Aplicará Peña Nieto "receta mexicana"

BUENOS AIRES.— El presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, recorre Sudamérica en busca de estrategias exitosas en el combate a la pobreza, seguridad y política energética.

De su recorrido por Colombia, Brasil y Chile, conoció modelos que serán parte de su plan de gobierno a partir del 1 de diciembre, cuando proteste como presidente de la República.

Al salir de la reunión con Juan Manuel Santos, en Bogotá, anunció un incremento en la cooperación entre Colombia y México para luchar contra el crimen organizado. Ésto, teniendo en cuenta los resultados alcanzados primero por la administración de Álvaro Uribe (2002-2010).

Del encuentro con la brasileña Dilma Rousseff salió con la promesa de contar con todas las variables de lo que fue la transformación de Petrobras, a partir del año 2000, cuando comenzó a pasar de ser una gigante petrolera estatal a una empresa abierta a los capitales privados que dinamizaron, no sólo la estructura de la firma, sino también el volumen de petróleo a explorar y a exportar, hasta convertirla en la cuarta petrolera del mundo.

Y de la reunión con Sebastián Piñera, en Santiago de Chile, Peña Nieto anunció que impulsará una política social como la que le permitió a ese país pasar de 62% de pobreza en 1988 a 17% en 2011.

Tres modelos exitosos para tres de los grandes desafíos que le esperan una vez que llegue a Los Pinos.

“El gobierno de Peña Nieto generó grandes expectativas. Principalmente en el tema de seguridad que, a priori, aparece como uno de los factores claves de su gobierno”, opinó el analista colombiano Bernardo Gutiérrez.

Pero la política de seguridad en Colombia no sólo atañe al narcotráfico, sino también al combate de los grupos insurgentes. En números, la llamada Política de Seguridad Democrática, impulsada desde la administración de Uribe y hasta la actual, incluyó el incremento de efectivos de la fuerza pública, el aumento del presupuesto para la Defensa y Seguridad —casi 2% del PIB— y entonces inició la merma a las arcas de la guerrilla.

“Lo que habrá que preguntarse, es si esa política servirá y será efectiva en México, donde el conflicto está más focalizado en bandas de narcotraficantes que parecen multiplicarse”, acota Gutiérrez. Por lo pronto, los resultados alcanzados en Colombia seducen a cualquier mandatario en una problemática similar.

Ya a comienzos de septiembre, el equipo de transición del mandatario electo había asegurado que los modelos a tener en cuenta en la lucha anticorrupción estarían inspirados en los que habían implementado Argentina durante la gestión de Fernando De la Rúa y en Brasil, con Dilma Rousseff.

Petrobras, modelo a seguir

En materia energética, Petrobras es no sólo para el presidente electo y su equipo de transición un modelo en la región. En el año 2000, durante la recta final del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, la empresa petrolera comenzó a evaluar alternativas para implementar nuevos elementos de gestión después de decidir abrir las puertas al capital privado.

“Fue un desafió interesante desde el Estado, que fue acompañado también por los dos gobiernos que sucedieron al de Cardoso”, advierte el economista brasileño Luis Lemme, para quien calcar esa política en Pemex “no será fácil, aunque no puede decirse que sea imposible, porque nada es imposible en términos de gestión”.

El tipo de ideas que Peña Nieto se lleva de Sudamérica lo conforma la política social de los gobiernos de la Concertación Democrática en Chile, basados en la inversión social.

“El país puede tener problemas muy serios en educación y salud, pero a la hora de reducir la pobreza, puede decirse que sí hubo una política de Estado y buenos resultados para mostrar”, explicó el analista Libardo Buitrago.

Para el profesor de la Universidad e Chile, Guillermo Holzmann, “el problema de pobreza en México necesitará de otro tipo de políticas”.

 José Vales corresponsal, El Universal, 23 de septiembre.