WASHINGTON.— El número 319 identifica a las organizaciones antiinmigrantes que se distribuyen por Estados Unidos y que se han nutrido del odio xenófobo destilado al fragor de campañas de iniciativas como la SB1070 en Arizona que criminaliza la presencia de indocumentados, para extender sus dominios y forjar nuevas alianzas con la extrema derecha.
Según un estudio difundido ayer por The Southern Poverty Law Center (SPLC), uno de los más importantes observatorios contra la amenaza de la intolerancia y el racismo, el aumento de los grupos nativistas o antiinmigrantes ha sido espectacular desde 2008 cuando se tenía un registro pormenorizado de 173 organizaciones registradas en Arizona, California o Texas.
Su presencia se extiende por Georgia, Carolina del Norte, Pennsylvania, Utah, Florida, Maryland, Ohio o Colorado, entre otros, como una “mancha” de racismo e intolerancia que se ha fundido con organizaciones de extrema derecha o que se autodefinen como “patriotas”.
O que han encontrado cabida en el movimiento del Tea Party, organización que se nutre de movimientos conservadores y que ha permitido la reconversión de grupos como Minuteman Project que orbita en los entornos del Partido Republicano.
“Los extremistas de la derecha más radical se mantienen muy activos y energizados, y algunos líderes políticos se han hecho incluso con algunas de las ideas y objetivos que son importantes para este tipo de organizaciones”, aseguró Mark Potok, editor de Intelligence Report del SPLC, en alusión “al éxito” de estas organizaciones en alianza con políticos del Partido Republicano.
A manera de ejemplo, el reporte hace alusión a la iniciativa SB1070 que ha promovido la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, o a las iniciativas que patrocinan políticos como Rusell Pearce, el líder senatorial de ese mismo estado para tratar de arrebatar la ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados a través de una iniciativa que busca enmendar el artículo 14 de la Constitución.
Entre los grupos de nativistas el informe del SPLC identifica a organizaciones como la coalición de la Federal Immigration Reform and Enforcement (FIRE, por sus siglas en ingles) o el movimiento del Minuteman Project que se ha subdividido en cientos de células por EU y en algunos casos, como en Arizona, se ha aliado con organizaciones neonazis.
Según un estudio difundido ayer por The Southern Poverty Law Center (SPLC), uno de los más importantes observatorios contra la amenaza de la intolerancia y el racismo, el aumento de los grupos nativistas o antiinmigrantes ha sido espectacular desde 2008 cuando se tenía un registro pormenorizado de 173 organizaciones registradas en Arizona, California o Texas.
Su presencia se extiende por Georgia, Carolina del Norte, Pennsylvania, Utah, Florida, Maryland, Ohio o Colorado, entre otros, como una “mancha” de racismo e intolerancia que se ha fundido con organizaciones de extrema derecha o que se autodefinen como “patriotas”.
O que han encontrado cabida en el movimiento del Tea Party, organización que se nutre de movimientos conservadores y que ha permitido la reconversión de grupos como Minuteman Project que orbita en los entornos del Partido Republicano.
“Los extremistas de la derecha más radical se mantienen muy activos y energizados, y algunos líderes políticos se han hecho incluso con algunas de las ideas y objetivos que son importantes para este tipo de organizaciones”, aseguró Mark Potok, editor de Intelligence Report del SPLC, en alusión “al éxito” de estas organizaciones en alianza con políticos del Partido Republicano.
A manera de ejemplo, el reporte hace alusión a la iniciativa SB1070 que ha promovido la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, o a las iniciativas que patrocinan políticos como Rusell Pearce, el líder senatorial de ese mismo estado para tratar de arrebatar la ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados a través de una iniciativa que busca enmendar el artículo 14 de la Constitución.
Entre los grupos de nativistas el informe del SPLC identifica a organizaciones como la coalición de la Federal Immigration Reform and Enforcement (FIRE, por sus siglas en ingles) o el movimiento del Minuteman Project que se ha subdividido en cientos de células por EU y en algunos casos, como en Arizona, se ha aliado con organizaciones neonazis.
Jaime Hernández corresponsal, El Universal, 24 de febrero.
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