secretario Cordero es el asunto en boca de todos: los aumentos a la gasolina de fin y principio de año, así como sus posibles efectos inflacionarios.
Cordero empieza aclarando que en 2009 el precio real de la gasolina disminuyó en términos relativos, ya que el aumento nominal de todo el año fue de 1.3 por ciento, claramente inferior a la inflación. Y explica: "El deslizamiento del precio es una política seguida durante dos décadas, que ha traído estabilidad al mercado, que no da brincos entre pequeñas rebajas y grandes aumentos. Se suspendió al inicio de 2009 debido a la recesión económica, como medida anticíclica, pero fue necesario volver a deslizar para cubrir los requerimientos de ingreso previstos por el presupuesto. El ajuste de 2010, en particular, está vinculado al ajuste en la tasa del IVA".
Va más allá y señala que "la gasolina hoy es más barata en México que en Estados Unidos". Desde principios de los 90 y hasta el 2004 el precio en México fue superior al de EU; desde 2004 es inferior, salvo un pequeño lapso a mediados de 2008.
El titular de Hacienda afirma que "congelar el precio de la gasolina es una mala política pública", en dos sentidos. Uno es el ambiental: "en recesión provoca un aumento del consumo de gasolina Magna"; otro es distributivo: es el 20 por ciento más rico del país el que la utiliza de manera masiva.
—Le comentamos que las decisiones de aumentar el precio de los hidrocarburos han generado aumentos en otros productos.
—"En términos inflacionarios, técnicamente, los aumentos a lo largo del año no deberán impactar más que en uno por ciento la inflación", responde, y agrega que incluso serán antiinflacionarios a mediano plazo: "la mejoría en las finanzas públicas se reflejará en una inflación a la baja".
Sin embargo, Cordero se muestra consciente de que una cosa es lo técnicamente deseable y otra es la reacción de algunos agentes económicos. Es el caso del aumento a la tortilla en algunas zonas del país. "Pueden darse abusos", acota; "por ejemplo, sólo el siete por ciento del costo de la tortilla proviene de uso de energéticos. El alza no se justifica". Aun así, considera que "no hay evidencia de que los precios estén subiendo más, o vayan a subir más, en esta cuesta de enero que en años anteriores".
—Entonces, ¿por qué tantas críticas en el mundo político? ¿Por qué esa percepción?
—"Todas las fracciones conocían, desde 2007, del desliz. En algún momento lo aprobaron, en algún momento lo avalaron". Observa que, según la cuota prevista, los estados de la federación reciben 36 centavos por cada litro de gasolina Magna vendido, y casi 44 centavos por cada litro de Premium y que, en 2009, el gobierno federal asumió el costo de no haber incrementado el precio: cuatro mil millones de pesos. "Es un asunto meramente político. No se pueden llamar sorprendidos".
—Insistimos en que igualmente pueden crearse expectativas inflacionarias.
—"Confío en que no las habrá. Es importante informar al respecto, para que las expectativas sean sobre bases reales. Ya la inflación de la canasta básica va a la baja. Espero que los datos que el viernes dará el Banco de México imprimirán confianza".
—¿Por qué es Hacienda y no Pemex quien determina el precio?, se le pregunta.
—"El mercado depende de dos precios relativos que fluctúan muchísimo: el tipo de cambio y los precios internacionales del petróleo. Es a lo que me refería al decir que el desliz promueve estabilidad". Aprovecha para acotar que importamos 40 por ciento de la gasolina que se consume en el país, comprada a precios internacionales, y es obligatorio reflejar el costo-oportunidad. Que si se subsidia regresivamente, el costo se lo tiene que comer el erario.
—Un tema muy ligado es el del diesel, donde han habido quejas, sobre todo de transportistas
El secretario de Hacienda contesta que el precio del diesel estaba sumamente rezagado y sigue siendo, en nuestro país, uno de los más bajos del mundo. Señala que los transportistas gozan de beneficios fiscales suficientes como para absorber los incrementos graduales en ese insumo.
—Pasando a un tema más general, se preguntó a Cordero sobre las expectativas de la economía en 2010. ¿De verdad habrá recuperación?
—"Ya la está habiendo, va a ser importante y hay que hacer de todo por vigorizarla". Ve buenas bases: "La economía, con fortaleza; el sistema bancario, bien capitalizado, veremos una importante reactivación del crédito a mediados de año; la infraestructura no sufrió afectación importante. El tren sigue caminando y eso nos da optimismo".
Ve, incluso, otros factores —no sólo estrictamente económicos— que servirán para el propósito: "lo de Luz y Fuerza va a ayudar, igual que el esquema de las Afores y otras reformas que han flexibilizado la economía. También la reforma política puede hacerlo: reiniciaría incentivos y tendría gran impacto al ver la posibilidad de que es más fácil llegar a acuerdos sustantivos".
Además, señala, "hay más rapidez en la ejecución del presupuesto, la agilización del gasto servirá para salir más rápido".
