Sugiere Meyer atacar corrupción

La reforma energética debe contemplar medidas para combatir la corrupción en Pemex, provocada por su sindicato y la administración gubernamental, consideró ayer Lorenzo Meyer.

El historiador se refirió a los escándalos de la dirigencia sindical y su holgado modo de vida, pero también a las decisiones que sucesivos gobiernos federales han tomado sobre la paraestatal y sus recursos.

"Sí hay que hacer una reforma petrolera, de mucho fondo, pero va más allá del petróleo, es la corrupción a la que tenemos que atacar. Si Pemex tiene problemas es básicamente por la corrupción que lo envuelve y que viene básicamente de dos áreas.

"De su sindicato, sin duda, ese que todos los días lo podemos ver en la prensa y vemos la forma en la que gastan; el petróleo sí es suyo, pareciera decir, y no nuestro.

"Y el otro es la administración de Pemex, que cambia sexenio con sexenio, que es la que controla los contratos, la que da o quita la posibilidad de usar al petróleo para propósitos no necesariamente del bien general, pero sí de algunos grupos o de algunas personas", dijo en el foro convocado por el PRD en el Senado.

Lamentó que la propuesta de reforma del Presidente Enrique Peña Nieto no contemple ninguna medida para poner fin a ese flagelo, y sostuvo que más que una reforma constitucional, lo que se requiere es voluntad política.

"Si se quiere entrar de lleno en la reforma petrolera, entonces se tendría que entrar por ahí, pero es curioso y revelador el hecho de que el término corrupción no entra en el discurso con que el Gobierno ha presentado su proyecto de reforma petrolera.

"No se necesita cambiar artículos de la Constitución, sino cambiar el corazón de la política mexicana, en donde anida una enorme corrupción, y como la industria estatal más importante es la petrolera, entonces ahí está el nido de el mal. Lo que se necesita es una decisión política para atacar de fondo la corrupción", señaló.

Meyer criticó que la economía mexicana esté petrolizada, destacó la lucha histórica que se ha registrado por la propiedad de los energéticos, rechazó las comparaciones con otros países y advirtió sobre los riesgos de abrir el sector a la inversión privada.

Claudia Guerrero, Reforma, 8 de octubre.