¿Y qué, nos van a partir el queso?

Otra vez, en operación hormiga, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) bloquearon ayer el Bulevar Puerto Aéreo, la principal vía para arribar a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

En esta ocasión, la movilización no sólo ocasionó que cientos de usuarios volvieran a cargar sus maletas y acelerar el paso para evitar que los dejara su vuelo. Se reportaron dos hechos de violencia que dejaron seis policías del Distrito Federal heridos, uno de ellos de gravedad.

Después de las seis de la mañana, decenas de maestros salieron del Metro Bulevar Puerto Aéreo y se reunieron en la Calzada Zaragoza. Aunque en ese momento eran unos 500 profesores, en su mayoría de Oaxaca, Veracruz y Chiapas, determinaron bloquear la vialidad, como lo hicieron el 23 de agosto y el 5 de septiembre.

En ese avance se reportó el primer incidente. Un policía preventivo que pasó por el lugar en su motocicleta fue agredido por los profesores, quienes le arrebataron el chaleco antibalas y su pistola, además de ser golpeado a puñetazos y puntapiés. Este oficial fue reportado en coma horas después.

En esa trifulca, los granaderos utilizaron el polvo de sus extinguidores para dispersar a los maestros agresores.

Los profesores contestaron con pedradas, lanzadas con la mano y hasta con una resortera. Ya pasaban de las siete de la mañana.

Entre los gritos de "calma", y "no caigan en provocaciones", los maestros aprovecharon el momento para ocupar los carriles centrales de Bulevar Puerto Aéreo con dirección al AICM.

Un tráiler quedó atrapado y, en su intento por librar el tapón, agravó el caos vial.

La agresión de los maestros prendió a los granaderos. Los profesores fueron testigos del reparto de macanas entre los uniformados que sólo portaban cascos y escudos.

También se unieron al operativo elementos a caballo y tiradores de gas lacrimógeno. Para entonces, ya eran más de un millar los manifestantes.

Funcionarios de enlace institucional del DF, reconocidos por la portación de un radio de comunicación pegado al oído, hicieron la primera llamada.

"Se van a retirar o se va a utilizar la fuerza pública", dijo uno de ellos a José Alberto García, de la Sección 22 de Oaxaca.

La llegada de más elementos hizo dirimir a los maestros, que ya se habían armado con tubos y piedras, tras destrozar la reja que divide el bulevar. "No queremos una confrontación", expuso García a sus bases.

Tras soltar los palos, los maestros determinaron a las 8:45 retirarse de las inmediaciones del AICM. Pero la retirada desesperó a la Policía Federal, pues los maestros daban diez pasos para atrás cada 10 minutos.

La segunda llamada fue dada a conocer por Luis Mariano Díaz, al mando del enlace institucional del DF: "Oigan, ya me están presionando los federales, ya desalojen la vía, no queremos que esto llegue a más", dijo a García, así como a Francisco Villalobos y León Zaragoza, otros líderes del magisterio de Oaxaca.

"¿Y qué, nos van a partir el queso? Ya nos vamos, pero tenemos que hacerlo de manera organizada", respondió Villalobos.

Y otra vez. Diez pasos, en 10 minutos.

La decisión estaba tomada. Un comandante de la Policía Federal, robusto, con dos radios y una pistola, acompañado de otro jefe identificado como "Halcón", alistó a sus tropas para disolver la manifestación a punta de macana y gas lacrimógeno.

"Vamos ya, avancen", gritó.

Los federales de las unidades de Restablecimiento del Orden Público (CROP), y de Reacción y Alerta Inmediata (CRAI), ambas de la División de las Fuerzas Federales, avanzaron, lo que provocó también que los granaderos lo hicieran.

Con esa medida, en 20 minutos los maestros salieron de las inmediaciones del AICM.

"Nos vamos, pero vamos a regresar mañana", advirtió Villalobos.

Encaprichados, los maestros se dirigieron en marcha a la Secretaría de Gobernación para demandar una mesa de diálogo con su titular, Miguel Ángel Osorio Chong.

En la dependencia les dijeron a los maestros que Osorio estaba fuera del país y que sólo estaba disponible el subsecretario Luis Enrique Miranda Nava.

Las bases docentes rechazaron ese diálogo y se lanzaron a bloquear Reforma y Bucareli por dos horas.

En este punto un joven que se identificó Lenin Moreno Rosales, subteniente del Ejército, fue retenido por los maestros por tomar fotografías a la movilización. Personal de Gobernación lo rescató.

En tanto líderes como Rubén Núñez y Juan José Ortega (de Oaxaca y Michoacán, respectivamente), acudieron a la mesa con Miranda, pese a que la habían rechazado. En la dependencia sólo sacaron otra cita para este miércoles.

Benito Jiménez, Reforma, 2 de octubre.

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