—Pasamos a una preocupación de muchos. El año pasado los ingresos tributarios fueron menores a lo esperado. ¿Habrá en este un mayor "terrorismo fiscal"?
Cordero prefiere hablar de "eficiencia recaudatoria". Señala que ésta se ha dado sobre todo en el pago del IVA, que "ha crecido marcadamente desde 2000, por la implementación tecnológica del SAT. Antes todo se hacía en papel…" y ubica al Impuesto sobre Depósitos en Efectivo como un buen medidor: "El IDE permite no molestar a quien no debes molestar y fiscalizar a quien debes hacerlo". Eso sí, señala que una de las tareas de Hacienda es "hacer que todos los que tengan que pagar paguen".
Agrega que el SAT trabaja ya sobre la posibilidad de que las devoluciones de impuestos sean electrónicas y sobre un paquete que permitirá a los contribuyentes con ingresos de hasta cuatro millones de pesos anuales hacer su declaración vía internet, sin tener que recurrir a contadores.
—Dos problemas del sistema tributario mexicano —comentamos— son que siempre se carga sobre los mismos y, además, es muy complicado.
El secretario Cordero concuerda en ambos aspectos. "Mucha de la elusión fiscal es por lo poroso y complicado del marco legal" y "debemos buscar que no haya excepciones o tratamientos especiales, pero eso es facultad del Legislativo más que de la Secretaría de Hacienda". Y luego promete: "Voy a hacer un gran esfuerzo para que sea más fácil pagar los impuestos y para que haya un trato más humano de parte del personal".
—Finalmente, se le pregunta acerca de las posibles causas detrás del golpeteo político que recibe. Cordero ataja rápido:
—"Es normal y legítimo que en la democracia las diferencias políticas se expresen. Eso es una cosa. Yo claramente veo que hay incompatibilidad entre ser secretario de Hacienda y precandidato político. Un observador agudo puede ver que no estoy construyendo estructura, ni juntándome con la militancia de mi partido. La idea que me anima es entregar, al final de mi encargo, una economía ordenada y en franco crecimiento. Actuaremos de manera disciplinada y nunca focalizada. Generaremos condiciones para una mayor inversión y para una reactivación económica duradera".
En la víspera de su comparecencia ante la Comisión Permanente, que lo citó para explicar razones y posibles efectos del aumento a la gasolina y otros bienes, Cordero visitó las instalaciones de este diario, donde tuvo una conversación con los directivos. En ella, el titular de la SHCP señaló, entre otras cosas, que el desliz ha traído estabilidad al mercado, que la gasolina en México es más barata que en EU, que esta cuesta de enero no será particularmente dura, que se espera una importante reactivación del crédito y la economía, que está trabajando para hacer menos engorroso y complicado el pago de impuestos y que hay incompatibilidad entre ser secretario de Hacienda y candidato político.
Estos son los aspectos principales de esa conversación.
—Lo primero que se le plantea al secretario Cordero es el asunto en boca de todos: los aumentos a la gasolina de fin y principio de año, así como sus posibles efectos inflacionarios.
Cordero empieza aclarando que en 2009 el precio real de la gasolina disminuyó en términos relativos, ya que el aumento nominal de todo el año fue de 1.3 por ciento, claramente inferior a la inflación. Y explica: "El deslizamiento del precio es una política seguida durante dos décadas, que ha traído estabilidad al mercado, que no da brincos entre pequeñas rebajas y grandes aumentos. Se suspendió al inicio de 2009 debido a la recesión económica, como medida anticíclica, pero fue necesario volver a deslizar para cubrir los requerimientos de ingreso previstos por el presupuesto. El ajuste de 2010, en particular, está vinculado al ajuste en la tasa del IVA".
Va más allá y señala que "la gasolina hoy es más barata en México que en Estados Unidos". Desde principios de los 90 y hasta el 2004 el precio en México fue superior al de EU; desde 2004 es inferior, salvo un pequeño lapso a mediados de 2008.
El titular de Hacienda afirma que "congelar el precio de la gasolina es una mala política pública", en dos sentidos. Uno es el ambiental: "en recesión provoca un aumento del consumo de gasolina Magna"; otro es distributivo: es el 20 por ciento más rico del país el que la utiliza de manera masiva.
—Le comentamos que las decisiones de aumentar el precio de los hidrocarburos han generado aumentos en otros productos.
—"En términos inflacionarios, técnicamente, los aumentos a lo largo del año no deberán impactar más que en uno por ciento la inflación", responde, y agrega que incluso serán antiinflacionarios a mediano plazo: "la mejoría en las finanzas públicas se reflejará en una inflación a la baja".
Sin embargo, Cordero se muestra consciente de que una cosa es lo técnicamente deseable y otra es la reacción de algunos agentes económicos. Es el caso del aumento a la tortilla en algunas zonas del país. "Pueden darse abusos", acota; "por ejemplo, sólo el siete por ciento del costo de la tortilla proviene de uso de energéticos. El alza no se justifica". Aun así, considera que "no hay evidencia de que los precios estén subiendo más, o vayan a subir más, en esta cuesta de enero que en años anteriores".
