Renuncia de Germán Martínez, colofón del desastre panista en 2009

Desgastado por el poder, con vicios y costumbres iguales o similares a las de su añejo adversario el PRI, "desviado ideológicamente" y alejado de la sociedad, según algunos analistas y militantes, el 2009 fue para el PAN un año desastroso en materia electoral y política, por decir, lo menos donde perdieron más de cuatro millones de votos en las elecciones del 5 de julio con respecto al 2006 lo que obligó a Germán Martínez a renunciar a la dirigencia nacional del blanquiazul, algo nunca visto en ese partido.

El resultado fue tan malo para el PAN que en una sola noche, ese partido dejó de gobernar a más de 13 millones de personas a nivel municipal por las derrotas sufridas en la elección de ayuntamientos ese 5 de julio.

Fue en presidencias municipales donde se registró la mayor derrota para el PAN en las pasadas elecciones, pues el blanquiazul perdió 58% de sus alcaldías y 60% de la población que gobernaba en 11 estados del país, incluido el Estado de México donde entregó el "corredor azul" al PRI, desde Toluca, Tlalnepantla, Atizapán y Naucalpan.

Fue un año para olvidar, donde los conflictos internos fueron la constante en un partido que se caracterizaba por su disciplina interna, pero que fue rebasado por esos "encontronazos" entre los diferentes grupos contrarios al presidente Felipe Calderón que dinamitaron la endeble unidad y derivaron en los resultados electorales ya conocidos:

Nueve millones 723 mil 537 votos, obtenidos en la elección del 5 de julio donde se renovó la Cámara de Diputados contra los 13 millones 845 mil 121 votos registrados en el 2006, ambas cifras en cuanto a la elección de diputados federales, es decir, más de cuatro millones de votos perdidos para el PAN.

Eso sin contar que perdió las gubernaturas de Querétaro y San Luis Potosí, donde gobernaba aunque le arrebató Sonora al PRI.

"Fue el año de la aguda derrota electoral, el año de la precipitación política del PAN, después de haber ganado la Presidencia de la República, es cuando más espacios de poder se han perdido, además de una manera injustificada a causa de una estrategia errónea y una actitud arrogante de nuestros dirigentes que optaron por las prácticas que antes le criticábamos al PRI y eso nos llevó a esa derrota", resume el ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino.

Agrega: "Pero la peor derrota no es la de espacios de poder, las alcaldías, gubernaturas, curules, finalmente podrán recuperarse algún día, lo que es mas difícil de recuperar es la pérdida cualitativa, la de los principios, la de los valores, la de la conducta ética que siempre distinguió y le dio prestigio al PAN.

"Esa pérdida es mas lamentable y esa se dio en este 2009, fue un año de desviaciones ideológicas, un año de darle la espalda a nuestro tradición democrática, un año en el que se le dio tratamiento de semovientes a los militantes, un año en el que se demeritó el partido por emular prácticas antidemocráticas y autoritarias, pero también fue un año de un gran aprendizaje, espero, de lo que no debemos hacer, el Consejo Nacional aunque tarde, ya reconoció la gran cantidad de errores y agravios a nosotros mismos que nos pusieron distantes de los ciudadanos".

El actual dirigente nacional del PAN, César Nava acepta que el 2009 fue un año "lleno de adversidades para el país, y un año de aprendizajes para el PAN" y sostiene que su partido ya dejó atrás los resultados del 5 de julio para tomarlos como experiencia de cara a las elecciones de este año donde se renuevan 10 gubernaturas.
Alejandro Páez, Crónica, 4 de enero.

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