El Movimiento Blanco lamentó ayer que la ciudadanía haya olvidado a los soldados que han muerto en la lucha contra el narcotráfico y a sus familiares, pese a que éstos han perdido la vida por los mexicanos.
En un homenaje que rindieron a las esposas, hijos y padres de cinco efectivos caídos que pertenecían a la 1a Región Militar, la asociación civil anunció que propondrán que en el Paseo de la Reforma se construya un monumento en memoria de todos los soldados muertos en la lucha anticrimen, además de seguir realizando ceremonias en su honor en cada una de las regiones militares.
"Tenemos abandonadas a las víctimas y a sus familias, hoy las familias de los soldados y marinos que han muerto por nosotros tienen que vivir escondidos, sufrir su dolor solos, no hemos sabido acompañarlos en su luto, han tenido un luto privado y no un luto público como deberían de tenerlo", apuntó José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Justicia Penal.
Las acciones están respaldadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Coparmex, Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto, Fondo Unido Rotario de México, Sociedad en Movimiento y A Favor de lo Mejor, cuyos representantes asistieron al evento.
En la ceremonia celebrada en el Centro Banamex, estuvieron presentes el Comandante de la 1a Región Militar, el General de División Arturo Pérez Cabello y el Comandante de la 1a Zona Militar, el General de Brigada Samuel Toribio Suárez, así como un centenar de elementos de la Policía Militar y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas.
Los parientes de las víctimas, algunos entre lágrimas, recibieron de manos de los integrantes de las asociaciones civiles una campana de bronce con el nombre de su familiar.
A diferencia de los otros homenajes de este tipo que ha encabezado el Movimiento Blanco, en éste no se mencionaron los nombres de los soldados caídos ni de sus familias, ya que así se los solicitaron las autoridades militares.
La medida, explicaron organizadoras, viene a consecuencia del asesinato que se perpetró en contra de cuatro familiares del marino Melquisedec Angulo Córdova, quien murió en el operativo donde fue abatido Arturo Beltrán Leyva, "El Barbas".
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), 1 jefe, 6 oficiales y 35 elementos de tropa murieron en el 2009 en acciones relacionadas con el narcotráfico.
Movimiento Blanco ya ha rendido homenajes a militares fallecidos en el Edomex, Zacatecas, Morelos, Michoacán, Nuevo León, Baja California Sur, Durango y Veracruz.
La mama de uno de los militares recordados todavía sueña con el regreso de su hijo, piloto de una aeronave derribada por presuntos narcotraficantes.
"Sigo pensando que mi hijo va regresar. No vi su cuerpo, lo trajeron pero traían la caja cerrada y francamente no lo vimos", dijo con la voz entre cortada.
El joven de 24 años murió junto con otros dos compañeros en Tamaulipas, aparentemente durante un vuelo de reconocimiento de plantíos de amapola.
Mientras, el padre del joven fallecido reclama mejor equipamiento para que los soldados enfrenten a los criminales. "Ojalá y pudieran dotarles de aparatos más sofisticados", comentó.
En un homenaje que rindieron a las esposas, hijos y padres de cinco efectivos caídos que pertenecían a la 1a Región Militar, la asociación civil anunció que propondrán que en el Paseo de la Reforma se construya un monumento en memoria de todos los soldados muertos en la lucha anticrimen, además de seguir realizando ceremonias en su honor en cada una de las regiones militares.
"Tenemos abandonadas a las víctimas y a sus familias, hoy las familias de los soldados y marinos que han muerto por nosotros tienen que vivir escondidos, sufrir su dolor solos, no hemos sabido acompañarlos en su luto, han tenido un luto privado y no un luto público como deberían de tenerlo", apuntó José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Justicia Penal.
Las acciones están respaldadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Coparmex, Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto, Fondo Unido Rotario de México, Sociedad en Movimiento y A Favor de lo Mejor, cuyos representantes asistieron al evento.
En la ceremonia celebrada en el Centro Banamex, estuvieron presentes el Comandante de la 1a Región Militar, el General de División Arturo Pérez Cabello y el Comandante de la 1a Zona Militar, el General de Brigada Samuel Toribio Suárez, así como un centenar de elementos de la Policía Militar y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas.
Los parientes de las víctimas, algunos entre lágrimas, recibieron de manos de los integrantes de las asociaciones civiles una campana de bronce con el nombre de su familiar.
A diferencia de los otros homenajes de este tipo que ha encabezado el Movimiento Blanco, en éste no se mencionaron los nombres de los soldados caídos ni de sus familias, ya que así se los solicitaron las autoridades militares.
La medida, explicaron organizadoras, viene a consecuencia del asesinato que se perpetró en contra de cuatro familiares del marino Melquisedec Angulo Córdova, quien murió en el operativo donde fue abatido Arturo Beltrán Leyva, "El Barbas".
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), 1 jefe, 6 oficiales y 35 elementos de tropa murieron en el 2009 en acciones relacionadas con el narcotráfico.
Movimiento Blanco ya ha rendido homenajes a militares fallecidos en el Edomex, Zacatecas, Morelos, Michoacán, Nuevo León, Baja California Sur, Durango y Veracruz.
La mama de uno de los militares recordados todavía sueña con el regreso de su hijo, piloto de una aeronave derribada por presuntos narcotraficantes.
"Sigo pensando que mi hijo va regresar. No vi su cuerpo, lo trajeron pero traían la caja cerrada y francamente no lo vimos", dijo con la voz entre cortada.
El joven de 24 años murió junto con otros dos compañeros en Tamaulipas, aparentemente durante un vuelo de reconocimiento de plantíos de amapola.
Mientras, el padre del joven fallecido reclama mejor equipamiento para que los soldados enfrenten a los criminales. "Ojalá y pudieran dotarles de aparatos más sofisticados", comentó.
Verónica Sánchez, Reforma, 18 de enero.
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