—Entonces, ¿por qué tantas críticas en el mundo político? ¿Por qué esa percepción?
—"Todas las fracciones conocían, desde 2007, del desliz. En algún momento lo aprobaron, en algún momento lo avalaron". Observa que, según la cuota prevista, los estados de la federación reciben 36 centavos por cada litro de gasolina Magna vendido, y casi 44 centavos por cada litro de Premium y que, en 2009, el gobierno federal asumió el costo de no haber incrementado el precio: cuatro mil millones de pesos. "Es un asunto meramente político. No se pueden llamar sorprendidos".
—Insistimos en que igualmente pueden crearse expectativas inflacionarias.
—"Confío en que no las habrá. Es importante informar al respecto, para que las expectativas sean sobre bases reales. Ya la inflación de la canasta básica va a la baja. Espero que los datos que el viernes dará el Banco de México imprimirán confianza".
—¿Por qué es Hacienda y no Pemex quien determina el precio?, se le pregunta.
—"El mercado depende de dos precios relativos que fluctúan muchísimo: el tipo de cambio y los precios internacionales del petróleo. Es a lo que me refería al decir que el desliz promueve estabilidad". Aprovecha para acotar que importamos 40 por ciento de la gasolina que se consume en el país, comprada a precios internacionales, y es obligatorio reflejar el costo-oportunidad. Que si se subsidia regresivamente, el costo se lo tiene que comer el erario.
—Un tema muy ligado es el del diesel, donde han habido quejas, sobre todo de transportistas
El secretario de Hacienda contesta que el precio del diesel estaba sumamente rezagado y sigue siendo, en nuestro país, uno de los más bajos del mundo. Señala que los transportistas gozan de beneficios fiscales suficientes como para absorber los incrementos graduales en ese insumo.
—Pasando a un tema más general, se preguntó a Cordero sobre las expectativas de la economía en 2010. ¿De verdad habrá recuperación?
—"Ya la está habiendo, va a ser importante y hay que hacer de todo por vigorizarla". Ve buenas bases: "La economía, con fortaleza; el sistema bancario, bien capitalizado, veremos una importante reactivación del crédito a mediados de año; la infraestructura no sufrió afectación importante. El tren sigue caminando y eso nos da optimismo".
Ve, incluso, otros factores —no sólo estrictamente económicos— que servirán para el propósito: "lo de Luz y Fuerza va a ayudar, igual que el esquema de las Afores y otras reformas que han flexibilizado la economía. También la reforma política puede hacerlo: reiniciaría incentivos y tendría gran impacto al ver la posibilidad de que es más fácil llegar a acuerdos sustantivos".
Además, señala, "hay más rapidez en la ejecución del presupuesto, la agilización del gasto servirá para salir más rápido".
—Pasamos a una preocupación de muchos. El año pasado los ingresos tributarios fueron menores a lo esperado. ¿Habrá en este un mayor "terrorismo fiscal"?
Cordero prefiere hablar de "eficiencia recaudatoria". Señala que ésta se ha dado sobre todo en el pago del IVA, que "ha crecido marcadamente desde 2000, por la implementación tecnológica del SAT. Antes todo se hacía en papel…" y ubica al Impuesto sobre Depósitos en Efectivo como un buen medidor: "El IDE permite no molestar a quien no debes molestar y fiscalizar a quien debes hacerlo". Eso sí, señala que una de las tareas de Hacienda es "hacer que todos los que tengan que pagar paguen".
Agrega que el SAT trabaja ya sobre la posibilidad de que las devoluciones de impuestos sean electrónicas y sobre un paquete que permitirá a los contribuyentes con ingresos de hasta cuatro millones de pesos anuales hacer su declaración vía internet, sin tener que recurrir a contadores.
—Dos problemas del sistema tributario mexicano —comentamos— son que siempre se carga sobre los mismos y, además, es muy complicado.
El secretario Cordero concuerda en ambos aspectos. "Mucha de la elusión fiscal es por lo poroso y complicado del marco legal" y "debemos buscar que no haya excepciones o tratamientos especiales, pero eso es facultad del Legislativo más que de la Secretaría de Hacienda". Y luego promete: "Voy a hacer un gran esfuerzo para que sea más fácil pagar los impuestos y para que haya un trato más humano de parte del personal".
—Finalmente, se le pregunta acerca de las posibles causas detrás del golpeteo político que recibe. Cordero ataja rápido:
—"Es normal y legítimo que en la democracia las diferencias políticas se expresen. Eso es una cosa. Yo claramente veo que hay incompatibilidad entre ser secretario de Hacienda y precandidato político. Un observador agudo puede ver que no estoy construyendo estructura, ni juntándome con la militancia de mi partido. La idea que me anima es entregar, al final de mi encargo, una economía ordenada y en franco crecimiento. Actuaremos de manera disciplinada y nunca focalizada. Generaremos condiciones para una mayor inversión y para una reactivación económica duradera".
Guillermo Ortega Ruiz, Crónica, 7 de enero.
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